Artritis reumatoide: convivir con el dolor

Este 12 de octubre se conmemoró el día mundial de este padecimiento crónico. Un diagnóstico oportuno, un tratamiento adecuado, terapias y grupos de autoayuda son la mejor alternativa para controlar ese intenso dolor.

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Existen más de 100 tipos de artritis. / Foto Por EDH / Shutterstock

Por EFE

2019-10-12 8:30:46

El dolor en la rodilla la alertó, sin embargo cuando este pasó a la muñeca y luego al tobillo, la mexicana Mónica Hernández supo que algo no estaba bien. Tras acudir con varios especialistas, a sus 28 años, le diagnosticaron artritis reumatoide.

“No sabía de qué se trataba esta enfermedad, pero pensaba que solo a las personas mayores les pasaba. Fue muy complicado aceptar el diagnóstico y aprender a vivir con dolor, porque ese ya no se quita nunca”, explicó a la agencia EFE la paciente.

El 12 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Artritis Reumatoide, un padecimiento que, según detalla el reumatólogo Julio César Casasola, es autoinmune y crónico, que produce dolor, inflamación y rigidez y que puede incapacitar.

En Latinoamérica, según cifras de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), existen 34 millones con discapacidad permanente y 140 millones con discapacidad temporal a causa de las enfermedades reumáticas.

Casasola, quien está adscrito al servicio de Reumatología del Hospital General de México, explicó que esta patología no tiene una causa conocida, aunque el aspecto genético es un factor de riesgo para desarrollarla.

Del mismo modo, señaló que, aunque se piensa que es una condición que se da en personas mayores, la realidad es que suele presentarse entre la segunda y la tercera década de vida.

Mónica, quien ya tiene más de 17 años con la enfermedad, reconoció que tuvo que adaptarse a su nueva condición.
“Hacer mi cama, abrir botellas, eran labores titánicas. Parecen tonterías, pero cuando padeces la enfermedad es muy difícil hacerlas”, comentó Hernández.

La mayor afectación ha sido vivir con dolor, pues cada vez que sus articulaciones se inflaman, siente un intenso dolor.
Hernández encontró un poco de alivio cuando encontró un especialista y le recetó los medicamentos; son ellos los que la han ayudado a sobrellevar su enfermedad.

Casasola apuntó que el objetivo del tratamiento es solamente detener la progresión de la enfermedad, pero también se requiere que los pacientes acudan a terapia física y grupos de autoayuda para poder mejorar. Y destacó la importancia del diagnóstico oportuno y el tratamiento adecuado con lo cual “es posible modificar el curso del padecimiento y, por ende, mejorar la calidad de vida de los pacientes”.