Rosalía dice basta y se suma a la vida volcel... ¿qué es?

La artista Rosalía encendió el debate cuando reveló que está viviendo una etapa volcel. La palabra viene de "voluntary celibate" (celibato voluntario) y define a quienes, por decisión propia, deciden no tener sexo. Lejos de la culpa o el tabú, se trata de un giro en la forma de pensar el deseo, la intimidad y los vínculos.

"Estoy conmigo", dijo Rosalía a la periodista Mar Vallverdú, en el pódcast Radio Noia, citada por el medio argentino Clarín. "No estoy cerrada al amor, pero ahora quiero enfocarme en otras cosas". La sinceridad de sus palabras conectó con miles de personas que también están cuestionando mandatos sociales sobre el sexo.

Y no es la única. Desde Lenny Kravitz hasta Lady Gaga han compartido experiencias similares. Kravitz ha hablado abiertamente de su celibato como un camino espiritual. Gaga ha dicho que el celibato la ayudó a enfocarse en su bienestar emocional. Drew Barrymore contó en su blog que eligió no tener relaciones durante un largo tiempo para sanar. Emma Watson se describió como "self-partnered". Lo que antes era privado, ahora es parte de una conversación pública.

Una decisión personal que cambia el enfoque

Ser volcel no es una renuncia al deseo. Tampoco es una moda sin sentido. Es una elección consciente de poner pausa a la vida sexual por razones personales, emocionales o espirituales. En Psychology Today, el doctor Justin Lehmiller, del Instituto Kinsey, explica que muchas personas encuentran en el celibato voluntario una forma de autocuidado. "Alejarse del sexo puede dar espacio para crecer, sanar o enfocarse en otras áreas como la salud mental, el trabajo o la creatividad", afirma.

Lehmiller también destaca que esta tendencia responde a un cambio cultural más amplio. "Los humanos están siendo cada vez menos sexualmente activos, con algunos renunciando al sexo por completo", dijo en una entrevista para el sitio de noticias del Instituto Kinsey. Estas decisiones, afirma, reflejan una transformación en cómo se vive la intimidad hoy.

La psicóloga Noelia Benedetto, consultada por Clarín, señala que el volcel también puede ser una forma de respuesta crítica al mandato de hiperdisponibilidad sexual. "Nos invitan a estar siempre listas para el deseo ajeno. El volcel frena eso y nos permite pensar desde qué lugar queremos vincularnos", afirma.

No confundir volcel con incel

A diferencia de los "incels" (involuntary celibates/ célibes involuntarios), quienes desean tener sexo pero sienten que no pueden, los volcels lo eligen. No hay frustración, hay decisión. Hay pausa. Hay introspección. Y, muchas veces, hay alivio.

En redes, el término se usa cada vez más. Aparecen frases como: "Estoy en mi etapa volcel y me encanta" o "Volcel hasta nuevo aviso". Se dice con humor, pero también con orgullo. Es una manera de marcar límites y priorizarse sin necesidad de dar explicaciones.

Otra forma de pensar el deseo

La idea de que el deseo siempre debe expresarse a través del sexo está siendo desafiada. Hoy, muchas personas prefieren formas de intimidad emocional, creativa o espiritual. El volcel abre ese espacio.

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El crecimiento de esta tendencia también responde a un cambio generacional. Muchas personas jóvenes están cuestionando la idea de que el sexo es imprescindible para una vida plena. Y están encontrando formas alternativas de conectar consigo mismas y con otros.

Como dijo Rosalía: "Estoy en una relación conmigo misma, y me gusta". Esa frase, simple pero poderosa, captura el corazón de una tendencia que está redefiniendo cómo vivimos el deseo, la libertad y el bienestar.