Este 11 de marzo de 2025, el Museo de la Palabra y la Imagen (Mupi) en El Salvador fue escenario de un evento histórico: la develación de la escultura “Prudencia Ayala y la niña, una mirada al futuro”, obra creada por el escultor Keith L. Andrews y la artista salvadoreña Ana Besy Salguero, con ayuda de un equipo de colaboradores.
Esta pieza, que rinde homenaje a la escritora y activista Prudencia Ayala, se enmarca en las celebraciones del Día Internacional de la Mujer y busca inmortalizar el legado de una de las figuras más importantes en la lucha por los derechos civiles y políticos de las mujeres en El Salvador.
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La escultura, que mide 1.65 metros de altura y pesa aproximadamente 700 libras, fue elaborada en arcilla de hilo vasco, con un molde de fibra de vidrio y resina, y finalmente vaciada en concreto con polvo de mármol y tintes minerales.
La obra representa a Ayala abrazando a una niña, simbolizando así la conexión entre el pasado y el futuro, y la relevancia de su legado para las nuevas generaciones: su ejemplo.
Andrews, el escultor estadounidense detrás de la obra, explicó que esta pieza forma parte de su proyecto “100 personas que merecen un monumento”, iniciado en 2017.
Este proyecto busca honrar a personas que, aunque no han sido ampliamente reconocidas por la historia, han contribuido significativamente al bienestar humano, según detalló el creador. Él decidió dedicar el resto de su vida a documentar personajes admirables de la humanidad, héroes locales que lograron algo importante a pesar de no tener un gran equipo o poder económico.
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Por su parte, Salguero, quien colaboró en la creación de la pieza, destacó la importancia de Ayala como una figura adelantada a su tiempo. "Ella estaba adelantada a su tiempo, luchando por los derechos de las mujeres, en especial el derecho al voto, además de otros que no teníamos en esa época. Ella se lanzó como candidata a la presidencia y fue la primera mujer en hacerlo en toda Latinoamérica", afirmó.
UNA VIDA DE ACTIVISMO Y LUCHA
Prudencia Ayala nació el 28 de abril de 1885 en Sonzacate, departamento de Sonsonate, El Salvador. Desde muy joven, mostró un interés profundo por la justicia social y la igualdad de género.

Aunque no tuvo acceso a una educación formal, desarrolló un gran intelecto y una fuerte conciencia social que la llevaron a convertirse en una de las figuras más influyentes de su tiempo.
En 1930, Ayala se convirtió en la primera mujer en Latinoamérica en postularse como candidata a la presidencia de su país, un acto revolucionario en un contexto donde las mujeres no tenían derecho al voto. Aunque su candidatura no tuvo éxito, su valentía y determinación abrieron un debate público sobre el papel de las mujeres en la política y sentaron un precedente para futuras generaciones de mujeres líderes.
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Además de su activismo político, la salvadoreña fue una prolífica escritora y periodista. Fundó el periódico Redención Femenina, donde promovió sus ideales feministas y sociales.
Entre sus obras más destacadas se encuentran "Escribiendo para las locas" y "Payaso Gallito", textos en los que denunció las injusticias sociales y abogó por los derechos de los trabajadores, los indígenas y otros grupos marginados.

Prudencia Ayala falleció el 11 de julio de 1936, a los 51 años, pero su legado sigue vigente en la lucha por la igualdad de género en El Salvador y en toda Latinoamérica. Su figura es un recordatorio de la importancia de la participación de las mujeres en la política y en la vida pública.
“100 PERSONAS QUE MERECEN UN MONUMENTO”
Keith L. Andrews, el escultor detrás de la obra, explicó que el proyecto “100 personas que merecen un monumento” surgió de una reflexión sobre la falta de reconocimiento a héroes locales y personas que, aunque no forman parte de los grandes relatos históricos, han contribuido significativamente al bienestar humano.
“Me di cuenta de que en las áreas públicas no existían monumentos a héroes locales, ni a los ayudantes, los miembros de los equipos que trabajaban con los grandes hombres. Sin estos equipos, no podrían haber logrado lo que hicieron en sus vidas”, manifestó Andrews, en entrevista vía mensajería.
Hasta la fecha, el creador estadounidense ha realizado 27 esculturas, de las cuales más de a mitad están dedicadas a mujeres. La mayoría de estas obras se encuentran en Estados Unidos, aunque también hay piezas en Honduras y ahora dos en El Salvador. La primera escultura en el "Pulgarcito de América" fue un homenaje al doctor José Rutilio Quezada y otros exitosos exiliados involuntarios, ubicada en Quezaltepeque.

La escultora salvadoreña Ana Besy Salguero, quien conoce a Andrews desde que se fundó el colectivo de escultura TEA, destacó la importancia de trabajar en un proyecto que rinde homenaje a una figura tan relevante como Ayala. “Trabajar con Keith ha sido una excelente experiencia. He disfrutado todo el proceso, que a veces ha sido como un experimento y otras como una aventura”, expresó Salguero.
Salguero, quien ha estado involucrada en el mundo de la escultura desde hace más de 20 años, expresó su admiración por la vida y el legado de Ayala. “Ella estaba adelantada a su tiempo, luchando por los derechos de las mujeres en una época en la que estos temas eran impensables. Espero que este monumento sirva para que las nuevas generaciones conozcan su historia y se inspiren en su ejemplo”, afirmó.
La escultura “Prudencia Ayala y la niña, una mirada al futuro” no solo busca honrar a una figura histórica, sino también transmitir un mensaje de esperanza y continuidad. Como explicó Keith L. Andrews, el punto focal de la obra no es solo Prudencia Ayala, sino la interacción entre ella y la niña que representa el futuro.
“El hecho de que estén abrazadas e intercambiando miradas trata de enseñar la relevancia del ejemplo e ideales de Prudencia para nosotros durante nuestros esfuerzos de confrontar el futuro”, señaló el escultor.

La develación de esta escultura en el Mupi no solo es un acto de reconocimiento a una de las figuras más importantes de la historia de El Salvador, sino también una invitación a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la importancia de seguir luchando por la igualdad de género. Prudencia Ayala, con su valentía y visión, sigue siendo un faro de inspiración para las generaciones presentes y futuras.
(Artículo elaborado con asistencia de IA)