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El Mar Negro: sueños y pesadillas de civilización y barbarismo

“En las orillas del Mar Negro nacieron un par de gemelos siameses llamados ‘civilización’ y ‘barbaridad’. Esto es donde los colonos griegos se encontraron con los escitas. Una cultura asentada en ciudad-estados marítimos se encontraron frente a una cultura móvil de nómadas de las estepas. (...) Pero en este encuentro particular comenzó la idea de ‘Europa’ con toda su arrogancia, todas las implicaciones de superioridad, todas sus suposiciones de prioridad y antigüedad, todas sus pretensiones a un derecho natural de dominar. ‘Civilización’ y ‘barbarismo’ eran gemelos gestados y nacidos en la imaginación griega, pero, sobre todo, en la imaginación ateniense”. Neal Ascherson. The Black Sea: The Birthplace of Civilization and Barbarism.

Por Dra. Katherine Miller. Doctorado en Estudios Medievales y Renacentistas de UCLA. | Oct 09, 2022- 09:44

San Leoncio de Rostov predicando a los paganos (eslavos) de Rostov. Cuadro de 2008 Morgun E. Leoncio fue un obispo griego de Constantinopla fallecido en 1077, abandonó la vida mundana para seguir la vida monacal. Vivió con otros hermanos suyos en las cuevas de Kiev.

Hoy presentamos una reseña de un libro muy bueno y elegante (eso lo digo sin reservas) sobre un trozo de Eurasia. Fue escrito por el periodista y escritor escocés Neal Ascherson (1932- ), a quien la Radio Praga ha descrito como el experto británico más sobresaliente en materia de Europa Central y Europa del Oriente. Ascherson ha escrito, también, varios libros sobre la historia de Polonia, Ucrania y Escocia.

Ascherson pasó la mayor parte de su vida en esta región y, es experto en las historias de los países que rodean el Mar Negro, desde la Época de Bronce hasta la actualidad. Nacido en Edinburgh, en 1932, es hijo de un oficial naval de ascendencia judía y una madre de Londres de descendencia escocesa. En este libro sobre el Mar Negro, Neal Ascherson ha escrito una obra maestra sobre “los misterios del nacionalismo e identidad, con todos sus juegos desvergonzados, con sombras y espejos, además de su enorme poder creativo”. He aquí el objetivo de su libro, descrito por Ascherson mismo. Este libro sobre el Mar Negro fue publicado, en un principio, durante la década de 1990; y fue enmarcado por la caída de la URSS. Pero fue publicado de nuevo en Londres, en 2007, por Vintage Books. No obstante, el tiempo ha pasado y ahora Ascherson asevera los siguiente: “Pero las tumbas están todavía abriéndose en la medida que la política de identidad y la confección de mitos continúan trabajando por toda la región”.

Los países que rodean el Mar Negro en la actualidad son Ucrania en el norte, Rusia en el noreste, Georgia en el este, Turquía en el sur y Bulgaria y Rumanía en el oeste. De estos, Bulgaria y Rumanía son miembros de la Unión Europea, con Moldova, Georgia y Ucrania aplicando por la membresía; son candidatos. No obstante, Ascherson comienza, con un lirismo de una tragedia griega y con una seriedad absoluta. Hay muchos desvíos y, en uno de ellos, Ascherson pasa, para ilustrar algo del significado, el encuentro de la civilización y la barbaridad en la historia antigua de Jason, Medea y Colchis, en la orilla del Mar Negro y su metamorfosis, la tragedia griega de Medea escrita en 431 a. C. por Eurípides. En la tragedia, hay un coro compuesto por mujeres de Corinto, ciudad-estado civilizado, que observa la irrupción espantosa de las pasiones de Medea y reacciona con sentimientos de piedad y horror a los crímenes de la mujer bárbara de Colchis. Eurípides caracteriza la denuncia de Jasón como la reacción de civilizada Corinto hacia Medea, de Colchis bárbara. Jasón dice a Medea, su amada:

Permíteme, en primer lugar, indicar

Que usted abandonó una tierra bárbara para llegar a ser residente

De Hellas; aquí usted ha conocido a la justicia,

Usted ha vivido en una sociedad donde la fuerza sucumbe ante la ley.

