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Opinión | Pascal: Liz Truss, primera ministra británica para tiempos de tormenta

Escogida en una forma de primarias en el Partido Conservador, supo unir una mayoría de parlamentarios y militantes que tuvieron que escoger entre ella y Rishi Sunak, el ministro de economía saliente. Ahora bien, ¿será Lizz Truss una primera ministra de transición o logrará iniciar una nueva era en que los desafíos no faltan?

Por Pascal Drouhaud
Politólogo, presidente LATFRAN

Liz Truss es oficialmente primera ministra del Reino Unido. Sucesora de Boris Johnson, involucrado desde hace meses en una serie de crisis y escándalos que pesaron más sobre su persona que sobre su política, la 59a primera ministra británica y tercera mujer en ocupar ese cargo, llega en tiempo difíciles al 10 (sede de la residencia y oficinas del Primer ministro en Londres, en Downing Street). Es la cuarta primera ministra desde el Brexit en 2016.


Escogida en una forma de primarias en el Partido Conservador, supo unir una mayoría de parlamentarios y militantes que tuvieron que escoger entre ella y Rishi Sunak, el ministro de economía saliente. Ahora bien, ¿será Liz Truss una primera ministra de transición o logrará iniciar una nueva era en que los desafíos no faltan?


Por cierto, el periodo de recuperación económica que parecía beneficiar a Gran Bretaña desde la salida de la crisis sanitaria parece haber acabado: el PIB se contrajo de 0.1% en el segundo trimestre cuando todavía el crecimiento económico alcanzaba unos 0.8% durante los primeros meses del año. El sector de los servicios dentro de los cuales la salud esta impactada, mientras la inflación tiene consecuencias sobre el poder adquisitivo de los hogares. Las luces rojas se encienden mientras sigue por definirse la hoja de ruta de la economía pos-Brexit. Muchos hacen comparación de la Primera ministra con la mítica Margaret Thatcher. Pero, es principalmente, sobre la similitud de los desafíos económicos que aparece con 43 años de diferencia desde su asunción.

En 1979, la inflación alcanzaba 10%. Las huelgas, la transformación de la economía es ineludible a raíz de la crisis del carbón. Las turbulencias entre Rusia, entonces la Unión Soviética, y Occidente eran fuertes: invasión en Afganistán, tensiones en Europa antes de la crisis en Polonia, crispaciones en América Central antes de los conflictos en los años 1980, el contexto internacional era tanto complejo como el actual. Hoy en día, la guerra en Ucrania, a raíz de la invasión rusa del 24 de febrero, se anuncia larga y las consecuencias internacionales se hacen sentir: aumento del costo de la energía, tensiones sobre los productos alimentarios, redefinición de los enlaces internacionales…


Finalmente, Liz Truss podría retomar el famoso discurso de Winston Churchill el 13 de mayo de 1940: "No tengo más que sangre, trabajo, lagrimas y sudor que ofrecer" para poder sobrepasar los tiempos que se están anunciando. Las previsiones económicas anuncian un aumento de 80% del precio de la energía, con un precio legal de las tarifas aumentadas de 1,971 a 3,549 pounds al año, acelerando dificultades económicas para más de 58% de los habitantes.
Por el momento, la nueva primera ministra excluye un techo al precio del gas o de la electricidad, tanto como sobre un posible regulación de dicho mercado. El aumento de los precios es de 10% sólo para julio pasado.

El propio banco central anuncia unos 13% para Octubre. Goldman Sach proyecto unos 22.4% en el principio del año 2023. Lizz Tuss anuncia querer librar una batalla global: inflación a la par de una reactivación económica cuando el esquema de una probable recesión se está perfilando, al igual que inquietud y principio de cólera en unos sectores como los empleados, en transportes, telecomunicaciones.


Los sindicatos llaman a un aumento de los salarios para compensar el costo de la vida cuando movimientos cívicos lanzan peticiones como el “Don’t pays UK" llamando a no pagar las facturas energéticas en octubre. Degradación de los servicios públicos, crisis energética, inflación, el tríptico de una probable crisis económica constituye el desafío de Lizz Truss. Por el momento, habla más de los impuestos que de una reactivación económica doblada de unos "escudos sociales" del Estado. Y por cierto, Liz Truss, canciller saliente en el gobierno de Boris Johnson, se convirtió al "hard Brexit" cuando era en 2016 favorable al tanto más famoso "remain" en la Unión Europea.

Quedan por definirse los grandes temas que llevan sobre los intercambios comerciales: se debe privilegiar nuevas rutas comerciales, con Asia dentro de otras mientras tensiones económicas aparecen en China. ¿Cómo se podrá definir la frontera en el norte de Irlanda? ¿Cómo la City, el centro de negocios en Londres, podrá recuperar su licencia para poder operar en la Unión Europea? En materia de política exterior, hizo parte de los que apoyaron sin hesitación, a Ucrania, dejando entrever un seguimiento de política de suministro de armas en el marco de un apoyo total a Kiev.
Posición firme frente a Rusia y dura con China. Fuentes en sus cercanías, afirman que podría declarar China como una "amenaza" para la seguridad nacional británica, rompiendo con las asociaciones económicas que existían. Esta en una lógica de prevención e anticipación de crisis, considerando que los eventos en Ucrania deben servir de ejemplo, con énfasis con la posición de los Estados Unidos sobre dichos temas. Por cierto, desde el estallido del conflicto en Ucrania, el mundo cambia: una lógica de bloques internacionales parece volver, los ejercicios conjuntos sino-rusos “Vostok 2022" en el extremo oriente ruso resuenan como un acercamiento bilateral, con una significación política e operacional bien fuerte.


Las presiones sobre el suministro de unos productos alimentarios tanto como fertilizantes ponen en riesgo una parte de África tanto como en América Latina. Tantas realidades que revelan un mundo bajo presión hacia una forma de polarización. Liz Truss llega al poder en este contexto: continuismo con Boris Johnson o creación de una nueva perspectiva, la primera ministra británica tiene poco tiempo para impulsar su huella política.

Tras ser oficialmente nominada siendo, fue recibida por la ahora extinta reina Elizabeth II en el castillo de Balmoral, en Escocia, un acto inédito ya que es la primera vez que la monarca británica recibía a su primera ministra en su residencia de verano en lugar del Palacio de Buckingham. Acto práctico con un toque de innovación, quizás anuncia la tonalidad de lo que será política de Liz Truss.

Especialista en relaciones internacionales/politólogo

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