La deforestación es un problema que año con año afecta cada vez más a la ciudad. Este fenómeno es percibido por los capitalinos durante la época lluviosa cuando las calles se inundan más y los derrumbes se vuelven más profundos y frecuentes.
Recientemente, el pasado 16 de abril, una tormenta provocó varias inundaciones y árboles caídos en la zona metropolitana de San Salvador y otros lugares. El director de Protección Civil, Luis Amaya, en una conferencia de prensa, reportó que en total 89 árboles habían caído.
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Al recorrer San Salvador son visibles algunos restos de esos árboles, también se observan los restos de las raíces de árboles caídos en otras ocasiones, pese a que la reducción de árboles en la ciudad es más evidente. Se desconoce si el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales han creado mecanismos o iniciativas de reforestación.
Sin embargo, en enero de este año, el ministro de Obras Públicas Romeo Rodríguez Herrera, afirmó que realizaría una campaña de reforestación que iría de la mano con la de la creación de infraestructura nueva.
Ricardo Navarro, presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Apropiada (Cesta), recalca que la deforestación trae consecuencias negativas a los seres humanos, como los que ya se viven en este momento con el aumento de 1.2° centígrados de la temperatura. “El aumento de los gases de efecto invernadero son los que provocan huracanes peligrosos, sequías, plagas y enfermedades”.
Según datos de la organización ambiental Salvanatura, El Salvador cuenta con el 70% del territorio en estado grave.
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Al observar la fauna de la ciudad es indudable cómo la naturaleza lucha por ella misma, algunas plantas germinan entre edificios antiguos, otros entre los contadores de luz, algunas plantas se vuelven árboles entre las raíces de restos de troncos viejos y secos.
Esto afecta a las aves y otros animales que viven en la ciudad y que debido a la reducción de espacios verdes se refugian dentro de casas y edificios, para continuar con su ciclo de vida. Navarro expresa que es crucial que el modelo de desarrollo cambie y que sea de una manera armónica con el planeta. “Estamos jugando con fuego, si destruimos a la naturaleza nos destruimos nosotros”. El 22 de abril fue el día designado por la Organización de las Naciones Unidas para crear conciencia sobre la importancia de establecer una economía sostenible que funcione para el planeta y las personas del mundo, y recalcar que el cambio climático es responsabilidad del hombre que influye de manera negativa en la tierra.