Migraña, 9 consejos prácticos para prevenir y controlar las crisis

La migraña es más que un simple dolor de cabeza: es un trastorno neurológico que afecta a una de cada siete personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de una condición que provoca dolor intenso, náuseas y sensibilidad a la luz o al ruido. Aunque no tiene cura definitiva, puede controlarse si se identifican los desencadenantes y se adoptan hábitos saludables. Detectarla a tiempo y aprender a convivir con ella marca una gran diferencia en el día a día de quienes la padecen.

¿Qué es la migraña y por qué ocurre?

La Sociedad Española de Neurología explica que se trata de una cefalea recurrente que aparece en forma de crisis, con intensidad variable. Aunque no se conoce con exactitud su origen, se sabe que las neuronas de quienes la padecen son más reactivas y envían impulsos a los vasos sanguíneos, provocando cambios que generan dolor.

Factores como el estrés, los cambios hormonales, la falta de sueño, el consumo de ciertos alimentos o incluso las variaciones del clima pueden desencadenar un episodio. Por eso, los médicos insisten en que cada persona debe aprender a reconocer sus propios detonantes, ya que pueden variar de un paciente a otro. Conocer cómo responde el organismo es clave para diseñar estrategias de prevención.

Los principales desencadenantes de la migraña

Entre las causas más comunes identificadas por especialistas destacan:

* Consumo de alcohol o tabaco.

* Alteraciones hormonales (como el ciclo menstrual).

* Olores fuertes o exposición a luces intensas.

* Cambios bruscos de clima o altitud.

* Estrés y falta de descanso.

* Ejercicio físico sin preparación adecuada.

* Alimentos como chocolate, lácteos, cacahuates, embutidos con nitratos, vino, queso curado, pescado ahumado o productos con glutamato monosódico.

Reconocer estos factores es clave para prevenir y reducir la frecuencia de las crisis. Incluso, muchos especialistas recomiendan llevar un diario de síntomas para detectar patrones relacionados con la alimentación, el sueño o la actividad diaria. Este registro, además, sirve como una herramienta muy útil para el médico al momento de ajustar tratamientos o identificar nuevas pautas de control.

Nueve consejos para controlar las crisis de migraña

El médico Julio Maset, de los Laboratorios Cinfa, ofrece recomendaciones prácticas que pueden ayudarte a manejar mejor esta condición:

1. Consultá siempre con tu médico si aumentan las crisis o cambia la intensidad del dolor.

2. Identificá tus desencadenantes y evitá la exposición a ellos en la medida de lo posible.

3. Llevá un calendario de cefaleas donde registres la frecuencia, la intensidad del dolor y los medicamentos usados.

4. Mantené una dieta variada y saludable, evitando alimentos que te provocan migraña.

5. Dormí entre 7 y 8 horas diarias, respetando horarios regulares incluso los fines de semana.

6. Practicá actividades que reduzcan el estrés, como yoga, meditación o caminatas al aire libre.

7. Durante una crisis, aisláte en un lugar oscuro y tranquilo para disminuir los estímulos.

8. Practicá la respiración profunda y relajada para reducir la tensión y aliviar el dolor.

9. Seguí únicamente la medicación indicada por tu médico y evitá la automedicación para prevenir efectos rebote.

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Un problema de salud pública global

De acuerdo con la OMS, la migraña es la primera causa de discapacidad en adultos menores de 50 años. Se estima que más de 5 millones de adultos en España la padecen, y en América Latina los datos reflejan una incidencia similar. A pesar de ser una condición muy común, muchas personas no buscan atención médica por considerar que es “solo un dolor de cabeza”, lo que retrasa el diagnóstico y el acceso a tratamientos efectivos.

Para quienes viven en regiones con cambios bruscos de clima o de presión atmosférica, los episodios pueden ser más frecuentes. También la vida urbana, con altos niveles de ruido y contaminación, incrementa la probabilidad de sufrir crisis. Por ello, se recomienda consultar con un especialista que valore los factores ambientales de cada caso y diseñe un plan de prevención adaptado al estilo de vida del paciente.

Vivir con migraña: un reto que se puede manejar

Aunque no existe una cura definitiva, la ciencia avanza en el desarrollo de tratamientos más personalizados. Hoy en día, además de los medicamentos, los especialistas recomiendan técnicas de relajación y estilos de vida saludables para disminuir el impacto de esta condición. En algunos países, incluso se están aplicando terapias preventivas con inyecciones específicas que reducen la frecuencia de las crisis.

Adoptar hábitos saludables y reconocer los desencadenantes no solo ayuda a controlar la migraña, sino también a mejorar la calidad de vida. El primer paso es no normalizar el dolor y consultar siempre con un médico. Con información y acompañamiento adecuado, es posible retomar actividades cotidianas, reducir las ausencias laborales y, sobre todo, vivir con más bienestar. Mantenerse informado y aplicar pequeños cambios en la rutina puede marcar una diferencia significativa para quienes conviven con esta enfermedad.