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Nicaragüense en EEUU: “Un día así como ganamos Miss Universo, vamos a salir de la crisis política en Nicaragua”

Sheynnis Palacios le brindó una semilla de esperanza a su país al ganar por primera vez Miss Universo, así lo describe Gabriela Solórzano, una periodista nicaragüense que dijo a El Diario de Hoy que aun cuando no se quiere combinar el triunfo con la política en ese país, sí está relacionado.

Por Graciela Barrera | Nov 26, 2023- 08:54

Testimonio de lo que significó el triunfo de Miss Universo para una periodista nicaragüense. Video EDH/ Graciela Barrera

El día que la nicaragüense, Sheynnis Palacios, ganó el Miss Universo, Gabriela Solórzano, otra nicaragüense, estaba en su trabajo en Miami. Trabaja como cajera cuando no está haciendo periodismo de investigación. Allí estaba en la caja, con su celular, mirando cómo otra mujer que creció en el barrio de al lado donde ella vivió en Nicaragua, avanzaba en el concurso. "Ay, que no venga mi supervisora”, pensaba Gabriela muy emocionada.

“Cuando ganó Nicaragua, todo el mundo en el trabajo felicitándonos, prendieron los micrófonos y dijeron, felicidades a nuestros nicaragüenses que están aquí, tienen una reina”.  Para Gabriela significó una emoción muy linda, así lo describió. Le gustó que a partir de eso, a los lugares donde llega y se enteran de que es nicaragüense, le dan  las felicitaciones o le dicen “¡Ve, una Miss Nicaragua! y es un sentimiento tan bonito porque siento que es una semilla de la justicia que vamos a tener algún día y no solamente en un certamen de belleza, sino políticamente”, relató con esperanza.

Gabriela dijo que a través de este triunfo siente que está Dios diciéndoles “Sé que sos la niña pobre a la que se le han violentado los derechos, un día así como ganamos Miss Universo, vamos a salir de nuestra crisis política en Nicaragua”. Ella lo ve como un mensaje de Dios, con el que les dice “yo estoy con ustedes, todo el mundo creía que no por ser un país pobre, pero estoy con ustedes y se los estoy demostrando”. 

Gabriela Solórzano, periodista nicaragüense, comenta qué significó para ella que Sheynnis Palacios ganara Miss Universo.

Gabriela Solórzano es periodista nicaragüense, fue la figura principal de la edición estelar del Canal 12 en su país. Decidió renunciar y salir de Nicaragua, es una de los más de 200 periodistas que dejaron el país por el régimen de Daniel Ortega. Además, la línea editorial que se estaba construyendo en el medio donde trabajaba no coincidía más con la de ella. Ahora, desde Estados Unidos, continúa haciendo periodismo de investigación en Fuentes Confiables Nicaragua, una plataforma digital.

Antes de ser periodista Gabriela tiene un rol todavía más importante. Es madre de una niña de siete años que en Nicaragua no pudo tener una vida estable, a su corta edad tuvo que moverse a tres centros escolares diferentes. Del primer colegio se fue porque la maestra era sandinista, la siguiente vez porque tuvieron que cambiarse de domicilio por la misma inseguridad de tener una madre periodista con postura crítica al gobierno. “Era una situación muy difícil y yo sentía que psicológicamente ya no estaba bien”, expresó.

Solórzano ​​ejercía el periodismo porque es su vocación pero también pensaba en que su hija merece vivir una vida normal, donde sus derechos se respeten, por eso decidió irse a Estados Unidos. “Vos salís de Nicaragua pero no sabes si vas a poder regresar porque a ellos les conviene no tenernos dentro del país”, explicó la periodista. Ahora tiene que dividir su tiempo con su otro trabajo como cajera porque no sobrevive con el mismo salario con el que vivía en Nicaragua.

La crisis sociopolítica en Nicaragua no solo le arrebató a sus ciudadanos trabajos, como el de Gabriela, sino también felicidad. Dividió muchas familias y “no en el sentido de que piensen diferente sino que por ejemplo, mi hermana tuvo que emigrar a Costa Rica y luego se fue a Holanda. Mi mamá tuvo que salir para Costa Rica también, dejé a mi gatita que no pude traerla”, lamenta la nicaragüense. 

Dejar su país no fue fácil para Solórzano, aunque agradece que en Estados Unidos encontró oportunidad de construir otra vida, dijo que no es fácil acostumbrarse a un ritmo de vida como el que se vive allí. Aunque en Nicaragua igual ya no podía salir a tantos lugares porque siempre había gente del gobierno acosándola. No era una vida normal pero tenía a sus amigos con los que se podía reunir, “esas cosas ya no las puedo hacer y eso te aísla totalmente”, lamentó.

