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¿Qué está provocando sobrepeso y obesidad infantil en El Salvador?

Una reciente investigación médica apunta las causas que impactan en estos aspectos de la salud de niños y niñas del país

Por Jacqueline Mejía/ E. Chacón | Sep 24, 2023- 18:34

Foto EDH/ Jorge Reyes

Una investigación universitaria reciente, impulsada dentro del trabajo de graduación de los ahora médicos Nahomy González y José Villegas, arrojó preocupantes datos en cuanto al peso de niñas, niños y adolescentes en El Salvador.

Los resultados exponen que “el 47% de. la población se encuentra en sobrepeso, el 30% tiene estado nutricional normal, el 22% presenta obesidad y el 1% desnutrición” en  infantes entre 5 y 10 años de edad, atendidos en dos unidades de Salud, una en el municipio de Jocoro, en Morazán,  y otra en San Rafael Oriente, en San Miguel.  

¿Qué provoca esta situación?

Del total de población infantil analizada en los dos municipios, el  56%  era del área rural y el 44% en la urbana. Los médicos González y Villegas destacan en el documento de su investigación que el lugar de residencia es importante para el análisis, puesto que en el área rural “las campañas de promoción para la salud, que ayudan a informar y a educar a la población sobre hábitos de vida saludable, son inexistentes; lo contrario al área urbana, en donde la promoción de la salud es mayor”.

Los datos fueron recopilados a través de  encuestas a padres, madres o personas en cuido de infantes, al momento de la consulta.  La población analizada fue de 200.

Como parte de los resultados, se expone que el 62% de la población recibe remesas desde el extranjero y el 38% no las recibe.

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La interpretación que hacen los médicos sobre esos porcentajes es que: “ La mayoría de la población estudiada recibe remesas familiares del extranjero, esto genera un impacto positivo en el bolsillo de sus hogares, aumentando sus ingresos económicos, por lo que la mayoría realizan incentivos de comida rápida en los infantes, llevándolos a consumir comida chatarra con el marketing de las empresas de ‘Juegos infantiles’ o regalías de juguetes”.

El estudio  mostró que el 79% de los infantes  toman de una a dos comidas en familia; el  11% toma de tres a cuatro comidas; un 10% realiza de cinco a seis comidas.


Para los investigadores, los resultados pueden interpretarse como: “la mayoría de los infantes encuestados, comen menos de dos comidas diarias acompañados de sus padres. Esto puede estar relacionado a lo complicado del ambiente de comida en el que los niños están creciendo, a la par de otros problemas diarios de la vida familiar, tales como largas jornadas laborales, lo que causa una falta de vigilancia alimentaria por los padres”.

Otro dato relevante de la investigación es que el  100% de la población estudiada posee familiares con diagnóstico de sobrepeso u obesidad.

Señala el estudio que  del 100% de la población investigada que afirmaron tener familiares con sobrepeso y obesidad, un 44% de las madres de los niños investigados poseen diagnóstico de sobrepeso u obesidad, seguido de los abuelos en un 34%, y en menor porcentaje los padres, con un 22%.

Foto EDH/ Jorge Reyes



La interpretación hecha por los médicos investigadores es que: “la población encuestada tienen por lo menos un familiar con sobrepeso u obesidad en su hogar; siendo ellos los responsables de llevar a cabo la nutrición familiar, ya que el simple hecho que exista un antecedente familiar, predispone al individuo a desarrollar los mismos padecimientos; esto se relaciona con la idea de la ‘familia obesogénica’, la cual hace referencia a la existencia de ambientes o patrones de conducta alimenticios inadecuados con poca actividad física creados por los padres, las cuales contribuyen a que se presente sobrepeso y obesidad en los niños. Del mismo modo, la herencia de genes podría ser un factor relevante, ya que la influencia de la genética en la obesidad, es indudable, no obstante es difícil de estudiar en familias o a través de las generaciones”.

Según el estudio,  el 41% de la población infantil estudiada realizaba entre una a tres horas semanales de actividad física, un 21% entre ocho y diez horas, un 20% no realizaba actividad física y un 18% entre cuatro a seis horas a la semana.

La recomendación de la Organización Mundial de la Salud es que se deben realizar al menos tres a cinco horas semanales de actividad física durante la primaria.

De acuerdo con los médicos investigadores,  “uno de los factores que contribuyen a la génesis de la obesidad infantil es el uso de los medios de comunicación electrónicos, si se parte de la evidencia de que la obesidad puede ser generada tanto por un estilo de vida sedentario, como por la ingesta de alimentos hipercalóricos (independientemente de la influencia genética en el proceso)”.  

Los datos de su investigación revelaron que el 46% de la población estudiada utiliza con mayor frecuencia el celular, un 33% la televisión, seguido de un 11% tablet, y por último, un 10% la computadora.

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“Los dispositivos electrónicos, que deberían funcionar como una herramienta de aprendizaje, provocan que los niños tengan cada vez mayor dependencia a ellos, llevando a una vida sedentaria”, expone el estudio.

Otro factor importante, para la salud y desarrollo de  infantes, es las horas de sueño.



La investigación, entre niñas y niños de cinco a 10 años, reveló que el 59% de la población duerme entre siete y nueve horas por la noche; el 21.5% entre cuatro a seis horas; seguido del 19.5% entre diez y doce horas; y ninguno duerme menos de cuatro horas por la noche.  

“La mayoría de nuestra población en estudio duerme al menos ocho horas diarias, lo cual genera un efecto positivo para su salud”, comentaron los médicos.

Sobre el consumo de comida chatarra, los datos mostraron que  el 48% de la población infantil estudiada consume con mayor frecuencia golosinas, el 29% bebidas carbonadas, seguido del 23% correspondiente a comida rápida.

Exponen los doctores en su investigación que: “ La comida chatarra que se consume con mayor frecuencia son las golosinas, esto podría deberse al rápido acceso y lo fácil que resulta comprar golosinas en las mayorías de tiendas y cafetines en la etapa escolar, añadiéndole su bajo costo. Es importante recordar el efecto negativo que tiene la comida chatarra en la población infantil, aumentando la frecuencia de enfermedades endocrinas, metabólicas y caries”.

La conclusión de los doctores es que “la malnutrición sigue siendo un problema de salud pública, ya que los casos de sobrepeso y obesidad cada día son más y este se debe a múltiples factores como las costumbres familiares en cuanto al tipo de preparación de los alimentos de consumo diario, el nivel socioeconómico bajo de los padres, además de la alta ingesta de alimentos hipercalóricos, asimismo la falta de actividad física, a la falta de educación nutricional y a la publicidad a través de los medios de comunicación que hacen la propaganda de cientos de comida chatarra; y en menor proporción los problemas endocrinos o genéticos que conllevan a estos estados nutricionales”.

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