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Lo bueno, malo y feo del régimen de excepción en las comunidades

La población que vive en colonias de historial conflictivo aceptan como bueno el régimen de excepción. Malo porque continúan pagando extorsión y feo porque familiares han sufrido agresiones y acoso por parte de policías y soldados.

Por Jonatan Funes | Jun 18, 2022- 21:54

Foto EDH/aRCHIVO

Lo bueno:

Habitantes del Reparto Las Campaneras, en Soyapango, califican como bueno el régimen de excepción y quieren que el gobierno lo mantenga, aunque estén con la incertidumbre si esa tranquilidad será sostenible en el tiempo.

El Diario de Hoy visitó Las Campaneras, entre otras colonias, semanas antes de aprobarse el régimen y constató cómo la gente, durante años, se acopló y se resignó a vivir rodeada de pandilleros. El reportaje fue publicado el 31 de marzo como: “Así se vive en colonias y barrios bajo el acoso de las pandillas”, que fue una recopilación de testimonios de habitantes de distintas colonias del Gran San Salvador para recopilar algunas leyes y reglas que las pandillas exigen que sean cumplidas para no correr el riesgo de sufrir represalias.

Dos meses después regresamos a Las Campaneras para saber si la población ha sentido un cambio desde el 26 de marzo, cuando aprobaron los primeros 30 días de régimen y que ha sido prorrogado de forma inconstitucional.

Lo que la comunidad aplaude es la seguridad que se ha montado. El cerco militar para tener mayor control de los que ingresan y salen. Los patrullajes preventivos y las capturas de pandilleros con sus colaboradores. Aseguran estar con más tranquilidad porque ya no observan a los “muchachos” que se mantenían como vigilantes afuera de los pasajes, observando cada movimiento que pasaba en el lugar.

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Lo malo:

Pero ante los resultados con las casi 42,000 capturas que confirman las autoridades, hay una realidad que todavía se mantiene y es la extorsión.

Los comerciantes aseguran que la pandilla se las ha ingeniado para seguir cobrando, incluso ante la presencia de policías y soldados tienen que pagar “puntual”, semana tras semana. A otros les han manifestado que por el momento el pago está en “pausa”, pero que “después” tienen que saldar deudas con todo e intereses.

“La extorsión, la mantengo, pago 10 dólares semanales. Solo salen a traer (la renta) o mandan gente. La diferencia es que uno ya no les ve la cara a cada rato, pero si algo queríamos es dejar de pagar, uno quería tratar de ahorrar ese dinero”, expresó una de las víctimas.

Sí, algo es notorio en las víctimas es que hablar de la extorsión es arriesgar su vida, así estén rodeados de militares. Algunos prefieren guardar silencio y responder con movimientos de cabeza, de abajo hacia arriba. Otros ocupan una conversación no tan literal para responder. “Está en pausa, con eso le digo. Al salir de nuevo como dicen a ponernos al día. A uno le da miedo porque es información que anteriormente mucha gente ha muerto por andar contando. Esto es algo que lo sabe el gobierno, todo el vecindario, lo sabemos todos”, concluyó otra víctima de extorsión.

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Ante esta situación prefieren no denunciar porque aseguran que ha habido ocasiones que los mismos policías informan de quién hizo la denuncia. “La verdad no siento que sea viable denunciar. No estás seguro porque no sabes que día te van a llegar a tocar la puerta, independientemente sea la policía o algún pandillero”, mencionó un habitante de la colonia.

En Villa Mariona 1, de Cuscatancingo, la población se siente más segura con el régimen, los patrullajes policiales han aumentado y han dejado de pagar la extorsión. “Pagábamos 15 dólares semanales de renta, 10 dólares mensuales de parqueo y en diciembre había que darle el aguinaldo de 30 dólares. Ahorita no han tenido valor de venir”, expresó uno de los habitantes.

A pesar de las capturas que se han realizado en el lugar, comentan que aún faltan. Hay algunos que se movilizan en carro Villa Mariona 1 y 2 y andan cometiendo ilícitos. “Solo andan como dos bichos ahí que al rato van a caer porque la semana pasada vinieron en un carrito a ponerle la pistola a los de la arrocera San Francisco y le quitaron el dinero al pobre”, afirmó.

Otro de los habitantes manifestó sentirse seguro, pero que es lamentable que en algunos casos arresten a personas sin vínculos con las pandillas. “Por el momento siento que está bien el régimen, aunque se están llevando a jóvenes que no tienen nada que ver con las pandillas. Yo conozco una persona que no tenía nada que ver y por tener tatuajes se lo han llevado”, aseguró.

Otros prefieren no opinar por el temor que les genera que pueden estar siendo observados. “Da miedo porque a uno nadie lo respalda, nadie lo cuida. La gente aquí tiene familia que son y eso es bien peligroso. Para erradicar las pandillas va a estar bien difícil”, manifestó.

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Lo feo

En Valle de Sol, en Apopa, las madres han pasado de sentir angustia porque sus hijos sean acosados por las pandillas a ser capturados por la policía por el simple hecho de ser joven y vivir en una colonia “caliente”.

Una mujer que ha vivido desde 1994 en la colonia y que recuerda cómo pasó de ser una comunidad tranquila a ser etiquetada como roja, se siente mejor, pero su tranquilidad se ve afectada por su hijo, que es joven y tiene temor que la policía o los soldados puedan capturarlo al confundirlo. “Yo le digo a mi hijo que saque la solvencia y los antecedentes para que vean que es gente honrada”, explicó la mujer.

La misma situación enfrenta una madre de la colonia Las Margaritas en Soyapango. Ella, al igual que el resto de la población, está de acuerdo en la guerra contra las pandillas, pero no en los golpes que seis soldados le propiciaron a su hijo porque su ropa interior era un bóxer cuadriculado.

El joven de 23 años, que trabaja con el padre, se dirigía a hacer unas diligencias cuando fue interceptado por soldados. Lo cuestionaron y registraron sin encontrarle ningún ilícito, pero su delito fue un bóxer cuadriculado. “A veces me da miedo porque la autoridad no atina, anda agarrando al primero que aparezca. A mi hijo me lo golpearon de puro gusto solo porque andaba un bóxer cuadriculado”, explicó la mujer.

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