Por qué la natación es mejor que correr o el gimnasio para tu salud

La natación es reconocida como uno de los ejercicios más completos para la salud física y mental. A diferencia de correr o entrenar en gimnasio, este deporte acuático fortalece todo el cuerpo, mejora la capacidad pulmonar y cardiovascular, protege las articulaciones al ser de bajo impacto y contribuye al bienestar emocional al reducir el estrés y la ansiedad.

Beneficios físicos: cómo el agua transforma el cuerpo

Uno de los puntos fuertes de la natación es que combina en un solo movimiento lo que muchos buscan por separado en el running y en el gimnasio.

• Menor riesgo de lesiones: al sumergirse, el agua reduce hasta en un 90% el peso corporal soportado por huesos y articulaciones. Esto disminuye la presión sobre rodillas, tobillos y espalda, a diferencia del impacto repetido que ocurre al correr, como detalla el portal Swimming Science.

• Trabajo muscular integral: cada estilo de nado exige la participación coordinada de brazos, hombros, espalda, abdomen, glúteos y piernas. Infobae destaca que este esfuerzo fortalece especialmente dorsales y core, mejorando postura y estabilidad.

• Quema calórica elevada: nadar estilo libre puede consumir entre 500 y 700 calorías por hora, mientras que el mariposa alcanza hasta 900. La combinación de resistencia del agua y regulación térmica hace que el cuerpo gaste más energía en menos tiempo que en una rutina promedio de gimnasio.

• Potencia respiratoria: estudios citados por Infobae muestran que los nadadores desarrollan músculos alrededor de la caja torácica, incrementando la eficiencia pulmonar más que otros atletas de resistencia.

• Corazón más fuerte: el agua genera presión hidrostática, favoreciendo la circulación sanguínea y reduciendo la frecuencia cardíaca en reposo, como explica el portal Salud y Movimiento.

A diferencia del gimnasio, donde muchas veces se aíslan músculos específicos con máquinas o pesas, la natación obliga a un esfuerzo armónico. Y comparado con el running, que concentra el trabajo principalmente en tren inferior y resistencia cardiovascular, nadar añade versatilidad sin sobrecargar ninguna articulación.

Un gimnasio natural bajo el agua

La natación puede considerarse un gimnasio completo dentro de una sola disciplina. Cada movimiento enfrenta la resistencia del agua en todas direcciones, lo que equivale a trabajar con cargas naturales y constantes. No se necesita equipamiento sofisticado: con traje de baño, gafas y, si acaso, aletas o paletas, se logra un entrenamiento de fuerza, resistencia y coordinación.

El portal Salud y Alimentación explica que esta disciplina no solo fortalece músculos, sino que también mejora la flexibilidad y la movilidad articular, ya que el agua facilita una amplitud de movimiento mayor que en tierra firme.

Además, al ser de bajo impacto, puede practicarse de manera continua a lo largo de los años, convirtiéndose en una opción sostenible y accesible para diferentes etapas de la vida, desde la infancia hasta la adultez mayor.

Beneficios mentales: nadar también entrena la mente

La natación ofrece un aporte extraordinario a la salud mental, algo que la convierte en una aliada frente al estrés y el ritmo de vida actual.

• Reducción de la ansiedad: un metaanálisis publicado en la revista científica Frontiers in Psychiatry, citado por Infobae, confirma que nadar disminuye niveles de ansiedad y mejora el estado de ánimo, sobre todo con prácticas regulares a ritmo constante.

• Sensación de calma: Psicología Online señala que la inmersión en agua genera un efecto similar a la meditación, gracias al control de la respiración y la desconexión del entorno externo.

• Sueño reparador: quienes nadan con frecuencia reportan dormir mejor, lo que a su vez potencia la memoria, el ánimo y la recuperación muscular.

• Entrenamiento cognitivo: coordinar brazos, piernas y respiración exige concentración, atención sostenida y memoria motriz, lo que fortalece la agilidad mental y la capacidad de respuesta.

• Confianza y autoestima: aprender un estilo nuevo o alcanzar metas dentro del agua genera una sensación de logro que impulsa la motivación y la autopercepción positiva.

Estos beneficios psicológicos posicionan a la natación por encima de rutinas repetitivas de gimnasio o entrenamientos de carrera, que aunque también liberan endorfinas, no ofrecen la experiencia multisensorial ni el efecto de desconexión que brinda el agua.

Comparación práctica: cuándo la natación supera a otras disciplinas

Para comprender mejor en qué contextos la natación puede ser más ventajosa que el running o el gimnasio, vale resumir sus fortalezas de forma sencilla:

• Personas con problemas articulares o sobrepeso: menor impacto y riesgo reducido de lesiones.
• Quienes buscan un entrenamiento integral: trabajo de todo el cuerpo en un solo movimiento.
• Deportistas en rehabilitación: medio seguro para retomar la actividad física.
• Individuos con estrés o ansiedad: el agua ofrece un entorno de relajación y control respiratorio.
• Quienes desean sostenibilidad a largo plazo: se puede practicar toda la vida sin desgaste prematuro.
• Quienes buscan concentración y coordinación: cada estilo desarrolla habilidades cognitivas además de físicas.

Te puede interesar:

Limitaciones a considerar

No todo es perfecto. Existen aspectos prácticos que deben tomarse en cuenta:

• Se necesita acceso a piscina o espacios acuáticos seguros.
• Aprender la técnica puede requerir clases y paciencia.
• Para objetivos de hipertrofia localizada, el gimnasio ofrece mejores resultados.
• La exposición al cloro o al mantenimiento inadecuado de piscinas puede incomodar a algunas personas.

Sin embargo, como explica Infobae, estas barreras no opacan el valor que ofrece un deporte tan completo y adaptable.

Te puede interesar: Leche y salud: los 5 mitos más comunes explicados por expertos

Un deporte para cuerpo y mente

La natación no solo es un deporte; es una experiencia integral que cuida tanto el cuerpo como la mente. Frente a la exigencia del running y la especialización del gimnasio, nadar aparece como la disciplina que equilibra resistencia, fuerza, flexibilidad y bienestar emocional.

Con respaldo de portales especializados como Swimming Science, Salud y Movimiento, Salud y Alimentación, y evidencias científicas compartidas por Infobae y Frontiers in Psychiatry, queda claro que nadar es una de las formas más completas de ejercitarse.

La natación se convierte así en la gran oportunidad para transformar la rutina de ejercicio en un hábito sostenible, saludable y revitalizante.