Mejorá tu bienestar con hábitos diarios que previenen los juanetes
Descubrí por qué aparecen los juanetes, cómo reconocerlos y qué cambios diarios podés hacer para prevenirlos y proteger tus pies sin necesidad de cirugía.
Por
Betty Carranza
Publicado el 26 de diciembre de 2025
Los juanetes son una deformidad común del pie que puede causar dolor, molestias y limitar tu movilidad. Suelen aparecer entre los 20 y 50 años, y se agravan con el uso prolongado de calzado inadecuado, aunque también influyen factores genéticos. Prevenirlos es posible con hábitos diarios como elegir zapatos cómodos, hacer ejercicios de fortalecimiento y prestar atención a las señales tempranas. Expertos como el doctor Sergio Mota Blanco, citado por EFE Salud, advierten que la cirugía solo se recomienda cuando hay dolor severo. Cuidar tus pies es una forma real y accesible de mejorar tu bienestar a largo plazo.
Los juanetes son una de las deformidades del pie más frecuentes y pueden aparecer a cualquier edad, aunque suelen hacerse más notorios con los años. Conocer por qué se forman, en qué etapas de la vida es más probable que aparezcan y qué podés hacer desde hoy para prevenirlos o aliviar sus síntomas te ayuda a caminar con mayor comodidad, apoyar mejor tu postura y mantener la salud de tus pies. Según la clínica Mayo Clinic, los juanetes —tambén llamados hallux valgus— son una desviación progresiva de la articulación en la base del dedo gordo, que hace que ese hueso se desplace hacia afuera y forme una protuberancia visible y dolorosa.
El medio EFE Salud señala que los juanetes son especialmente comunes entre mujeres adultas y que su origen es multifactorial. En una entrevista publicada por EFE, el doctor Sergio Mota Blanco, traumatólogo de la Unidad de Pie del Hospital Quirónsalud Toledo, explica que "el juanete no aparece de la noche a la mañana; es el resultado de años de presión y desequilibrio biomecánico que va deformando la articulación".
Entender los juanetes para prevenirlos
Aunque muchas personas los asocian con la vejez, los juanetes pueden comenzar a desarrollarse desde la adolescencia, especialmente si hay una predisposición hereditaria o ciertas características estructurales en el pie. Sin embargo, la edad más común en la que se manifiestan de forma visible o sintomática suele estar entre los 20 y los 50 años, y su prevalencia aumenta aún más después de los 60, según datos de Mayo Clinic. Con el paso del tiempo, la tensión constante en la articulación, sumada a factores como el calzado inadecuado, facilita que la deformidad progrese.
Los expertos de Cleveland Clinic coinciden en que el uso prolongado de zapatos estrechos, de tacón alto o con puntera afilada puede empeorar la situación, especialmente en personas con predisposición genética. Por eso, una de las formas más eficaces de prevención es cuidar desde temprano la elección del calzado.
Señales que no conviene ignorar
Detectar los primeros signos de un juanete puede marcar la diferencia entre un tratamiento conservador eficaz y la necesidad de intervenciones más complejas. Estar atento a estas señales te ayuda a actuar a tiempo:
- Protuberancia visible en la base del dedo gordo del pie, con o sin dolor.
- Enrojecimiento o inflamación alrededor de la articulación afectada.
- Callos o durezas en los dedos vecinos por fricción.
- Molestias o dolor al usar calzado cerrado o ajustado.
- Cambios en tu forma de caminar para evitar molestias.
La American Academy of Orthopaedic Surgeons recomienda consultar a un profesional si el dolor interfiere con tus actividades cotidianas. En muchos casos, un tratamiento temprano con plantillas ortopédicas, fisioterapia o separadores de dedos puede evitar la cirugía.
Cambios diarios que hacen la diferencia
La buena noticia es que la prevención de los juanetes y el alivio de sus síntomas suele comenzar con cambios simples en la rutina diaria. Incorporar estas prácticas puede ayudarte a mantener tus pies fuertes, flexibles y menos propensos a deformaciones:
- Elegí zapatos con puntera ancha y espacio suficiente para los dedos.
- Evitá tacones altos o calzado que comprima la articulación.
- Usá plantillas ortopédicas cuando lo indique un especialista.
- Hacé ejercicios para fortalecer los músculos del pie y mejorar su movilidad.
- Caminá descalzo unos minutos al día sobre superficies planas.
- Hidratá la piel de tus pies y observá cambios visibles o molestias nuevas.
En su informe para EFESalud, el doctor Sergio Mota también recomienda prestar atención a la forma de caminar y distribuir el peso adecuadamente para evitar sobrecargas. "Una mecánica defectuosa puede acelerar el desarrollo de un juanete, incluso en personas jóvenes", afirma.

Cuándo considerar un tratamiento profesional
Si bien muchas veces los juanetes se manejan con medidas conservadoras, hay situaciones en las que la consulta médica es indispensable. Cuando el dolor es constante, interfiere con tus actividades normales o limitás la elección del calzado por incomodidad, un especialista en ortopedia o un podólogo puede evaluar si se requieren tratamientos adicionales.
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La cirugía se reserva generalmente para casos en los que el dolor es severo y persistente a pesar de medidas no quirúrgicas. "No se debe operar un juanete solo por cuestión estética. La intervención quirúrgica tiene como objetivo mejorar la función y aliviar el dolor, no solo embellecer el pie", advierte el doctor Sergio Mota Blanco en su entrevista con EFESalud.
Cuidar tus pies no es un tema menor: es sostener la base de tu cuerpo, preservar tu movilidad y disfrutar de cada paso sin dolor. Cuando entendés cómo aparecen los juanetes, qué señales observar y qué acciones podés tomar hoy, estás invirtiendo en tu bienestar general.
