Otro asunto: reducir gases de efecto invernadero

Como meta para  reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (G.E.I)  antes del año 2050, hay que ser francos y reconocer que no es una de las prioridades ni a corto o mediano plazo a nivel gubernamental, ni a nivel empresarial o industrial; existen muchas limitantes que incluso hacen imposible fomentar una normalización, certificación, reordenamiento, porque siempre hay intereses de por medio que impiden migrar a prácticas más sostenibles exigidas por las sociedades modernas y desarrolladas. Sobre todo para hacer negocios.

La zona de confort por lo que ya está establecido también bloquea ciertos avances, y eso nos demuestra en la práctica porque algunas leyes que están relacionadas con lo ambiental o normativas, no prosperan y duermen un sueño largo y sin perturbaciones en las gavetas, por supuesto eso hace que no exista una motivación por buscar alternativas de inversión e innovación que los alejen de las viejas prácticas productivas, contaminantes.

Un ejemplo claro es el Sector Transporte, no solo acá en el país, a nivel latinoamericano genera el 40% de las emisiones de CO2 a la atmósfera en la región. Localmente, el sector parece resistirse a los cambios, se han acomodado al obsoleto sistema de los subsidios gubernamentales a los combustibles fósiles (que salen de los préstamos a los organismos Multilaterales) además dicho sector Transporte, sabe que la demanda de las mayorías por movilizarse es diaria y que la misma población se acomoda a su sistema. Pese a que se descuiden detalles como el estado físico y mecánico de las unidades, el trato y hasta el comportamiento de los trabajadores en la calle, que muchas veces eluden las leyes de tránsito y también cobran vidas en el trayecto.

Pese a que ya se ha demostrado que hay opciones viables, sistemas de transporte eléctrico novedoso. Aquí en nuestro país se ha prescindido de sistemas novedosos de transporte, a tal punto de dejar perder la infraestructura millonaria, todo por seguir aferrado al sistema lento, contaminante y obsoleto. Algunos podrán decir que es cultural, hasta político, ese enquistamiento, pero es nocivo.

No hay que perder las esperanzas que habrá señales de cambio positivo en el sector transporte de nuestro país. Sabemos que falta más conocimiento y concientización, conocer más sobre el cambio climático en el que directa o indirectamente todos somos afectados. Deben conocer que hay alternativas que activen el entusiasmo en el sector, quizás por la mala comunicación de los programas de los organismos multilaterales los gremios no se dan cuenta de las nuevas opciones que existen. El cambio desde adentro, v  a demostrar a la gente que hay voluntad por evolucionar y dar un mejor servicio y cambiar la percepción negativa del sector. Ofreciendo un servicio digno y menos contaminante.

Otro sector, como la agroindustria que al igual que el sector transporte se enfrascan en un modelo anticuado de producción (Por lo menos en lo que respecta a cortar y recolectar la caña de azúcar) que contamina la atmósfera y pone en riesgo la salud de las personas, hay que recalcar que la quema o incineración de material vegetal induce a la formación de CO2 que es liberado a la atmósfera y que puede producir en las personas enfermedades respiratorias agudas en un período como es la práctica en nuestro país durante la estación seca.

El sector puede tener sus estrategias, pero es un gremio que también cuenta con alta capacidad económica para resolver el problema ambiental, o por lo menos fomentar un mecanismo de compensación. Se pueden desarrollar opciones positivas para el medio ambiente, incluso incentivar el mercado local de los bonos de carbono.

Los bonos de carbono son una herramienta a nivel internacional que ayudan a reducir o a remover  las emisiones de CO2 a la atmósfera ¿Por medio de qué?  De bonos o certificados que tienen un valor en referencia a una tonelada emitida de C02, valor económico que puede compensar con proyectos (tecnológicos o de innovación) a nivel gubernamental o empresarial  el equilibrio ambiental.

Los bonos de carbono, otro asunto motivador para compensar el daño indirecto que ciertas acciones industriales o gubernamentales  hacen al entorno ambiental del país , que debe despertar mayor interés en los sectores que no ven una inmediata evolución para despojarse de las practicas obsoletas y contaminantes.

En X @Chmendi