Expertos advierten que el abuso de vitamina D puede ser peligroso
Tomar vitamina D sin control médico puede provocar desde náuseas hasta piedras en los riñones. Expertos advierten sobre los riesgos del exceso de esta vitamina.
Por
EFE
Publicado el 08 de octubre de 2025
Tomar suplementos de vitamina D sin control médico puede causar efectos adversos como náuseas, vómitos, pérdida de apetito y, en casos graves, cálculos renales o daño en los riñones. Según la agencia EFE, los farmacéuticos advierten que el exceso de esta vitamina eleva el calcio en sangre, lo que altera el equilibrio del organismo. Aunque la vitamina D es esencial para los huesos y el sistema inmunológico, su consumo debe hacerse solo con indicación médica. Los expertos recomiendan obtenerla de forma natural mediante una dieta equilibrada y exposición moderada al sol, especialmente en zonas de clima tropical.
El consumo de suplementos de vitamina D sin supervisión médica se ha convertido en una práctica cada vez más común en distintos países. Impulsado por mensajes en redes sociales que promueven su supuesto poder para fortalecer el sistema inmunológico o mejorar el ánimo, este hábito puede tener consecuencias graves para la salud si no se administra con criterio profesional.
Según informó la agencia EFE, la Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria advirtió que el uso indiscriminado de vitamina D está generando una “fiebre de suplementación desmedida”, con personas que la consumen sin indicación médica, muchas veces sin siquiera tener un déficit comprobado. Esta tendencia se observa paralelamente con un aumento en las pruebas de laboratorio para medir los niveles de vitamina D, tanto en servicios públicos como privados.
Los especialistas subrayan que la vitamina D es esencial para el metabolismo óseo y la regulación del calcio, pero su exceso puede resultar tóxico. Por eso, recomiendan utilizarla solo bajo prescripción médica y evitar el consumo continuado sin control profesional.
Por qué el exceso de vitamina D puede ser peligroso
El principal problema del abuso de vitamina D es que esta sustancia estimula la absorción intestinal de calcio. Cuando se acumula más calcio del necesario en el torrente sanguíneo, se produce una condición conocida como hipercalcemia, que puede alterar el equilibrio del organismo.
De acuerdo con la información recopilada por Pharmacy Times y Health.com, el exceso de calcio circulante puede provocar síntomas como náuseas, vómitos, dolor abdominal, pérdida del apetito, fatiga, debilidad muscular, sed excesiva y una necesidad constante de orinar. En casos más graves, puede causar confusión mental, deshidratación y arritmias cardíacas.
Si la hipercalcemia persiste, puede afectar el funcionamiento de los riñones y favorecer la aparición de cálculos renales o, incluso, insuficiencia renal. Estos efectos se agravan cuando las dosis de vitamina D son muy altas o se combinan con suplementos de calcio.
Según EFE, los farmacéuticos de Atención Primaria subrayan que el exceso de vitamina D, además de provocar síntomas digestivos y musculares, puede derivar en daño renal a largo plazo y afectar la salud cardíaca.
Un problema global: falta de consenso médico y exceso de información
Uno de los factores que explican el uso indebido de vitamina D es la falta de consenso sobre los valores óptimos que debe tener esta vitamina en sangre. Según el informe citado por EFE, cuando se aplica un umbral de suficiencia de 30 nanogramos por mililitro (ng/ml), hasta un 88 % de la población parece tener niveles bajos. Si el umbral baja a 20 ng/ml, el porcentaje se reduce a 37 %, y con 10 ng/ml, apenas un 7 % es considerado deficiente.
Esta variabilidad genera confusión tanto en profesionales como en pacientes, lo que lleva a muchas personas a consumir suplementos sin necesidad real. Los expertos advierten que no hay evidencia suficiente para recomendar análisis masivos en la población sana ni para iniciar tratamientos preventivos sin una evaluación médica.
Lo que recomiendan las autoridades sanitarias
El Ministerio de Sanidad español —que ya emitió una alerta tras el ingreso hospitalario de 16 personas por sobredosis de vitamina D— recordó la importancia de un uso prudente y basado en la evidencia científica. El organismo señaló que la vitamina D cumple una función vital en el metabolismo del calcio, pero que su administración debe limitarse a los casos donde exista una justificación médica clara.
Además, subrayó que la principal fuente de vitamina D sigue siendo la exposición solar moderada, complementada con una dieta variada. La suplementación sin control puede ser ineficaz o incluso perjudicial, especialmente cuando se superan las dosis recomendadas.
Cómo mantener niveles adecuados de forma segura
La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria explicó a EFE que una persona sana puede mantener niveles adecuados de vitamina D con una ingesta diaria de entre 600 y 800 unidades internacionales (UI). Esa cantidad puede lograrse fácilmente a través de la alimentación y el sol, sin necesidad de suplementos adicionales.
Algunos alimentos ricos en vitamina D son:
- 100 gramos de atún a la plancha (aproximadamente 1.000 UI)
- 100 gramos de setas frescas (entre 400 y 800 UI)
- Lácteos fortificados, huevos y pescados grasos
En regiones con clima tropical y abundante radiación solar, basta con exponer brazos, piernas o rostro al sol entre 5 y 15 minutos al día, preferiblemente en las horas de menor intensidad solar, para que el organismo produzca la cantidad necesaria de vitamina D. Si la exposición es más prolongada, se recomienda usar protector solar para evitar quemaduras y envejecimiento prematuro de la piel.
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Cuándo sí es necesario suplementar
Los farmacéuticos explican que solo deben recibir suplementos de vitamina D las personas con diagnóstico confirmado de deficiencia o aquellas con enfermedades crónicas que interfieran con su absorción. También puede estar indicada en casos de hiperparatiroidismo, alteraciones del calcio o fósforo, y cuando existan sospechas de toxicidad o déficit asociado al uso prolongado de ciertos medicamentos.
Las autoridades sanitarias recomiendan siempre realizar un control médico y analítico antes de iniciar cualquier tratamiento con suplementos. En tratamientos prolongados, se deben monitorizar los niveles de calcio en sangre y la función renal para evitar complicaciones.
Consejos para un uso responsable
- No automedicarse. Evitar iniciar suplementos sin indicación médica o sin conocer los niveles reales de vitamina D.
- Respetar las dosis. Las autoridades internacionales recomiendan no superar las 4.000 UI diarias en adultos sin seguimiento médico.
- Elegir fuentes seguras. Adquirir suplementos solo en farmacias o establecimientos regulados.
- Priorizar el sol y la dieta. En zonas cálidas, la exposición moderada al sol y una alimentación equilibrada suelen ser suficientes.
- Consultar ante síntomas. Náuseas, vómitos, pérdida de apetito o fatiga pueden ser señales de exceso de vitamina D.
Como resume el informe difundido por EFE, la vitamina D es fundamental para la salud ósea y muscular, pero no está exenta de riesgos. Su consumo sin control médico puede alterar el equilibrio del calcio, afectar los riñones y el corazón, y causar efectos adversos que muchas veces se confunden con otros problemas de salud.
Los expertos coinciden en que la mejor manera de mantener niveles adecuados es combinar una exposición solar prudente con una dieta rica en alimentos naturales. La suplementación debe ser una herramienta médica, no una moda.