¿Cuál es la edad ideal para darle el primer celular a tus hijos?
Actualmente, muchos niños sueñan con tener su primer celular, pero para los padres, esta decisión viene cargada de dudas. Estos son los factores que deberías considerar antes de decir “sí”.
Por
Leidy Puente
Publicado el 24 de agosto de 2025
En El Salvador, casi todos los hogares tienen al menos un celular, lo que plantea a los padres la duda de cuándo dar el primero a sus hijos. Según la psicóloga Susana Galán, la edad recomendada es entre los 9 y 10 años, cuando los niños comienzan a mostrar mayor responsabilidad. Los motivos principales son seguridad y comunicación, aunque también hay riesgos como ciberacoso, adicción o acceso a contenido inapropiado. Los expertos sugieren empezar con un celular básico, en modalidad prepago, acompañado de normas claras, supervisión constante y diálogo familiar para garantizar un uso responsable y seguro.
En El Salvador ya no sorprende que los niños pidan su primer celular. Según la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (SIGET), al cierre de 2024 había más de 11 millones de líneas móviles activas, lo que equivale a casi 1.8 líneas por persona.
Además, el 95.7 % de los salvadoreños tiene al menos un celular y más de 7 millones de esas líneas cuentan con acceso a internet. En este contexto, el celular dejó de ser un lujo para convertirse en parte del día a día… incluso para los más pequeños.
La psicóloga clínica Susana Galán considera que los 9 o 10 años son una buena edad para que los niños comiencen a portar un celular, ya que en esa etapa tienen un poco más desarrollada su responsabilidad.
“A esa edad me parece más adecuado, pues saben más cosas e incluso se les puede condicionar. Por el contrario, un menor de, por ejemplo, seis años tiende a hacer un mal uso del aparato”, explica Galán.
Aun así, la edad ideal puede variar según la madurez del niño y las necesidades de cada familia. Lo importante es que esta decisión se acompañe de normas, seguimiento y diálogo constante.
Uno de los principales motivos por los que los padres acceden a dar un celular es la seguridad. Poder contactar al niño en caso de retrasos, cambios de planes o emergencias da mucha tranquilidad.
Además, los teléfonos actuales permiten el uso de GPS, funciones de localización y acceso a recursos educativos como libros digitales, aplicaciones de aprendizaje y enciclopedias en línea.

¿Qué tipo de celular es mejor?
Para los más pequeños, lo mejor es empezar con un teléfono básico, resistente, económico y sin acceso a internet.
“Lo ideal es un modelo convencional, con buena batería, que permita comunicarse con los padres, pero que no represente un riesgo de exposición a contenido inadecuado”, sugiere la especialista.
Los smartphones se recomiendan hasta los 13 o 16 años, cuando los adolescentes ya tienen mayor capacidad de autocuidado y comprensión de los riesgos digitales.
¿Prepago o plan?
La modalidad prepago es la más utilizada en el país y también la más recomendada por los expertos.
“Con plan, los niños no tienen límites. Y a esa edad no se les puede dar demasiada libertad, porque cometen muchos errores que no están preparados para sobrellevar”, advierte Galán.
Asignar una cantidad fija de saldo por día o semana permite que los padres controlen el uso y lo reserven solo para llamadas necesarias o emergencias.

Riesgos que no deben ignorarse
Aunque tener celular tiene ventajas, también implica riesgos importantes. Entre los más frecuentes están:
- Sexting: envío de mensajes o imágenes con contenido sexual.
- Ciberacoso y grooming: contacto con desconocidos con fines maliciosos.
- Adicción al celular: puede afectar el sueño, el rendimiento escolar y la salud mental.
- Pérdida de habilidades sociales: si el uso es excesivo, puede interferir en la interacción en la vida real.
- Acceso a contenido inapropiado: sin filtros ni supervisión, los menores pueden exponerse a materiales no aptos para su edad.
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¿Cómo acompañar esta decisión?
Para que el uso del celular sea seguro y beneficioso, la psicóloga recomienda que los padres establezcan reglas claras desde el inicio, definan horarios específicos para su uso —evitando que los niños lo lleven a la cama o lo utilicen durante las comidas— y supervisen de forma regular el contenido del dispositivo, al menos hasta los 12 años.
A la vez, es clave revisar las aplicaciones instaladas, monitorear el uso de redes sociales, activar controles parentales y hablar con los hijos sobre la importancia de la privacidad. Enseñarles a no compartir datos personales ni responder mensajes de desconocidos puede prevenir muchos riesgos. Y por supuesto, predicar con el ejemplo, si los adultos usan el celular con responsabilidad, los niños aprenderán a hacerlo también.
De esta manera, darles un celular a tus hijos es una decisión que va más allá del regalo, requiere acompañamiento, límites, comunicación y educación constante. Si se maneja bien, puede ser una herramienta útil. Si no se supervisa, puede convertirse en un riesgo.
“Podés elegir qué tipo de teléfono darle, cuánto saldo ponerle o qué apps permitir, pero lo más importante siempre será estar presente, guiar y supervisar”, concluye Galán.
Retomado de El Diario de Hoy.
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