Para el doctor en criminología, Carlos Ponce, dice que la ampliación del régimen de excepción evidencia una vez más la inefectividad del Plan Control Territorial, el especialista considera que no existe el Plan y solo es una fachada para esconder las negociaciones entre el Gobierno y las pandillas, algo que ha sido ampliamente publicado por investigaciones de El Faro.
Ponce señala que el poder de la pandilla se ha consolidado aún más y ve una posible pugna entre el ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, y el director de Tejido Social, Carlos Marroquín, por la captura de un pandillero, esa detención habría sido el detonante de la alza de homicidios en todo el país (87 asesinatos), en marzo pasado
El especialista afirma que la captura en Guatemala y posible extradición del pandillero el Viejo hacia Estados Unidos es una de las preocupaciones del Gobierno, por su nivel de involucramiento en negociaciones ilegales.
Sobre la liberación del Crook y su viaje a México, sostiene que eso hará una evolución sin precedentes de la pandilla MS-13 con los cárteles mexicanos.
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El Diario de Hoy habló de nuevo con el experto en seguridad y criminalidad sobre el Plan Control Territorial (PCT) y el régimen de excepción, estos fueron sus comentarios:
¿Cuál ha sido el rol del ministro Gustavo Villatoro y el director de Centros Penales, Osiris Luna en la situación de violencia en el país?
Antes de que entrara en vigencia el régimen de excepción, Villatoro estaba en una posición endeble, ya que, de acuerdo a las investigaciones periodísticas, Marroquín era el operador principal de la negociación entre el oficialismo y las pandillas.
Esto sugiere que Marroquín estaba a cargo de la verdadera estrategia de seguridad y Villatoro no era más que una figura ornamental, sin mucho poder y sin un mando real sobre el brazo coercitivo del Estado.
Tanto la Policía y la Fuerza Armada estaban bajo el mando de personas que han gozado de una línea directa con el presidente y su círculo interno.
Según revelan las investigaciones periodísticas, Villatoro provocó el fin de la negociación operada por Marroquín con la captura de un pandillero protegido bajo un acuerdo pactado entre dicho funcionario y cabecillas pandilleros.
Las siguientes preguntas son de rigor para analizar esta situación: ¿Finalizó realmente la negociación entre las pandillas y el Estado con la implementación del régimen de excepción? ¿Es el régimen de excepción solo otra cobertura similar al PCT utilizada para esconder una nueva negociación y alcanzar objetivos políticos del oficialismo?
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Hasta el momento no existe información suficiente que permita establecer inequívocamente ante qué escenario estamos. Sin embargo, hay elementos importantes que nos pueden ayudar a completar el rompecabezas.
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¿Quién tiene el poder?
Por ejemplo, Villatoro indiscutiblemente ha pasado a ser una figura central después de la implementación del régimen de excepción, lo que indica que su posición dentro del aparato de seguridad ha mejorado.
Ahora es de los principales protagonistas y, por lo tanto, figura central en la operación de la estrategia post régimen de excepción.
Indiscutiblemente, esto lo expone a ser señalado por las arbitrariedades y abusos cometidos bajo el régimen de excepción.
Sin embargo, esto no nos permite determinar si la negociación continua y, de ser así, si esta continúa siendo operada por Marroquín u otra persona.
¿Por qué reaccionó la pandilla con el alza de homicidios ?
Un elemento importante es que las pandillas no desataron una ola de homicidios en respuesta a la implementación del régimen de excepción.
En el pasado, incluso bajo la administración de este gobierno, las pandillas han incrementado los homicidios como medida para obligar al Estado a negociar y mejorar su posición en esa interacción.
A veces estos incrementos han sido cortos, pero en otras ocasiones han sido prolongados. En una dinámica como la que se da en el marco de una negociación entre actores criminales y estatales, los aumentos temporales de la presión a través de la comisión de homicidios se interpretan como un retorno rápido a la negociación con los criminales en una posición privilegiada en el intercambio.
