Santa Ana 22oC   70% H San Salvador 22oC   87% H San Miguel 22oC   89% H Surf City 23oC   87% H
  mapa
EDH

Firpo campeón Shakira en El Salvador Calendario Mundial 2026 Temporada de Navidad Conciertos en El Salvador Festivales Turismo en El Salvador Noticias

Banner versión desktop Banner versión móvil
El auge de los medicamentos para adelgazar en 2025 vino acompañado de advertencias médicas sobre seguimiento profesional y cambios de hábitos para evitar el efecto rebote.

¿Qué cambió en 2025 con los medicamentos para perder peso?

En 2025, los medicamentos para perder peso cambiaron la conversación sobre obesidad, dejando una lección clara: su impacto real depende del estilo de vida.

Avatar del autor

Por EFE
Publicado el 27 de diciembre de 2025

 

TU RESUMEN

En 2025, los medicamentos para perder peso marcaron un cambio en el abordaje de la obesidad, al consolidarse como una herramienta médica respaldada por evidencia científica. Los fármacos basados en hormonas como la GLP-1 demostraron eficacia para reducir el apetito y favorecer la pérdida de peso, pero también dejaron una lección clara: su impacto depende del estilo de vida. Expertos advierten que sin alimentación equilibrada y actividad física los resultados no se sostienen. Además, el año expuso desafíos como los efectos secundarios y el efecto rebote, reforzando la importancia del seguimiento médico y de hábitos saludables a largo plazo.

Escuchar este artículo

En 2025, los medicamentos para perder peso consolidaron un cambio profundo en la forma de abordar la obesidad, según EFE, al pasar de una expectativa centrada únicamente en el fármaco a una mirada integral que combina tratamiento médico, alimentación equilibrada y actividad física. El año dejó en evidencia que estos medicamentos, basados principalmente en hormonas como la GLP-1, pueden ser una herramienta eficaz, pero solo cuando se integran a hábitos sostenidos en la vida diaria.

La expansión del uso de estos fármacos estuvo acompañada por un mayor respaldo institucional y científico. La Organización Mundial de la Salud publicó este año una guía en la que reconoce que existe evidencia suficiente para recomendar su uso en el tratamiento de la obesidad, siempre bajo prescripción médica y dentro de un enfoque integral de salud.

Este posicionamiento marcó un hito, al considerar la obesidad como una enfermedad crónica que puede requerir tratamiento farmacológico, pero sin desligarla de los cambios en el estilo de vida. La OMS subraya que el acceso a estos medicamentos debe ampliarse, aunque advierte que no sustituyen la dieta ni la actividad física.

Cómo funcionan los fármacos que marcaron 2025

Los medicamentos para adelgazar que protagonizaron 2025 actúan imitando la hormona GLP-1, que el organismo libera de forma natural tras la ingesta de alimentos. Esta hormona regula el apetito y contribuye a la sensación de saciedad, lo que reduce la cantidad de comida consumida.

Las versiones farmacológicas de estas moléculas están diseñadas para permanecer más tiempo activas en el cuerpo, prolongando ese efecto de plenitud. Según los estudios citados, este mecanismo permite disminuir la ingesta calórica diaria y facilita la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso.

Entre los fármacos más conocidos se encuentran Ozempic y Wegovy, ambos con semaglutida como principio activo, aunque con indicaciones distintas; Saxenda, basado en liraglutida, y Mounjaro, que utiliza tirzepatida. Todos ellos fueron parte central del debate sanitario y científico durante el año.

Te puede interesar: Por qué el alcohol afecta más a las mujeres que a los hombres

Más allá del peso, los estudios mencionados en el artículo indican que estos medicamentos también se asocian con beneficios cardiovasculares, como la reducción del riesgo de infarto, ictus e insuficiencia cardíaca, lo que amplió su relevancia en el ámbito médico.

