Guía para mamás con sueño interrumpido (y mucho amor)

Ser mamá de un bebé es una experiencia hermosa… y agotadora. Uno de los mayores retos para muchas madres es el sueño interrumpido. Y es que por más consejos que nos den, la realidad es que hay noches en las que simplemente no se duerme.

Ya sea porque el bebé se despierta con hambre, por los dientes, por el calor, por pesadillas o simplemente porque quiere compañía, las madrugadas pueden sentirse eternas.

Pero tranquila, no estás sola. Aquí te compartimos estrategias reales para sobrellevar esta etapa sin perder la cabeza

• Ajustá tus expectativas
  Primero lo primero: no todos los bebés duermen "toda la noche" a los seis meses. Algunos lo logran antes, otros después del año. Y está bien. Compararse con otros casos solo genera ansiedad.
  
• Dormí cuando podás, no cuando toque
  Sabemos que no siempre es fácil, pero si tu bebé se duerme durante el día, tratá de descansar también. Aunque sean 20 minutos. La casa puede esperar.
  
• Creá una rutina nocturna relajante
  Un baño tibio, una canción suave o un masajito pueden ayudar a preparar al bebé (y a vos) para dormir. La repetición le da seguridad y lo ayuda a asociar esos momentos con el descanso.

• No te exijás perfección
  Está bien sentirte cansada, frustrada o llorar. Estás haciendo un trabajo gigante. Pedí ayuda si la necesitás y no te juzgués por no poder con todo.
  
• Apoyate en tu red
  Si tenés pareja, turnarse las madrugadas puede marcar una gran diferencia. Si vivís con tu mamá, hermana o alguien más, pedí apoyo para descansar al menos una noche entera a la semana.
  
  Cada bebé es diferente y esta etapa, aunque dura, no dura para siempre. Un día vas a mirar atrás y vas a ver lo lejos que has llegado. Por ahora, tomá café si te gusta, descansá cuando podás y recordá: estás haciendo lo mejor que podés. Y eso es más que suficiente.

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