Las olas delictivas prolongadas, en cambio, se interpretan como una falta de acuerdo y una tensión en la negociación.
Por ejemplo, el incremento en los homicidios durante el 2015 y 2016, cuando la negociación operada por David Munguía Payés tuvo que ser retomada por su sucesor cuando fue removido de su cargo debido a una sentencia de la Sala de lo Constitucional.
Las pandillas lanzaron una ofensiva en contra de policías, militares y custodios después de que el intercambio se deterioró.
Las pandillas no hicieron lo mismo con la implementación del régimen de excepción cuando es claro que tienen la capacidad organizacional y operativa para hacerlo.
Esto podría interpretarse como una señal fuerte de que la negociación sigue.
¿El Plan Control Territorial sin régimen de excepción no funcionaba?
Según investigaciones periodísticas, el PCT nunca funcionó, nunca fue la razón detrás de la disminución en la cantidad de homicidios.
El periodismo ha documentado que la estrategia de seguridad del oficialismo fue desde un principio negociar con cabecillas pandilleros.
Las capturas contra pandilleros de bajo rango muestra una desconexión con la Ranfla Nacional que se presume ha negociado con el Gobierno. ¿Hay un divorcio o traición entre ellos?
En otros países, cuando las negociaciones entre estructuras criminales y actores políticos sufren un cambio debido a un relevo de las partes que participan de intercambio, en algunas ocasiones se ha aprovechado capturar a quienes tienen la capacidad de afectar el nuevo acuerdo poniéndolo al descubierto o creando divisiones internas en las organizaciones involucradas.
Es importante determinar si en El Salvador se está dando esto, ya que sería otro indicador importante que la negociación continúa.
¿No habrá un costo más adelante cuando la estructura baja de la pandilla no le importe la orden de la Ranfla?
Mientras exista una estructura sólida y organizada al interior de los centros penales, es muy difícil que las clicas afuera se revelen en contra de quienes mandan al interior.
En otros países, las pandillas penitenciarias han demostrado que quien controla las cárceles, especialmente cuando existe sobrepoblación y condiciones que fomentan el funcionamiento de mercados negros, tienen el poder y control de las calles también.
La forma en que están organizadas las pandillas en El Salvador, particularmente la MS-13, asegura que exista un vínculo fuerte entre las estructuras dentro y fuera de los centros penitenciarios. También permite identificar y neutralizar rápidamente cualquier disidencia.
¿Cómo ves la “liberación”, de cabecillas como el Viejo y el Crook?
La liberación de Crook es particularmente alarmante por el peso que este individuo tiene en El Salvador y el potencial que su vinculación con estructuras del narcotráfico en México tiene en términos de la evolución de la MS-13 en El Salvador.
Según información periodística, este cabecilla pandillero se esconde en México bajo la protección de poderosas figuras del narcotráfico.
Este asocio puede llevar a la MS-13 a dar un salto evolutivo sin precedentes al tener acceso a oportunidades delictivas más lucrativas y socios con gran poder e influencia en la región.
En Guatemala detuvieron al Viejo que será extraditado a Estados Unidos, ¿puede ser útil al Departamento de Seguridad estadounidense?
La extradición del pandillero apodado Viejo desde Guatemala a Estados Unidos es posiblemente una de las preocupaciones más grandes del oficialismo y de las figuras que participaron de negociaciones entre las pandillas y otros partidos políticos.
Un pandillero con el perfil del Viejo tiene información que podría ayudar a las autoridades estadounidenses a mapear la red de corrupción política que ha negociado con la MS-13.
Esto es particularmente significativo considerando que dicha agrupación ha sido designada bajo las figuras jurídicas más complicadas en Estados Unidos y, por lo tanto, las personas que hayan colaborado con sus operaciones están expuestas a responsabilidades civiles y penales.