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Reducir el uso de redes sociales a 30 minutos al día por una semana puede disminuir síntomas de ansiedad, depresión e insomnio, según un nuevo estudio.

Una semana con menos redes mejora la salud mental en jóvenes

Un estudio con adultos jóvenes reveló que reducir el uso de redes sociales a 30 minutos al día durante una semana disminuye síntomas de ansiedad, depresión e insomnio.

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Por elsalvador.com
Publicado el 27 de noviembre de 2025

 

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Reducir el uso de redes sociales a unos 30 minutos diarios durante una semana puede mejorar el bienestar emocional en adultos jóvenes, según un estudio citado por The New York Times. La investigación, realizada con casi 300 participantes de entre 18 y 24 años, encontró disminuciones en síntomas de ansiedad, depresión e insomnio, especialmente en quienes ya mostraban mayor afectación. Aunque expertos advierten que no sustituye un tratamiento profesional y que los resultados pueden variar, otros destacan que una pausa digital breve es una estrategia sencilla y accesible que podría generar mejoras rápidas en el estado de ánimo.

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Reducir de manera significativa el tiempo en redes sociales durante solo una semana puede mejorar el bienestar emocional en adultos jóvenes, según un nuevo estudio que encontró descensos importantes en síntomas de ansiedad, depresión e insomnio cuando los participantes limitaron su uso diario de plataformas como Instagram, TikTok, Facebook, Snapchat y X a unos 30 minutos. La investigación, explicada por The New York Times, analizó a casi 300 personas de entre 18 y 24 años que aceptaron voluntariamente realizar una pausa digital y reportaron cambios positivos tras siete días de menor exposición.

Una intervención breve con efectos medibles

El estudio siguió a 295 voluntarios, quienes antes de iniciar la prueba utilizaban redes sociales cerca de dos horas al día. Durante la semana de “desintoxicación”, lograron reducir ese tiempo a aproximadamente media hora diaria. Los participantes completaron encuestas antes y después del experimento para evaluar síntomas de depresión, ansiedad, insomnio, soledad y conductas problemáticas asociadas al consumo digital.

Los resultados mostraron mejoras claras: los síntomas de ansiedad bajaron un 16,1 %, los de depresión disminuyeron un 24,8 %, y los de insomnio se redujeron un 14,5 %. La mejoría fue más notable en quienes ya presentaban signos más severos de depresión. En contraste, la sensación de soledad no cambió de forma significativa, un dato que los investigadores atribuyen a que las plataformas siguen cumpliendo una función social positiva para muchos jóvenes.

El profesor John Torous, psiquiatra y coautor del estudio, explicó que disminuir el uso de redes no sustituye la atención médica profesional, pero sí puede complementar el tratamiento. “Reducir las redes sociales desde luego no sería tu primera línea ni tu único tratamiento”, dijo. “Pero el estudio demuestra que podría ser útil como tratamiento complementario”. Según Torous, los promedios son alentadores, aunque matizó: “La varianza era tan tremenda que los promedios no cuentan toda la historia”.

Qué ocurre cuando se limita el uso diario

Los investigadores utilizaron técnicas de fenotipado digital, un método que registra el comportamiento en tiempo real a través del teléfono. Esto permitió observar que, aunque muchos participantes pasaron menos tiempo en redes, aumentaron su uso general del dispositivo para actividades no vinculadas a las plataformas sociales. Aun así, los expertos señalan que los beneficios provienen más de evitar conductas dañinas —como la comparación social o el uso compulsivo— que del tiempo total de pantalla.

Torous comentó que los jóvenes se ofrecieron voluntariamente al estudio con entusiasmo. Abandonar Facebook y X resultó relativamente fácil, pero las plataformas visuales como Instagram, TikTok y Snapchat fueron más difíciles de limitar. También destacó que el interés de los participantes es una señal de que muchos jóvenes buscan comprender cómo influye su comportamiento digital en su salud mental.

