El restaurante Riquísimo al paladar, que funcionaba a un costado de la 25 avenida Norte, de San Salvador, entre el bulevar Tutunichapa y el redondel conocido como Fuente Luminosa, cerró sus operaciones.
Los dueños decidieron cerrar debido a amenazas constantes por resistirse a pagar una elevada cifra como extorsión, según detallaron en un comunicado y en una entrevista a El Diario de Hoy.
“Nos despedimos de nuestros clientes agradeciendo su muy especial preferencia y cariño. Hay realidades en nuestro país que no se pueden ocultar cuando como empresa eres víctima de la delincuencia que cada día afecta a las personas honradas que tratan de ganarse la vida de la manera correcta ante la inactividad de las instituciones que deberían combatir este flagelo. Esperamos Volver Pronto”, reza una publicación acompañada por una imagen en la que se destaca el texto: Cerrado por delincuencia.
El Diario de Hoy comprobó que el restaurante lucía cerrado en la mañana de este viernes, a pesar de que 24 horas antes en su página de Facebook promocionaba los platillos que ofrecía, entre estos, comida mexicana.
En la misma red social colgaron un comunicado en el que ampliaban detalles sobre los motivos del cierre, en el cual se indica que desde el número de celular 6049-6174 habían recibido amenazas.
“Con mucho dolor e impotencia comunicamos que sin alternativas posibles nos vemos obligados a cerrar nuestras instalaciones debido a la situación de delincuencia que atraviesa nuestro país. Nuestra empresa está siendo extorsionada y recibido amenazas de parte de los grupos delincuenciales que controlan las extorsiones en el Gran San Salvador…”, reza el comunicado.
El documento añade: “Esperamos que esta situación se acabe en algún futuro y podamos tener autoridades de seguridad que combatan realmente el tema de las extorsiones y no solo en la publicidad en redes y con vídeos atractivos a quienes no viven día a día con la inseguridad y preocupación de la población común”.
Mil dólares para comenzar y 500 mensuales
De acuerdo con el testimonio de una persona vinculada al restaurante, hace varias semanas delincuentes habían llegado al negocio a extorsionar bajo amenazas. Los empleados colaboraron entre sí para entregarles dinero y que no los estuvieran molestando, es decir, para que los dejaran trabajar en paz.
Pero desde hace poco más de una semana, llegaron armados, dijeron que querían más dinero y pidieron hablar con el propietario del negocio porque a quien querían fregar era a él. Dijeron que querían mil dólares de adelanto y que tendrían que estar pagando una cuota de 500 dólares mensuales.
Se retiraron pero dejaron un número de teléfono al que el dueño tenía que hablar o de lo contrario iban a matar a la gente que trabajaba allí para darle la lección al dueño si no aceptaba pagar el dinero.
El dueño atendió la indicación e hizo la llamada, en la cual les dijo que se calmaran porque el negocio no estaba tan próspero pero que tenía la intención de seguir generando trabajo para sus colaboradores que casi todos tienen varios hijos.
El propietario del restaurante permitió que sus colaboradores escucharan lo que se hablaba con los delincuentes quienes se identificaron como miembros de la Pandilla 18; quien habló con el dueño del restaurante dijo que recién había salido de la cárcel y que si alguien más llegaba a quererlos extorsionar, que les dijera que ya estaba pagando.
El restaurante Riquísimo al paladar estaba funcionando en ese local desde mayo de 2020. Con el cierre del negocio, son 14 personas las que quedan sin empleo. La fuente aseguró que el negocio no tiene una rentabilidad tan buena como para pagar las cantidades que los delincuentes exigían.
De acuerdo con fuentes policiales consultadas de manera extraoficial, el sector donde funcionaba el restaurante Riquísimo al paladar está bajo control de la pandilla 18 Revolucionaria.
Cerca de donde funcionaba el restaurante, la mencionada pandilla tiene uno de sus principales bastiones en San Salvador: la comunidad Tutunichapa.