El viernes 1 de marzo, Cuba quintuplicó el precio de la gasolina. Vladimir Regueiro, ministro de Finanzas y Precios, también ratificó el incremento de 25% a las tarifas de electricidad para los sectores de mayor consumo, como parte de una batería de medidas anunciadas en diciembre recién pasado para 2024 con el objetivo de disminuir el déficit fiscal de la isla.
Esto ha tenido consecuencias en la vida diaria de los ciudadanos cubanos. Los apagones afectaron a un 33% de la isla el horario de mayor consumo, según comunicó la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE). Con tal pronóstico se mantiene una tendencia a los elevados índices de afectación atribuida principalmente al déficit de combustibles en el país.
La UNE refirió a que, actualmente, se encuentran fuera de servicio por falta de combustible 95 centrales de generación, mientras tres unidades generadoras presentan averías e igual cantidad están en mantenimiento.
El sistema eléctrico cubano se encuentra en una situación precaria, evidente en los frecuentes fallos y roturas de sus obsoletas centrales terrestres, a causa de la falta crónica de inversiones y mantenimiento.
Afectaciones en la industria
La fábrica de cemento Siguaney, ubicada en el municipio de Taguasco, Sancti Spíritus (zona central de la isla), planea producir este año 20,000 toneladas, menos de la mitad de las elaboradas en 2023, 47,000 toneladas. Según publica el diario regional Escambray (perteneciente al Estado cubano), el motivo es la fuerte crisis energética que vive Cuba y que le obliga a detener las industrias cuya demanda de corriente eléctrica es muy elevada.
El director adjunto de la empresa, Daniel Valdés Medina, dijo a ese medio que la producción se dividirá en 18,000 toneladas de cemento gris y 2,000 de blanco que se entregarán al balance nacional.
Miguel Antonio Morales Duany, otro funcionario de Siguaney, explicó que la planta consume 40 megavatios diarios “cuando funciona en su totalidad”, una cifra insostenible para el Gobierno cubano, que desde hace varios días mantiene el déficit de generación por encima de los 1,000 megavatios. En el parte que ofrece diariamente la compañía estatal Unión Eléctrica (UNE) se anunció para este lunes un déficit de 1125 megavatios de los 3,120 necesarios para satisfacer la demanda del país, es decir, más de un tercio.
La escasez de cemento impacta directamente el programa de construcción de viviendas en el país. Hasta octubre del 2023, se habían construido 13,300 inmuebles, apenas el 54% de lo planificado, según el portal 14 y Medio. La prensa oficial admitió que la principal causa es la falta de acero y cemento.
La inflación galopante
El alza al precio del combustible ha generado preocupación entre la población, que teme una escalada de precios, en medio de la inflación que afecta al país desde 2021. Los precios subieron 30% en 2023 y 39% en 2022, según cifras oficiales que expertos consultados por la AFP consideran subestimadas.
“Esto (la compra de combustible) hay que dejarlo para primeras necesidades, todo lo que sea hospitales y alimentos”, dice a AFP Juan Alberto Machín, de 44 años y asistente de producción.
Para el economista cubano Pedro Monreal, con este aumento “se ‘corrige’ una distorsión”, al vender la gasolina a precio real, pero tendrá “efectos transversales, aumentando la distorsión de salarios desalineados del costo de la vida”, dijo en su cuenta de X.
El salario promedio mensual es 4,200 pesos cubanos, equivalentes a $35, a la tasa oficial de 120 pesos. Cuba tiene, además, otra tasa para transacciones bancarias de empresas, a 24 pesos por un dólar.
En 2023 el país importó 203,000 toneladas de gasolina, cuando la demanda en el país es de 360,000 toneladas, según datos oficiales.
Venezuela es el principal proveedor de crudo de Cuba, mientras que México y Rusia contribuyen desde el año pasado a atenuar el severo déficit de la isla.
Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas debido a los efectos de la pandemia, del reforzamiento del embargo de Estados Unidos y a las debilidades internas por una reforma monetaria que inició hace tres años y no tuvo los resultados esperados.
El régimen se defiende
“Ante el recrudecimiento del bloqueo, Cuba amplía su cooperación con el Programa Mundial de Alimentos (PMA)”, ese fue el título con el que el medio oficialista Cuba Debate se pronunció ante la petición de leche hecha por el gobierno a Naciones Unidas.
En ese texto, el régimen intenta rebajar el escándalo, afirmando que la solicitud se inserta en la práctica de la relación bilateral, la cooperación de larga data y las acciones identificadas dentro del Plan Estratégico País para Cuba hasta 2024.
Fue el propio PMA quien señaló la excepcionalidad de los hechos, al confirmar que, pese a que hace años que mantiene programas de colaboración en la Isla “es la primera vez que Cuba solicita apoyo emitiendo una comunicación oficial al más alto nivel de dirección”.
El organismo dijo a EFE que tuvo conocimiento de la situación por dos fuentes en distintos ministerios de la isla, que había una “necesidad urgente” y destacó “la importancia de esta solicitud” en el contexto de “profunda crisis económica que enfrenta Cuba”.
La petición se hizo en diciembre por carta y la agencia ha entregado “144 toneladas métricas de leche en polvo”. Además, el PMA subrayaba que no había un “marco temporal”, por lo que la ayuda se extenderá sin fecha de fin prevista y ha llevado a la agencia a “movilizar recursos adicionales” de “donantes tradicionales y no tradicionales”.
A la crisis de la leche se suma la del pan. Este básico de la dieta escaseará durante marzo, ha advertido el Gobierno. Al menos el que se puede conseguir con la libreta de abastecimiento, una serie de productos subvencionados por el Estado.