La pandemia de covid-19 ya cumplió dos años de tener presencia en El Salvador, y también cumplió casi el mismo tiempo de haber provocado un gran impacto en la economía del país, sobre todo, porque supuso un cierre total de casi todas las áreas de la economía y, aunque la reactivación llegó unos meses después, todavía hay afectaciones que siguen impactando de forma negativa a distintos sectores.
Así lo resume el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), Jorge Hasbún, quien en una conversación con El Diario de Hoy, hizo un balance acerca de cómo se encuentra el país en la actualidad dentro del plano económico, a la vez que analiza los factores que han provocado las distintas crisis.
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Una de esas crisis es, precisamente, la que atraviesa la cadena logística de suministros, misma que ha provocado un aumento fuerte en el costo del transporte de mercadería, lo cual ha afectado directamente a los comerciantes y a los consumidores.
Hasbún califica el efecto negativo de la pandemia como algo “distorsionador”, pues a pesar de que la economía se reactivó incluso antes de que comenzara 2021, sus efectos continúan al día de hoy.
“Hay sectores que no se han logrado recuperar lo suficiente”, señala el representante de la gremial, debido a que el alto costo de, por ejemplo, traer un contenedor desde Asia ha hecho más difícil mantenerse a flote. “Desapareció la viabilidad”, resume.
De hecho, un estudio que presentó Camarasal a principios de marzo arrojó que hasta un 16.9% de las empresas que consultó la gremial consideró al 2021 un peor año que el 2020, esto a pesar de la cuarentena obligatoria que hubo en ese año y que paralizó los comercios.
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Con respecto al 2022, el mismo estudio refleja que hasta un 60% de los comercios considera que la situación económica será mejor que 2021, sin embargo, Hasbún señala que las mejorías han podido notarse más a nivel macroeconómico.
Lo anterior porque son las grandes empresas las que más capacidad han tenido para sobreponerse a las crisis como la de los suministros, por eso, Hasbún añade que hasta un 14% de las empresas socias son pesimistas con respecto al presente año.
Aún así, el también empresario reconoce cómo la mayoría de comercios logró salir adelante a pesar de la crisis económica que comenzó hace dos años. “Es impresionante la garra que tienen los empresarios salvadoreños”, afirma.
A propósito de ello, Hasbún añade que desde la Cámara “se está ayudando a las empresas para que hagan mejor las cosas (...) constantemente realizamos capacitaciones para acercar a los socios a las instituciones financieras”.
Las medidas actuales
Hace dos semanas, el presidente Bukele anunció una serie de medidas para hacerle frente al impacto que ha tenido la inflación generalizada, sin embargo, como recalca el presidente de la Cámara, desde esa gremial también se hicieron una serie de recomendaciones para que el impacto fuera más significativo, entre ellas, estaba el tema de la reducción del gasto público y la austeridad.
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“No es necesario despedir empleados públicos, basta con congelar las contrataciones en el gobierno”, agrega Hasbún.
Asimismo, reconoce que el reciente anunció de la reducción del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los combustibles es algo positivo, y subraya que desde la gremial “estamos sorprendidos” porque se tomó en cuenta la propuesta que Camarasal, y otras asociaciones, hicieron.
En ese sentido, agrega que si bien es cierto es importante el tema de “cómo establecer una medida que tenga impacto en el tiempo”, la reducción del IVA aportará beneficios al sector, pues aunque no reduzca gastos significativos, sí ayudará a las empresas y comercios a tener liquidez mensual con respecto a sus gastos, pues las empresas pagan el IVA mes a mes, señala.
Además, el beneficio a los consumidores finales es el que más se va a percibir, y la forma en que el sector empresarial del país se verá beneficiado es porque “la gente podrá ir a centros comerciales y a establecimientos a consumir” debido a que tendrá más capacidad para movilizarse.
No obstante, un punto que menciona Hasbún es que desde la Cámara de Comercio hay diversas propuestas para enfrentar las dificultades económicas, entre ellas la de crear una mesa de crisis con representación de todos los sectores económicos, y no solo del gobierno.
“No existen soluciones mágicas ante la crisis económica”, advierte el presidente de Camarasal, a la vez que añade que desde la gremial hay preocupación con respecto a “los socios y la situación actual, pues podrían perderse empleos y emprendimientos” en caso de que la situación no mejore.
Lo anterior porque el encarecimiento de los costos para funcionar ha provocado que muchas empresas necesiten, incluso, adquirir mayores créditos, pues “entre la mercadería y el costo de fletes, algunas empresas necesitan hasta $70,000”, apunta Hasbún, quien además añade que no se sabe hasta cuándo durará la actual crisis.
Como parte de las propuestas que también ha puntualizado la Cámara está la de agilizar los procesos y un “régimen simplificado” que permita a los comerciantes crear nuevas microempresas en el país.