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La Navidad inspira la creatividad y el ingenio de la humanidad

En la misma manera como Fernando Llort fue formando grupos de artesanos, un buen gobierno puede inclusive traer al país a personas que enseñen artes a grupos interesados

Por El Diario de Hoy |

En varias ciudades y capitales europeas la Navidad se recibe con mercados de artesanías en las que se exhibe la labor de meses de familias y grupos ofreciendo los más variados adornos, desde pequeñas réplicas de ciudades y casas antiguas, coloridas versiones de San Nicolás (Santa Claus, el mítico santo que desde la Puglia en el talón de Italia se transformó en el símbolo navideño), jarroncitos diversos… el límite es la imaginación de los lugareños o de quienes desde aldeas y ciudades cercanas aprovechan la oportunidad para ofrecer sus pequeñas creaciones.


Las artesanías, pese a la común creencia, no son el espontáneo fruto de pequeñas comunidades, sino que representan el organizado esfuerzo de grupos de emprendedores. Crearlas con frecuencia exige la participación de maestros, como hizo Fernando Llort con los pobladores del norte de Chalatenango, que continúan fabricando lo que aprendieron, sin aportar grandes innovaciones.


Son famosos, en el campo de las artesanías, los relojes de pared (los cuckoo clocks) de la Selva Negra en Alemania, tallados por artesanos en las largas noches de invierno.

Cada cuckoo clock es una pieza única aunque compartan parecidos elementos, desde el pajarito que anuncia la hora hasta los pequeños carruseles que preceden algún evento navideño. El cuckoo clock suena suavemente en los hogares que los atesoran…


En la misma manera como Fernando Llort fue formando grupos de artesanos, un buen gobierno puede inclusive traer al país a personas que enseñen artes a grupos interesados, muy al contrario de lo que se denunció que hizo el actual régimen al deformar el Cenar, el centro donde se enseñaba música (a falta de un conservatorio), pintura, escultura y otras habilidades, para priorizar una escuela de ballet, de lo que menos necesitamos en nuestro suelo, pero la cursilería puede alcanzar niveles insospechados, como las personas que coleccionan objetos que brillan o se regodean exhibiéndose al lado de pinturas de gran tamaño pero de pobre gusto…

Sería igual pedir peras al olmo (localmente equivale a esperar que de un guayabo obtengamos mandarinas) esperar que el régimen se ocupe en traer al país a personas que ayuden a formar artesanos, pues lo único que le interesa es llevar adelante sus propias ocurrencias.


El bukelismo pretendió, sin éxito, formar un partido en Costa Rica

Una de las últimas pensadas de la dictadura fue la de intentar formar en Costa Rica un partido político obediente a sus directrices, partido que sin duda iba a financiarse con dineros extraídos de los contribuyentes, lo cual choca con dos realidades de dicho país:


—La primera, que al haber cambiado nombre al ejército costarricense para integrar todo en la Policía (que tiene su equivalente de generales, coroneles, etcétera pero que no lo exhiben públicamente), un partido bukeliano no tendría posibilidad de formar sus bandas de matones para perseguir opositores, pues de inmediato “la policía costarricense” los pondría muy en orden como persigue actualmente las bandas de narcotraficantes.


—La segunda: como es usual, la mayoría de costarricenses cree a pie juntillas que “no hay ejército”, de la misma forma como muchos en nuestro país creen que la “reforma de pensiones” impulsada por el régimen va a garantizarles un futuro “digno”, cuando la realidad será muy otra: van a morirse de hambre en su vejez o al sufrir una incapacidad.


¡Ay de aquellos que crean en la “reforma de pensiones”!

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Navidad Opinión Trabajos Artesanos

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