Antojitos con plátano: dulzura tradicional en cada bocado

En El Salvador, las tardes tienen un sabor especial. Ya sea en el campo o en la ciudad, muchos esperan ese momento para sentarse a compartir un cafecito con algo dulce, tibio y hecho en casa. Y en ese ritual de la merienda, hay un protagonista que nunca falta: el plátano maduro. Frito, cocido, relleno o al horno, el plátano es base de muchos antojitos que nos reconectan con nuestras raíces y nos regalan una dosis de cariño y sabor.

A continuación te compartimos cuatro recetas tradicionales con plátano que podés preparar en casa. Son sencillas, económicas y están cargadas de historia y sabor. Lo mejor es que no necesitás ingredientes difíciles de encontrar ni utensilios sofisticados. Basta con tener ganas de cocinar y compartir. Podés hacer estas recetas en una tarde libre, en fin de semana o cuando querás sorprender con un detalle casero lleno de tradición. Cada bocado te hará sentir más cerca de El Salvador, sin importar en qué parte del mundo estés.

Canoas de plátano

Estas canoas son perfectas para una tarde dulce. La cremosidad del relleno se complementa con el sabor dulce del plátano y el aroma de la canela en polvo.

Ingredientes:

5 plátanos maduros

4 cucharaditas de pasas

3 cucharaditas de canela en polvo

1/2 cucharadita de vainilla

Una raja de canela

Para el relleno:

1/2 taza de azúcar

3 cucharadas de maicena

2 tazas de leche líquida

2 tazas de agua

2 rajitas de canela

3 yemas de huevo

Ralladura de naranja

Preparación:

Pela los plátanos y fríelos enteros en aceite. Reservá. Aparte, disolvé la leche y el azúcar en el agua, agregá la maicena, la vainilla, las yemas y la ralladura de naranja. Cociná con la canela hasta obtener una crema espesa. Dejá enfriar. Luego abrí los plátanos a lo largo, rellenalos con la crema, decorá con pasas y espolvoreá canela al gusto.

Plátano en gloria

Un postre clásico, sencillo pero cargado de sabor. Se puede comer tibio o frío, y es perfecto para acompañar un café negro.

Ingredientes:

5 plátanos

1 1/2 litros de agua

1 taza de azúcar

1 raja de canela

6 clavos de olor

Preparación:

Pela los plátanos y cortalos en rodajas. En una olla, colocá el plátano con el agua, el azúcar, la canela y los clavos. Cocé por 30 minutos o hasta que estén suaves. Podés servirlo con un poco de canela en polvo.

Empanadas de plátano

Estas empanadas son infaltables en la tarde salvadoreña. Podés hacerlas con relleno de leche o de frijol, según tu antojo.

Ingredientes:

5 plátanos maduros

Pizca de sal

Aceite para freír

Para el relleno de leche:

1/2 taza de azúcar

3 cucharadas de maicena

3 yemas

1/2 cucharadita de vainilla

1/2 litro de leche

1/2 litro de agua

Una raja de canela

Ralladura de naranja

Para el relleno de frijol:

1 taza de frijoles molidos fritos

Preparación:

Cocé los plátanos en agua hasta que estén suaves. Hacelos puré y agregá una cucharada de azúcar. Para la poleada, disolvé el azúcar y la canela en el agua con leche, agregá la maicena, las yemas, vainilla y ralladura de naranja. Cociná hasta que espese y dejá enfriar. Formá las empanadas con puré de plátano, tomá una bolita en la mano, formá un disco y rellená con poleada o frijol, cerrá y freí. Rebozá en azúcar antes de servir.

Pastel de plátano

Ideal para una reunión o simplemente para compartir en casa. Esta receta combina lo dulce del plátano con el sabor salado del quesillo y los frijoles.

Ingredientes:

10 plátanos maduros

1 libra de quesillo

1 1/2 taza de frijoles molidos fritos

Azúcar al gusto

Canela al gusto

Aceite para freír

Preparación:

Cortá los plátanos por mitad y luego en tajadas. Fríelos hasta que doren. En un refractario, colocá capas de plátano, frijoles y quesillo. Terminá con una capa de plátano. Espolvoreá azúcar y canela. Horneá a 350 °F por 5 minutos o hasta que el quesillo se derrita. Dejá enfriar, cortá y serví.

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Una herencia que se comparte

Estos antojitos con plátano no solo llenan el estómago, también llenan el alma. Son recetas que muchas veces aprendimos de nuestras abuelas, que se comparten entre generaciones y que nos conectan con lo más auténtico de nuestra identidad. Así que la próxima vez que tengás plátanos maduros en casa, ya sabés que tenés el ingrediente estrella para una tarde deliciosa y llena de recuerdos.

Tomado de Revista Buen Provecho.