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Mar Negro
Mapa de la región del Mar Negro, su ubicación cerca del Mar Mediterráneo, Turquía, Ucrania, Rusia, Moldova, Bulgaria.

Esta es una investigación asombrosa de identidad nacional, de pertenencia nacional muy compleja, que es, repito, el tema de este libro y en ello nos presenta toda la tragedia que azota los pueblos de la región de las orillas del Mar Negro.

De aquí, Ascherson pasa por las observaciones acertadas de las Historias de Heródoto, sobre todos los grupos étnicos de las orillas del mar en su tiempo: principalmente los griegos, los escitas. No omite un recuento con intensidad profunda del exilio de Ovidio en las orillas de Rumanía, siempre en la región del Mar Negro, desde que el poeta romano describe en sus poemas, Tristias ex Ponto, enviados a los oídos sordos de César Augusto, quien lo ha exiliado de por vida en otra tragedia. Es que el poeta, exquisitamente civilizado, es condenado a vivir, hasta el final de su vida, con las tribus bárbaras vestidas en pieles de animales de lo que es ahora Rumanía.

Pero Ascherson eventualmente llega al punto y declara que: “Este libro se trata del Mar Negro y comienza con la Crimea”. Crimea fue escenario de algunas de las peores atrocidades del siglo XX cometidas por Hitler y Stalin. Y pronuncia lo siguiente: “Aquí se acerca a los misterios del nacionalismo e identidad, con todos sus juegos desvergonzados, con sombras y espejos y, también, su enorme poder creativo”.

Llegando al año histórico de 1453, cuando los turcos otomanos conquistaron a Constantinopla y Bizancio, se puso fin al enorme comercio transcontinental de la Ruta de la Seda y destruyó lo que quedó de Bizancio en los alrededores del Mar Negro. Las ciudades de sus costas fueron abandonadas y “sus ruinas cubiertas por la tierra seca y roja y las yerbas color de malva de las estepas de Crimea”.

Brincando al siglo XX —que permea todo el libro— llegamos al fenómeno de las sociedades cosacas. Ascherson comienza este tema comentando con mucha ironía, de que “sentirse cosaco es entrar en una crisis de identidad aguda”. En una entrevista con un cosaco que él encontró en uno de sus viajes, el primero respondió: “Todo lo que piden los cosacos del Río Don (Don Cossacks) es que las fábricas sean demolidas y que las estepas sean devueltas a nosotros”.

Mar Negro
Santos Antonio y Teodosio, fundadores del Lavra de Kiev. Cuadro de Sayda Afonina de 1995.

Hay, en medio de todo, una larga digresión —inserción que presenta una conciencia de la estructura amplia en que está trabajando— sobre el poeta Adam Mickiewicz, poeta polaco, romántico y revolucionario. Su acercamiento a Odessa en Crimea, lo conduce a una relación intensa con una mujer aristócrata de Ucrania, con nombre de casada Karolina Rzalia z Rzewuskich Hieronimowa Sobanska; su padre, Maréchal de la Noblesa de Kyiv y su esposo rico de Ucrania, dueño de tierras en Odessa. Karolina Sobanska era, a la misma vez, querida del jefe de la policía secreta rusa en Odessa, Jan Witt. Entre sus relaciones con su esposo, con el poeta polaco, Adam Mickiewicz, y el jefe de la policía rusa, Jan Witt, Ascherson nos ilumina en una sorpresa inesperada, después de unas 25 páginas de intrigas, que “Karolina Sobanska era una agente experta y devota del tsar”. La condesa Karolina Sobanska, entonces, comenzó un romance, también, con el poeta ruso Alexandr Pushkin, quien estaba de visita a Odessa, mientras que la hermana de Sobanska se casó con el moribundo escritor Balzac. La hermana vivió con Balzac un buen rato en Ucrania, antes de llevarlo devuelta a París. Simultáneamente, Mickiewicz estaba en Italia reclutando militantes para la revolución en Polonia. Después de todos estos encuentros con las fuerzas del nacionalismo que caracterizaba a sus amantes, Karolina Sobanska pasó una vida cómoda y tranquila, jugando naipes en París.

