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Violencia política contra la mujer

La participación plena de las mujeres en el ámbito político no solo es un derecho humano que debe ser garantizado, sino es un requisito indispensable tanto para el adecuado funcionamiento de la democracia, como para el crecimiento y desarrollo próspero de nuestra sociedad

Por Ondina Ramos
Ingeniera en Alimentos

El problema de la violencia contra las mujeres en política es grave, constituye una violación de derechos humanos. El hecho de ser mujer no garantiza tener perspectiva de género. En consecuencia, algunas mujeres pueden ejercer violencia de género contra otra mujer al percibir que una persona de su mismo sexo es competencia llegando al punto de convertirse en agresoras. Las mujeres muchas veces son víctimas de otras mujeres que desacreditan el trabajo y esfuerzo por ambiciones personales.

Entre las formas de violencia muchas veces todavía imperceptibles o naturalizadas que tendemos a sufrir las mujeres en el ejercicio de nuestros derechos políticos están las humillaciones y/o bromas sexualizadas, difamaciones, acoso, los insultos, la ridiculización de su apariencia, los comentarios sobre su vida privada, la descalificación de su imagen, el aislamiento. Hoy en día la violencia continúa siendo uno de los principales obstáculos para el ejercicio de los derechos políticos de las mujeres. El aumento de su participación y representación política ha estado acompañado por un incremento de la violencia en su contra.

La violencia en contra de mujeres políticas a través de redes sociales se expresa mediante el envío de publicaciones, mensajes o memes con contenido negativo que dañan su imagen pública. Este tipo de expresiones generan impactos negativos como: estrés, ansiedad, miedo, y autocensura, perjudiciales en los procesos de participación política de las mujeres y en su calidad de vida.

La violencia política contra las mujeres sucede porque son evaluadas como una competencia en el terreno político. Se determinan 5 tipos de violencia política: física, psicológica, sexual, económica y simbólica. Una de las más comunes es la psicológica que se ejerce muchas veces por redes sociales: Comprende afectaciones al estado emocional y mental. Por ejemplo, amenazas de violencia física, coerción, difamación y aislamiento social, silenciamiento, entre otras. Este tipo de violencia afecta a las mujeres en todos los espacios de participación. Esta violencia puede dirigirse hacia: una o varias mujeres, familiares o personas cercanas a la victima o a un grupo de personas por ejemplo a un equipo de trabajo. 

En síntesis, la violencia contra las mujeres en su vida política se caracteriza por diversos tipos de prácticas que configuran condiciones de desigualdad de poder en la competencia político-electoral en términos de género, en la cotidianidad del quehacer político y durante los procesos electorales. Estas manifestaciones adoptan diversas connotaciones y formas de agresión según las características del contexto sociopolítico e institucional, que pueden llegar incluso a la violencia física o el asesinato. Las prácticas violentas contra las mujeres en su vida política pueden ser ejercidas por diversos actores y en distintos ámbitos, lo cual debe ser contemplado en el diseño de marcos legales y otros instrumentos políticos orientados a su prevención, sanción y erradicación.

Asimismo, como afirma un estudio de la CEPAL, la violencia contra las mujeres a través de medios digitales al igual que en otros espacios se entrecruza con la desigualdad de género y otras desigualdades asociadas con el nivel socioeconómico, la edad, el lugar de residencia y las capacidades físicas y mentales, entre otras. Las redes sociales posibilitan la creación de perfiles falsos y de protegerse en el anonimato para realizar la agresión,reproducción de memes y fakenews a través de WhatsApp, especialmente durante los procesos electorales, robo de identidad, que consiste en que una o más personas usen los datos personales o fotografías de otra.

La participación plena de las mujeres en el ámbito político no solo es un derecho humano que debe ser garantizado, sino es un requisito indispensable tanto para el adecuado funcionamiento de la democracia, como para el crecimiento y desarrollo próspero de nuestra sociedad. Esta reforma es un paso clave para ello. Cuanto más plurales sean los espacios de toma de decisiones, cuantas más propuestas sean debatidas y más perspectivas se incluyan en los debates más se profundizará el sistema democrático. Con el fin de prevenir la ocurrencia de este tipo de violencia específica se hace necesario crear o rediseñar las políticas públicas para contar con marcos que permitan no solo identificarla, sino normar la atención de casos, así como su sanción y reparación.

El cinismo es tan grande en la actualidad que para el 8M leímos en redes sociales y escuchamos mensajes de apoyo por parte de personas agresoras de mujeres. 

Mi compromiso está en apoyar y en la búsqueda del progreso con futuras líderes, allí está mi apuesta en eldesarrollo del talento de cada mujer.

Tengamos siempre esto en mente mujeres: Es importante denunciar al agresor, nunca es una opción quedarnos calladas.


Ingeniera

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Mujeres Políticas Opinión

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