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Soñemos, siempre soñemos

Soñemos con nuestros propósitos más anhelados; soñemos en fin, que somos personas felices, contentas, alegres de vivir; soñemos, en fin en elevar nuestra autoestima a niveles de felicidad, de alegría, de encanto, de paz y de contento.

Por Carlos Alberto Saz

Sí, siempre soñemos, ya sea dormidos o despiertos. Soñemos, por ejemplo que obtendremos nuestro título universitario, tan deseado ; soñemos que vamos caminando por un jardín cultivado de las flores más lindas y bellas, de toda clase; soñemos con nuestros propósitos más anhelados; soñemos en fin, que somos personas felices, contentas, alegres de vivir; soñemos, en fin en elevar nuestra autoestima a niveles de felicidad, de alegría, de encanto, de paz y de contento.
Y como decía el político y dramaturgo español Pedro Calderón de la Barca (1600-11681), autor de numerosas obras literarias, entre las que destaca “La vida es sueño”. Estudió con los jesuitas del Colegio Imperial de Madrid y luego en Alcalá y Salamanca.
”Y tuvo una turbulenta juventud; participó en la campaña de Cataluña (1640). En 1651 se ordenó sacerdote. Capellán de Reyes Nuevos (1653-1663), se estableció definitivamente en la corte al nombrarle el rey capellán de honor”.
”Su primera obra fechada (‘Amor, honor y poder’) es de 1623. Con ésta inicia una producción compuesta de 120 comedias, 80 autos sacramentales y unas 20 obras menores, caracterizada por su gran variedad: comedias de capa y espada (‘Mañas de abril y mayo’, ‘La dama duende’, ‘Casa con dos puertas’, ‘No hay cosa como callar’, ‘El escondido y la tapada’, ‘Dar tiempo al tiempo’, dramas de honor y celos. Y entre sus obras filosóficas están ‘La vida es sueño’, ‘El mágico prodigioso’ y ‘Saber del bien y del mal’ (“La Enciclopedia”, Volumen 3. Editorial SALVAT. S. A., Madrid, España, 2004).
“La vida es sueño” .
“La vida es sueño” es un drama en tres jornadas. El joven príncipe Segismundo , hijo de Basilio, rey de Polonia, vivía recluido en una torre aislada en un bosque, a la que estaba prohibido acercarse bajo pena de muerte; y el prisionero no podía ver ni hablar con nadie, fuera de su preceptor, el noble alcalde de la fortaleza, Clotaldo, a cargo del cual había corrido la enseñanza del príncipe, quien le debía sus conocimientos de las ciencias, la política y la vida. La reclusión de Segismundo fue decretada por el rey, cuando aquel nació por temor a que se cumpliese un pronóstico sacado de la Astrología -ciencia que el monarca cultivaba- , según el cual su hijo lo humillaría un día a sus pies.
Este es el inicio de un comentario de “La vida es sueño”. Leamos esta bella obra del genio de las letras españolas, Pedro Calderón de la Barca, una de las novelas más interesantes del mundo literario. ¡Sí, señores!

Maestro, sicólogo, gramático.

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Literatura Y Lengua Opinión

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