El peso de la denuncia de las comunidades salvadoreñas en la zona fronteriza con Honduras, sobre el cambio del cauce del río Goascorán y el impacto de ello para los habitantes, llevó a funcionarios municipales de ambos países, de Gobernación, al juez ambiental, representantes de Cancillería y a las comunidad a revisar, ayer la construcción de bordas en el lugar.
Las comunidades denunciantes explican que las bordas fueron construidas en medio del río para proteger terrenos privados a un costado del cauce.
La borda hecha con maquinaria de Obras Públicas, según lo expresado ayer en la reunión, está 50 metros hacia dentro del cauce; según estimaciones del juez ambiental para el oriente del país, Elí Álvarez.
El juez ambiental de Oriente, Elí Álvarez, estimó "necesario" restablecer el cauce del río Goascorán el cual fue obstaculizado por el levantamiento de un dique que ha mermado el agua que llega a las comunidades aledañas. Aún está pendiente cuándo y quién quitará la borda. Video EDH / Iliana Ávila.
Las bordas son líneas de arena construidas con una altura que evita que cuando el caudal del río aumenta, el agua se desborde hacia un determinado lugar.
El análisis del juez
La borda está en el sector del cantón Piedra Blanca, municipio de Pasaquina, y fue construida a solicitud de la municipalidad de Pasaquina.
“El problema es que el Ministerio de Obras Públicas de El Salvador, prácticamente, se introdujo al río sin ningún permiso del Ministerio de Medio Ambiente, en una forma no técnica y construyeron un remedo de borda, y lo construyeron a la mitad del cauce del río, eso significa que tapan el poquito de agua que va aguas abajo y quitan el cauce natural”, añadió el juez Álvarez.
También expresó que la borda debe construirse a la orilla de los terrenos que colindan con el río y no dentro del cauce.
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“Debe de pasar a la orilla de los terrenos porque tenemos 50 metros donde podemos desalojar este material y hacer una nueva borda”, añadió.
Los residentes de la zona costera de los caseríos de Barrancones y Candelaria de la Rompisión, en el cantón Piedras Blancas, del municipio de Pasaquina, explicaron que para ellos es importante que el río les lleve el agua porque es para el uso doméstico y cría de ganado; además el manglar necesita tanto agua dulce como salada para vivir.
Gobernación
La gobernadora de La Unión, Victoria Gutiérrez, llegó al sector conocido como El Carpulero, en el río Goascorán, acompañada de representantes de diversas instituciones que integran la Comisión Departamental de Protección Civil.
“El equipo técnico debe de enviar el informe medioambiental, el MOP que ya hizo sus inspecciones respectivas, y el resto de instituciones que forman parte de Protección Civil deben de enviar sus informes. A raíz de toda esa información es que se va a tomar una decisión pronta”, declaró la gobernadora de La Unión.
La funcionaria salvadoreña expuso que ella no ha “otorgado ningún permiso para realizar acciones específicamente en el sector de Carpulero”.
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Cuando las comunidades denunciaron lo que ocurría en el río, también expusieron que la construcción de las bordas beneficiaba principalmente los terrenos que hay en la zona propiedad de un pariente del síndico de la alcaldía de Pasaquina y de la gobernadora.
El síndico se limitó a decir que sus parientes sí viven ahí , y la Gobernadora manifestó que su padre vive en el sector.
Alcaldía Pasaquina
El alcalde de Pasaquina, José Aparicio Villatoro, aseguró que si cuentan con los permisos del Ministerio de Medio Ambiente para poder construir la borda en medio del cauce del río.
También alegó ser una persona ocupada y que es alguien más quien se encargó de ese asunto.
“La verdad de las cosas soy una de las personas que me mantengo en todas las actividades, yo no alcanzo a visualizar todo tipo de permisos que llegan a la alcaldía y pues por este momento tiene que haber algún permiso. No sé. Anda otras personas que están más enteradas de este tipo de situación” dijo el alcalde.
El edil aseguró que la construcción de la borda nació con el propósito de canalizar el agua del río para que saliera a Barrancones. “Tienen el problema que no les llega el agua dulce; lamentablemente por A o B razón las cosas no salieron como tal vez nosotros pensábamos, pero acá estamos para tratar de resolver y hacer las cosas lo mejor que se pueda” , dijo Aparicio Villatoro.
Pero fueron los residentes de los caseríos de Barrancones y Candelaria de la Rompisión, en el cantón Piedras Blancas, los que gritaron el día de la denuncia “Bordas no queremos. Agua sí queremos. No a los terrenos sí al agua”, También fueron ellos mismos los que gestionaron ayuda a la comuna de Pasaquina y al no tener respuesta fueron a suplicar ayuda a sus vecinos de Honduras.
Las comunidades
“Con la borda no recorre el agua dulce. Vivimos en un lugar que si decidimos hacer un pozo personal no se puede porque al excavar sale agua salada. Nosotros vivimos de este río, nuestra fuente es este río, al no tenerlo se nos hace un gasto grande cada barril de agua cuesta $3.00, pero el agua potable nos lo dan un día de por medio”, dijo Denis Josué Ventura Alvares, residente en caserío Barrancones.
Los pobladores explicaron que son cinco las comunidades afectadas: Chaguites, Playa Blanca, Las Conchas, Candelaria de la Rompision, Barrancones en incluso la comunidad de Muruguaca, en Valle Alianza, Honduras.
“Lo principal es quitar esa borda que está haciendo un obstáculo para que el agua baje. Lo otro es ayudar a la hermana República de Honduras a tapar esas cárcavas a consecuencia de que esa borda detiene la presión del agua y hace que fluya a Honduras”, expuso Ventura.
En Honduras
Los salvadoreños encontraron apoyo del lado hondureño, por ello entre el viernes 22 y el lunes 25 las dos comunidades escoltaron el ingreso de máquinas y operarios de Honduras, para dragar algunas áreas del río que permitieran que el agua llegará a sus zonas.
Caminar junto a la maquinaria para evitar represalias contra sus vecinos hondureños de parte de otros salvadoreños.
Ocho días después, el alcalde del municipio de Valle Alianza, de Honduras, llegó a las orillas del río del lado hondureño, posteriormente con la ayuda de una excavadora cruzó el río Goascorán para conversar con las autoridades salvadoreñas, a quienes les hizo manifiesta su preocupación por la construcción de la borda, incluso ya tenía lista la maquinaria para apoyar en las labores que fueran necesarias.
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“En su momento yo vine con un especialista que ha estado dando asistencia técnica y vio que al seguir haciendo este trabajo (bordas) lo que iba a pasar es que se iba a secar el río en su cauce natural. Lo que hemos estado haciendo es que se enfoque en su cauce natural, no queremos perjudicarlos a ustedes ni que nos perjudiquen a nosotros”, dijo Faustino Manzanares, alcalde Alianza Valle.
El alcalde hondureño explicó que ellos tienen población en una zona baja, “dentro del estudio lo que me han transmitido los especialistas es que como estamos cerca del Golfo de Fonseca hay una contaminación subterránea del agua y se nos están salando los pozos porque no hay sistema de cobertura por la parte superficial y eso nos ha provocado tener este tipo de acciones de trabajo. Lo hacemos nosotros la municipalidad junto a la empresa privada porque vemos la necesidad de la población”, declaró.