Si le preguntamos a la gente “¿Qué es para ti el verano?”, entre las respuestas más frecuentes, con seguridad escucharíamos: sol, playa, vacaciones, fiesta, relax, refrescos, viajes, diversión.
Sin embargo, el verano tan esperado para muchos, puede convertirse en una época del año bastante complicada para aquellas personas que sufren de un TCA, y lejos de lo que nos pueda parecer, esto representa un porcentaje importante de la población.
Lee también: Día Mundial del Parkinson: concientización y lucha contra una enfermedad silenciosa
Es por ello, los profesionales que se dedican al tratamiento de estos trastornos, preparan a sus pacientes para la llegada de estas vacaciones con especial esmero.
¿Cómo planifico mis vacaciones si tengo un TCA?
Los mensajes que imponen la delgadez como ideal de belleza (pero que realmente tienen un fin comercial), nos intentan hacer creer que tenemos que preparar nuestro cuerpo para la llegada del verano como si de preparar un maratón se tratara en forma de operación bikini.
Lo anterior, nos hace sentir presionados para conseguir un tipo de cuerpo determinado sintiéndonos culpables si no lo logramos. Comenzamos a machacar nuestro cuerpo en el gimnasio y a seguir “dietas milagro” que prometen (falsamente) conseguir de manera fácil y rápida un cuerpo de revista, con la esperanza final de alcanzar con ello también la felicidad y aceptación de los demás.
Expectativas muy poco realistas y difíciles de mantener en el tiempo, que al no conseguirlas, logran un sentimiento de fracaso.
También en verano nuestro tiempo es más desestructurado, rompemos rutinas, comemos más fuera de casa, nuestro cuerpo está más expuesto, y con ello aparecen las comparaciones e inseguridades.
Se puede iniciar aquí una mala relación con nuestro cuerpo y la alimentación suponiendo en muchos casos el detonante para que el trastorno de la conducta alimentaria entre en nuestras vidas.
Para quienes sufren un TCA, las vacaciones pueden desencadenar emociones totalmente opuestas como agobio, desasosiego, tristeza, preocupación, desesperación, etc.
Te puede interesar: Evita enfermedades por calor en Semana Santa con estos consejos clave
Sí es posible disfrutar de tus vacaciones. Es importante planificar de forma adecuada las vacaciones y considerar lo siguiente:
- Manten a la vista tus objetivos, así recordarás en todo momento adonde quieres llegar.
- Realiza todas las ingestas indicadas por tu terapeuta, saltarse una no te
beneficiará en nada. - Si algo no sale como esperabas, no lo veas como un fracaso sino como aprendizaje.
- Realiza actividades distractorias como: platicar, leer, escuchar música, escribir en tu diario, etc.
- Procura horarios regulares para tus comidas. Prepáralas y cúmplelas.
- No te prives de ese alimento, recuerda que no ingerirlo lo único que hará es aumentar el deseo.
- Pauta previamente con tu grupo familiar estrategias para los momentos durante las comidas.
- Tomate un tiempo para ti. Presta atención a tus necesidades.
- Recuerda que las emociones tienen un principio y un fin. Pon en marcha las
estrategias de regulación emocional. - Respeta tus horas de descanso.
- Aprovecha el buen tiempo para nutrirte
de vitamina D tomando el sol.
MÁS SOBRE ESTE TEMA
KEYWORDS
Prevención De Enfermedades Y Hábitos De Salud Salud Salud Mental Trastornos Alimenticios Trastornos Mentales Trends Vacaciones Ver Comentarios