Estos complejos eventos con Karolina Sobanska al centro, es símbolo de los encuentros de los nacionalismos históricos de cada país. Es otro fracaso, aún de los encuentros chocantes entre las fuerzas nacionalistas representadas por una aristócrata ucraniana, un jefe de policía ruso y un poeta revolucionario nacionalista polaco, en la historia de la región, que se lleva a cabo en la Crimea. En las manos de Ascherson, esta narrativa —este desvío ilustrativo de los encuentros entre la civilización y la barbaridad— es contada y escrita en un estilo profundamente lírico, de una manera resonante y digna de un Tolstoi o un Turgenev.

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Los tiempos modernos llegan con la invasión de Anatolia por los griegos que fue derrocado por Kemal Ataturk en 1923. La mayoría de los griegos vivían en la nueva URSS, alrededor del Mar Negro, en las orillas del Mar de Azov, eran llamados “los griegos de Mariupol” en Odessa y Sevastopol. Al principio, vivieron una vida buena en la URSS, pero Ascherson nos asegura que eso era solamente un preludio. La fuerza plena del terror estatal fue enfocado en estos griegos del Mar Negro después de la Segunda Guerra Mundial. “Como los Tatarés de las estepas de Crimea, los Chechenos y los alemanes de la región del río Volga, los griegos de la Unión Soviética llegaron a ser una nacionalidad condenada y fueron exiliados. Los 70,000 griegos de la Crimea eran los primeros en sufrir”. Estos griegos de Mariupol atrajeron la provocación de los soviéticos rusos tal vez  porque “sus vínculos humanos a sus familias eran más fuertes que los vínculos a la política totalitaria”, dice Ascherson en su resumen analítico de este episodio.

Mar Negro
Portada del libro “El Mar Negro. Cuna de la civilización y la barbarie”.

Uno de los últimos capítulos de nacionalismo y sus choques con la civilización eran los iraníes-escitas que los griegos denominaron así porque llegaron con vagones y caballos de las estepas del Mar Caspio y el río Volga. Estamos en los albores del Reino del Bósforo. En este contexto, Ascherson comenta que “los debates sobre nacionalismo tienden a girar alrededor del concepto de la nación como “comunidad imaginada”.

El autor de este libro sobre el conflicto entre nacionalidades y entre la civilización y la barbaridad termina con unas palabras sabias pero melancólicas y conmovedoras, pero no menos verídicas por eso:

“Como individuos, ‘los otros’ no son extranjeros, pero vecinos,

muchas veces amigos. Mi propio sentido de la vida alrededor del

Mar Negro es una sensación de tristeza y la desconfianza latente

entre las diferentes culturas es inmortal. La necesidad —y a veces el

miedo— vincula tales comunidades… La solidaridad ostensible de

siglos puede disolverse dentro de días o horas. El veneno, surgiendo

de las profundidades, es absorbido por un solo respiro… cuando el

miedo es removido por medio del colapso de imperios o tiranías,

también es quitado el constreñimiento”. Tal vez es cierto que la primera regla de cualquier estrategia política o humana debería ser: nunca subestime el nacionalismo y su incipiente conflicto entre la civilización y la barbaridad.

Apollonius Rhodius. The Argonautica, traducido por T.C. Seaton. London, 1912.

Ascherson, Neal. Black Sea, the Birthplace of Civilization and Barbarism (London, 2007).

Bryer, A.A.M. The Empire of Trebizond and the Pontos. (London, 1980).

Herlihhy, Patricia. Odessa, a History: 1794-1914 (Cambridge, 1986).

Herodotus. Histories. Traducido por A.D. Godley. (London, 1990).

Koromila, Marianna, Ed. Greeks in the Black Sea. (Athens, 1991).

Ovid (Pulius Ovidius Naso) Tristia ex Ponto, Traducido por A.L. Wheeler

(London, 1988). Rolle, Renate. The World of the Schythians (London, 1989).

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