Lo que dice la ciencia sobre beneficios y límites

El interés global por estos fármacos quedó reflejado en publicaciones científicas de alto impacto. La revista Science destacó en 2025 el potencial de los análogos de GLP-1 no solo para el tratamiento de la obesidad, sino también por sus posibles efectos positivos en otras enfermedades, entre ellas trastornos neurodegenerativos como el alzhéimer o el párkinson, que aún se encuentran en fase de estudio.

Por su parte, la revista BMC Medicine publicó análisis sobre la eficacia de estos medicamentos y sobre uno de los principales desafíos detectados: la recuperación del peso tras suspender el tratamiento. Los datos muestran que, en ausencia de cambios sostenidos en el estilo de vida, muchas personas vuelven a ganar kilos en un periodo relativamente corto.

La evidencia de 2025 refuerza que los fármacos para perder peso solo son efectivos cuando se integran a una alimentación saludable y actividad física sostenida.
La evidencia de 2025 refuerza que los fármacos para perder peso solo son efectivos cuando se integran a una alimentación saludable y actividad física sostenida. /Shutterstock

Este fenómeno, conocido como “efecto rebote”, se convirtió en uno de los ejes centrales del debate en 2025, al evidenciar que la medicación no resuelve por sí sola el problema del exceso de peso.

La advertencia de los expertos sobre el estilo de vida

Los especialistas coinciden en que el principal aprendizaje del año es la necesidad de integrar los fármacos dentro de un abordaje más amplio. El catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad Rovira y Virgili de Tarragona, Jordi Salas, es contundente al respecto.

“No está indicado tomar el fármaco sin dieta y sin ejercicio físico”, sostiene Jordi Salas, al subrayar que el tratamiento farmacológico debe ir acompañado de cambios reales en la alimentación y en la actividad física para que los resultados se mantengan en el tiempo.

El experto advierte que utilizar estos medicamentos como una solución aislada aumenta el riesgo de recuperar el peso perdido una vez que se interrumpe el tratamiento. Según explica, la modificación de hábitos es clave para consolidar los efectos logrados con el fármaco.

Esta visión fue compartida por otros especialistas citados en el artículo, quienes remarcan que la pérdida de peso sostenible requiere un enfoque a largo plazo, adaptado a la vida cotidiana de cada persona.

Efectos secundarios y necesidad de seguimiento médico

El retrato de 2025 también incluye las advertencias sobre los posibles efectos secundarios de estos medicamentos. Entre los más frecuentes se mencionan molestias gastrointestinales y, en casos menos comunes, pancreatitis, lo que refuerza la importancia del control médico durante el tratamiento.

Los expertos insisten en que estos fármacos deben ser prescritos y supervisados por profesionales de la salud, con un seguimiento que permita evaluar beneficios, tolerancia y riesgos. La automedicación o el uso sin indicación adecuada forman parte de las preocupaciones señaladas en el debate sanitario.

Durante el año, el aumento de la demanda puso en evidencia la necesidad de mejorar la información disponible para los pacientes, evitando expectativas irreales y promoviendo un uso responsable.

El balance que dejó 2025

El año cerró con un consenso cada vez más claro. Los medicamentos para perder peso representan un avance significativo en el tratamiento de la obesidad y cuentan con respaldo científico e institucional. Sin embargo, también dejaron al descubierto sus límites cuando no se integran a un cambio de hábitos.

El mensaje que se consolidó en 2025 es que el éxito del tratamiento no depende solo del fármaco, sino de su combinación con una alimentación equilibrada, actividad física regular y seguimiento médico.

La radiografía presentada por EFE Salud muestra que el verdadero cambio no fue solo farmacológico, sino conceptual. El foco pasó de buscar soluciones rápidas a entender la pérdida de peso como un proceso de largo plazo, donde el estilo de vida ocupa un lugar central.

TAGS:  Deportes | Medicamentos | Nutrición | Obesidad | OMS

CATEGORIA:  Vida | Cuerpo y mente

💡
¿Qué deseas ver ahora?