El estudio llega en un momento de amplio debate sobre los efectos del uso excesivo de pantallas. Mientras algunas voces, como la del psicólogo social Jonathan Haidt, advierten sobre el deterioro del bienestar juvenil asociado a los celulares, otros especialistas piden cautela y aseguran que lo que realmente afecta a los jóvenes es lo que hacen en internet, no necesariamente el tiempo que pasan conectados.

Críticas y dudas sobre la metodología

Aunque los resultados han sido recibidos con interés, varios expertos externos han cuestionado el diseño del estudio. Christopher Ferguson, profesor de psicología de la Universidad de Stetson, señaló que la ausencia de un grupo de control dificulta interpretar los hallazgos. “Sin comparación con un grupo de control, estas cifras literalmente carecen de sentido”, dijo. También advirtió que, en un contexto de “pánico moral tecnológico”, los estudios que muestran efectos suelen recibir más atención que los que no encuentran cambios significativos.

La profesora Candice L. Odgers, especialista en ciencias psicológicas e informática en la Universidad de California, coincidió en que parte de la mejoría podría estar influida por las expectativas de los propios participantes. “Si constantemente le decimos a la gente que las redes sociales son malas para ellos y que tomarse un descanso es bueno, y luego les pedimos que se tomen un descanso y nos cuenten cómo se sienten después, esto es lo que vemos”, afirmó.

Pese a las críticas, otros especialistas ven señales alentadoras. Mitch Prinstein, director científico de la Asociación Psicológica Estadounidense, destacó que la evidencia existente apunta a que “la depresión, la ansiedad y la soledad suelen disminuir” cuando las personas se alejan temporalmente de las redes sociales. Describió la pausa digital como “una solución sencilla y gratuita que parece conducir a una rápida mejoría”.

Beneficios, límites y próximos pasos

La psicóloga Jean Twenge, investigadora de la Universidad Estatal de San Diego, consideró que los efectos más pronunciados entre personas con depresión sugieren que una pausa de una o dos semanas podría funcionar como un tratamiento complementario accesible. Además, indicó que estos resultados contradicen la idea de que el problema radica simplemente en que quienes tienen depresión usan más redes sociales.

Las pausas digitales permiten recuperar hábitos saludables que favorecen el bienestar emocional, especialmente en jóvenes que buscan reducir el estrés.
Las pausas digitales permiten recuperar hábitos saludables que favorecen el bienestar emocional, especialmente en jóvenes que buscan reducir el estrés. / Shutterstock

Sin embargo, queda un vacío importante: la duración del efecto. Twenge señaló que, si los participantes vuelven a sus hábitos tradicionales, es probable que los beneficios desaparezcan. “La clave sería ver durante cuánto tiempo puede la gente mantener un uso moderado de las redes sociales”, dijo.

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La literatura científica previa muestra conclusiones mixtas. Ferguson publicó un metaanálisis de 27 experimentos que relacionaban las pausas en redes sociales con la salud mental y concluyó que el efecto promedio era “estadísticamente no diferente de cero”. Otra revisión de 10 estudios en Scientific Reports tampoco halló beneficios concluyentes. En contraste, un metaanálisis de 32 experimentos publicado en SSM-Mental Health sí encontró mejoras pequeñas pero significativas en el bienestar subjetivo.

¿Qué puedo hacer?

Aunque el debate científico continúa, muchos expertos coinciden en que probar una pausa breve puede ser una estrategia accesible para quienes sienten que las redes sociales afectan su estado de ánimo o su descanso.

Algunas recomendaciones prácticas incluyen:

  • Silenciar notificaciones durante varios días.
  • Eliminar temporalmente las aplicaciones más adictivas.
  • Configurar límites automáticos de tiempo de uso.
  • Aprovechar el espacio mental para actividades offline como leer, caminar, conversar o hacer ejercicio ligero.

Como afirmó Torous en la entrevista citada por The New York Times, “probablemente valga la pena experimentar para ver si reducir las redes sociales te ayuda a sentirte mejor”.

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