Por todo eso, Gabriela dijo que entre tanto dolor que viven los nicaragüenses, incluso estando en el exterior, para ellos fue una semilla de esperanza que Sheynnis ganara uno de los certámenes más importantes porque “nosotros mirábamos a nuestra reina y decíamos ‘la Sheynnis tiene todo para ser una Miss Universo pero no tenemos el dinero’ y aunque no se quiera relacionar políticamente, Sheynnis no comparte ideologías con el régimen de Ortega, quienes podían dar del gobierno, no iban a dar ni un centavo por ella, eso estaba más que claro”, expresó la periodista.

Sheynnis Palacios, Miss Universo 2023, ha sido crítica del régimen de Daniel Ortega. Por ello, Gabriela piensa que no tenía apoyo por parte del gobierno.

Gabriela mencionó que en esta edición de Miss Universo se vio reflejado que de alguna manera estaba conjugada la belleza y la inteligencia porque Sheynnis es una mujer muy inteligente, es comunicadora social y cree que para todos los nicaragüenses, e incluso toda Centroamérica, ha sido una alegría porque “es una fiel representante de los nicaragüenses, es una muchacha que viene desde abajo”. 

La familia de Sheynnis vive en el Barrio La Fuente que está pegado al barrio donde creció Gabriela, “es una chavala que se sacrificó, es hija de una mamá soltera y demostró que eso no es impedimento para cumplir tus sueños, lucha por los Derechos Humanos”, relató. La periodista además admira que en otros certámenes como Miss Mundo, Sheynnis llevó otros proyectos sociales.

Volver a las calles

Me acuerdo que en la última marcha que estuve fue en septiembre del 2020 y desde ese día ya no pudimos volver a salir”. Ese día Gabriela salió a cubrir la marcha, atacaron a los protestantes cívicos y quedó en medio de balas, después sacaron comunicados donde les prohibieron salir. 

Sheynnis les devolvió a los nicaragüenses algo que para ellos ya era imposible hacer: salir con la bandera y gritar con orgullo el nombre de su país, Nicaragua. “Esta muchacha nos devolvió una paz increíble. Ver imágenes de tanta gente en el aeropuerto ondeando una bandera después de tantos años de no poder hacerlo libremente,  ese día fue histórico porque la policía no pudo tener el control ”, dijo Gabriela.

Solórzano describió este triunfo como un respiro, “como si después de que te tapen por mucho tiempo la boca, que te contengan por años y de repente surja una alegría por una de las mujeres en el camino correcto de la historia es esperanzador”. Agregó que si estuviera en Nicaragua, andaría en las calles con la bandera pero ahora ya no puede volver.

Como ella, hay miles de nicaragüenses, sin embargo, han encontrado la manera de no quedarse atrás. Por ejemplo, ese día, según lo relatado por Gabriela, en Miami se hicieron caravanas también para celebrar el triunfo. Ella no pudo asistir porque salía a medianoche del trabajo, pero sus amigos le enviaron videos y estaban haciendo transmisiones en vivo.

Ser mujer bajo una dictadura

La situación de las nicaragüenses es difícil porque se cerraron todos los espacios de las organizaciones no gubernamentales que luchaban por los derechos de las mujeres, los derechos sexuales y reproductivos. “Todo tipo de organización feminista fue acallada por el gobierno, cerraron los espacios de las organizaciones, sin embargo, se continuaba trabajando bajo anonimato, se seguían reproduciendo las listas de los feminicidos, por ejemplo”, comentó Gabriela.

La nicaragüense recuerda que meses después que cerraron la oportunidad de salir a marchar, se celebró el 8M (Día Internacional de la Mujer) en una organización, pero ya no pudieron hacer la marcha afuera. Se reunieron en las instalaciones de la asociación La Corriente y estuvieron adentro, gritaron encerradas todas las consignas. La policía llegó, rodeó la organización y las mantuvo encerradas por tres horas.

“De alguna manera a las mujeres no solamente se nos quita ese poder de reunirnos, de gritar libremente, ni sé qué decir de cómo estamos. Soy una mamá soltera y no pude ejercer mi maternidad de una manera tranquila y en paz,  me he sentido culpable de algo que no es mi culpa como mujer”, explicó Gabriela. 

La periodista mencionó que el régimen ha relegado tanto a las mujeres que hasta se sienten culpables de traer hijos al mundo, a una sociedad tan compleja como lo es ahora Nicaragua, cuando ella y otras mujeres desean vivir una maternidad feliz y tranquila sin situaciones que las obligan a salir del país y vivir en otro donde sí se puedan sentir en paz.

Sheynnis Palacios al ganar el certamen no solo le dio felicidad a Gabriela Solórzano, sino también a su hija. “Cuando escuchó que Sheynnis dedicó la corona a las niñas del mundo, me dijo ‘mami, o sea que yo también puedo un día"', contó Gabriela. Como mamá soltera nicaragüense, le agradece a la nueva Miss Universo que vivió en un barrio cercano al suyo la esperanza que sembró en su niña, y en el resto que todavía está dentro de Nicaragua, de creer en que los sueños sí se cumplen aún en contexto como el de su país.

La hija de Gabriela Solórzano ahora también piensa que es posible cumplir sus sueños.

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