Deciles la verdad y protegé a tus hijos del grooming
Hablar con tus hijos sobre su vida digital y establecer normas claras son claves para evitar que sean víctimas del acoso sexual en línea.
Por
Betty Carranza
Publicado el 07 de diciembre de 2025
El grooming es una forma de abuso sexual en línea que afecta a menores, pero puede prevenirse con diálogo, confianza y acuerdos familiares. Hablar abiertamente sobre internet, establecer reglas claras y observar señales de alerta —como cambios de humor o uso excesivo del dispositivo— son pasos clave. Organizaciones como Unicef, Internet Matters y Thorn.org recomiendan acompañar a los hijos en su vida digital, sin miedo ni control excesivo. Las herramientas tecnológicas ayudan, pero la protección real nace del vínculo. La conversación honesta es la mejor defensa. Educar para navegar seguros es también una forma de cuidar y amar.
El grooming es una forma de abuso sexual en línea que afecta cada vez más a niños y adolescentes. Consiste en que un adulto, generalmente oculto tras un perfil falso, se gana la confianza de un menor para manipularlo emocional y sexualmente. Esta amenaza, aunque silenciosa, puede prevenirse desde casa con herramientas tan poderosas como la comunicación y el acompañamiento cotidiano.
Según el portal especializado Protección Online, el grooming inicia con conversaciones aparentemente inocentes en redes sociales, juegos en línea o plataformas de mensajería. El agresor finge intereses similares a los del menor, comparte contenido atractivo y genera un vínculo que puede escalar hacia solicitudes de fotos, videos o encuentros.
Unicef advierte que las consecuencias emocionales del grooming pueden ser devastadoras. El menor puede experimentar vergüenza, miedo, ansiedad y culpa. Por eso, la prevención no debe esperar a que aparezcan las señales de alarma, sino comenzar desde la primera vez que un niño o niña accede a un dispositivo con conexión a internet.
La importancia del acompañamiento desde el hogar
Una de las estrategias más efectivas para proteger a los menores del grooming es crear un entorno de confianza en casa. Esto implica hablar con naturalidad sobre lo que hacen en internet, interesarse por los juegos, videos y personas con las que interactúan, y evitar los discursos alarmistas o de control absoluto.
"Los niños deben saber que pueden contar lo que ocurre en sus vidas digitales sin miedo a represalias o castigos", señala Unicef en su guía para familias. Este vínculo de confianza es esencial para que los menores se sientan seguros al compartir experiencias que les resulten extrañas, confusas o incómodas.
Establecer acuerdos sobre el uso de dispositivos es otro pilar fundamental. Desde Argentina.gob.ar, en su guía para padres y docentes, recomiendan pactar horarios, delimitar espacios para el uso de pantallas (por ejemplo, evitar el uso a solas en habitaciones) y definir qué tipo de contenidos están permitidos según la edad.
En estos acuerdos también es útil incorporar el uso de herramientas tecnológicas de protección, como filtros de contenido o sistemas de control parental. Aunque estas herramientas no reemplazan la supervisión activa, pueden ayudar a detectar posibles amenazas o comportamientos riesgosos en línea.
Detectar señales de alerta puede marcar la diferencia
Observar cambios en el comportamiento de los menores es clave para detectar a tiempo una situación de riesgo. Unicef indica que si un niño comienza a aislarse, muestra irritabilidad repentina, baja en el rendimiento escolar o evita hablar de lo que hace en línea, es momento de prestar atención.
Otros indicadores pueden ser el uso excesivo del dispositivo, el borrado constante del historial de navegación, la aparición de nuevas amistades de edad dudosa o la exposición a conversaciones con connotaciones sexuales.
Desde Protección Online se recomienda a los adultos revisar configuraciones de privacidad en redes sociales, limitar el acceso a ciertas plataformas y conocer las aplicaciones que los menores utilizan. La tecnología también puede ser una aliada en la prevención.

"Los controles parentales no reemplazan el diálogo, pero pueden ayudar a identificar comportamientos inusuales y a establecer límites de uso", explica el equipo de Internet Matters, una organización que trabaja con expertos en seguridad digital infantil y desarrollo tecnológico responsable.
Conversaciones honestas que empoderan
La base para una protección efectiva es la comunicación. Hablar abiertamente sobre lo que es el grooming, sin minimizar ni exagerar, permite a los menores identificar situaciones sospechosas y tomar decisiones seguras.
El portal Internet Matters sugiere adaptar el lenguaje según la edad del niño, utilizando ejemplos de la vida cotidiana o comparaciones simples. Es importante dejar claro que en internet también existen personas con malas intenciones, y que si alguien les pide mantener secretos, compartir fotos o hablar de temas que los incomodan, pueden decir "no" y acudir a un adulto de confianza.
"Cuando hablamos con nuestros hijos sobre los riesgos en internet, les damos las herramientas para cuidarse, no para tenerles miedo a las redes sociales", afirma Carolyn Bunting, directora de Internet Matters, una organización sin fines de lucro dedicada a la seguridad digital infantil.
Cómo construir una hoja de ruta familiar
Prevenir el grooming requiere acciones concretas y sostenidas. Algunas ideas para comenzar hoy mismo incluyen:
- Hablar todos los días sobre la vida digital, con interés genuino.
- Crear una lista de reglas familiares para el uso de pantallas.
- Compartir momentos en redes sociales juntos, explorando configuraciones de privacidad.
- Consultar y aprender sobre nuevas aplicaciones con tus hijos.
- Reforzar la autoestima y el pensamiento crítico desde edades tempranas.
El portal Thorn.org, especializado en tecnologías para la protección infantil, ofrece recursos descargables para familias, con guías según la edad, preguntas para abrir conversaciones y consejos para identificar amenazas en línea.
No se trata de tener control absoluto, sino de construir vínculos fuertes y educar para la vida digital con el mismo cuidado con el que enseñamos a cruzar la calle o a respetar su cuerpo. En palabras de John Shehan, vicepresidente del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (NCMEC), "la conversación honesta es la primera línea de defensa contra el abuso online".
Un camino de acompañamiento y empoderamiento
Proteger a los menores del grooming no es una tarea que se resuelve con una aplicación o una charla aislada. Es un proceso continuo de diálogo, presencia y aprendizaje mutuo. Acompañar a nuestros hijos en su vida digital es también una forma de amar.
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Con empatía, escucha y compromiso, cada familia puede ser un espacio seguro donde el uso de la tecnología sea una experiencia positiva. Y si bien los riesgos existen, también existen herramientas, estrategias y redes para prevenir, detectar y actuar a tiempo. Esa es la buena noticia.
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