Por Día de la Tierra
En el dañado suelo salvadoreño, la situación es lamentable, pues, por ejemplo, nuestro principal río, el Lempa, está contaminado, así como la laguna de Metapán, el Lago de Güija; y el río Acelhuate sigue siendo la peor fuente de contaminación en el país.
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Cada 22 de abril se celebra en el mundo entero el Día de la Tierra, que es el planeta del Sistema Solar en el que habitamos.
La Tierra es el mayor y el más denso de los planetas que están cerca del Sol, llamados planetas telúricos por los astrónomos, debido a su semejanza con la Tierra.
Nuestro planeta tiene la forma de un esferoide, o sea que es achatada en los polos y ensanchada en su parte media.
La Geología refiere que el planeta Tierra surgió, junto con el Sistema Solar, hace cerca de 4,500 millones de años. Exteriormente tiene el aspecto de un globo azulado, efecto causado por la difracción de la luz del Sol por la acción de la atmósfera.
Los seres vivos y aun los minerales dependemos de ella. Y ella, naturalmente, depende de nosotros, porque si la tratamos bien, si no la depredamos, si la respetamos, entonces ella se mantendrá tan generosa, prodigándonos de frutos, alimentos, agua y otros recursos de los cuales dependemos los seres vivos.
Es irrigada por los 38 ríos más largos, cuya lista inicia por el Nilo, el Amazonas, el Yangtsé o Chang Jian y el Mississipi-Missouri, caudalosas fuentes de agua que mantienen la vida en el planeta y le imprimen hermosura al medio ambiente, ya que con sus afluentes numerosos, estos ríos embellecen el entorno, con sus aves, sus arboledas, con sus bosques y montañas, con los océanos, lagos y lagunas.
Veamos lo que al respecto dice el “Almanaque mundial 2006”. Editora CINCO CULTURAL, S. A., Bogotá, D. C. Colombia, 2006:
“Todos los seres de la Naturaleza tienen relaciones entre sí; los animales no pueden vivir sin los vegetales; las plantas, sin el Sol, el agua y la tierra. Es decir, es una interacción necesaria para que todos los seres vivos logren una convivencia armónica sobre la Tierra.
“El cambio climático en el planeta, debido a los errores o a las acciones del ser humano, se refleja, además de la reducción de especies animales y vegetales, en catástrofes naturales.
“Se cree que en el futuro las confrontaciones bélicas y diplomáticas serán por el agua; pero el panorama no es tan desolador, pues tan solo se necesita de políticas ambientales estables y de esfuerzos mancomunados de los gobiernos de todo el mundo para la preservación de las fuentes de agua potable y el tratamiento de las residuales con miras a la conservación del líquido vital”.
Pero, en el dañado suelo salvadoreño, la situación es lamentable, pues, por ejemplo, nuestro principal río, el Lempa, está contaminado, así como la laguna de Metapán, el Lago de Güija; y el río Acelhuate sigue siendo la peor fuente de contaminación en el país.
Ya El DIARIO DE HOY se ha referido a semejantes descuidos de las autoridades correspondientes.
Debe, entonces, hacerse algo por salvar nuestros recursos hídricos, la fauna y la flora, actuando con prontitud y esmero.
Recordemos que protegiendo nuestros recursos naturales, nos protegeremos a nosotros mismos. ¡Sí, señor!
(Lecturas recomendadas: el Almanaque Anual 2006, citado más arriba; el libro “La Tierra y sus recursos”, por Levi Marrero. Editorial CULTURA VENEZOLANA, S. A. Caracas, Venezuela, 1978; y las Enciclopedias “Larousse del Estudiante” (12 revistas) y “Los Exploradores”, de National Geografic (10 revistas).
Maestro, psicólogo, gramático.