El abogado ecuatoriano Mauricio Alarcón lamenta que los gobiernos de Latinoamérica parecen seguir la máxima de Joseph Goebbels, ideólogo de la Alemania Nazi, quien decía que “una mentira mil veces repetida se convierte en una verdad”.
“A eso apuntan los gobiernos que manipulan la información y abusando del poder que tienen y la difusión que pueden hacer como autoridades”, dice. En una conversación con El Diario de Hoy advirtió los riesgos de que los medios oficialistas sirvan para esa repetida mentira. Esto dijo:
¿Qué tan ilusorio es construir “la verdad” con un desfile de funcionarios?
Este nuevo noticiero, que promete hablar “la verdad” se convierte en un desfile de funcionarios gubernamentales que pueden decir lo que les venga en gana, pero de otro lado empezará la censura, la prohibición de que funcionarios vayan a medios privados, no solo por temor a que les confronten sino porque así empezarán a manipular la información.
Luego vendrá la manipulación de la pauta oficial, los medios podrían morir de inanición al no recibir fondos públicos al convertirse la pauta en un sistema de premios y castigos, y además resultarán poco atractivos para el público cuando no puedan entrevistar a un ministro o ir a una rueda de prensa. Así se da este ciclo en el que lo único que se consigue es erosionar la libertad de expresión y de prensa.
¿Cuánto tiempo se sostiene esta pretensión de medios oficialistas?
Funciona mientras haya recursos económicos. Lo vivimos en Ecuador. Esa gran empresa de medios públicos creada en tiempos de Rafael Correa que usaron para cooptar a periodistas quebró y cientos de periodistas están hoy en desempleo. Cuando se pierde el poder brutal del gobierno acaba la verdad oficial y la distorsión de la información.
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Se acaba el medio, pero ¿cuánto dura el efecto?
El daño es irreversible. La pluralidad de voces que le llega al ciudadano y la mayor cantidad de información resultan de un estado de derecho, democracia y libertad de expresión vibrantes.
Si concentras información en medios propios, aliados o cooptados por la pauta, el ciudadano recibe una sola “verdad” y lo que ha pasado en diferentes países es que toda una generación crece con conceptos distorsionados tan importantes como la democracia. Esta mentira, repetida mil veces en la mente de una generación, terminó convirtiéndose en una verdad a la que no le importa la Constitución, un organismo internacional o las cortes. Es la “verdad” que busca estigmatizar.
Esa película que apenas empieza en El Salvador, la han visto otros países. ¿Qué otros riesgos trae?
Ustedes ven una parte de la película y se sigue activando en distintos módulos. Su presidente apenas cumplió un año hace pocos meses y ya se habla de reforma constitucional y cambiar las instituciones. Es uno de los siguientes eslabones. Hay otro, que es el que más cuesta revertir, la cooptación de la justicia.
La justicia goza de poca confianza y credibilidad. Alguien con un bonito discurso puede cambiar la justicia, pero cuando le meten la mano no es para cambiarla, sino para secuestrarla y alinearla al gobernante de turno y las consecuencias son nefastas, pues lo que se termina viendo es que el temor de los jueces a fallar en contra de quien tiene el poder les obliga a recular y renunciar, a dar un paso al costado dejando indefenso al ciudadano común y blindando al poder en cada decisión.
Nayib Bukele llamó a los magistrados corruptos, vendidos y los vinculó al narcotráfico. ¿Caza esto con el guión?
Se repite la historia, se repite el guión y ese fue el discurso previo a meter las manos en la justicia y poner una corte servil al poder, la que le rinde pleitesía y le aprueba todo, consultas populares, reformas constitucionales y le permite cambiar las normas sin importar estándares.
Cuiden el tesoro más preciado que tienen: la Sala de lo Constitucional, puede ser que no se den cuenta de la importancia de que magistrados hagan respetar el Estado de derecho. Después de perderlo, hay poco que hacer.
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Ese guión va rápido…
Ustedes siguen el guión corregido y aumentado. Estoy sorprendido de la agilidad con la que actúa su gobierno en la cooptación de las funciones del estado, violación de los derechos fundamentales y el cambio de paradigma de la verdad para hacer un daño irreversible en la forma en que la ciudadanía concibe instituciones fundamentales como la democracia y la libertad de expresión.
Esta distorsión de la realidad se hace con fondos públicos. ¿Se puede hablar de corrupción cuando el dinero de todos se usa para propaganda?
Tienen que hablar de ese tema desde el minuto uno. No se trata de cuánto se malversa o si es necesario que haya medios de gobierno. Como dices, son fondos que pertenecen a los salvadoreños, que vienen de sus impuestos y deberían destinarse a las demandas y necesidades del ciudadano común, no a pagar sueldos de miles de dólares a relacionistas públicos para mantener una gran imagen del gobierno. No pueden esperar. La denuncia permanente del uso perverso del gasto público tiene que hacerse de manera urgente y desde el primer minuto.
¿Te parece que Bukele es un buen aprendiz del manual autoritario?
Es un maestro que maneja a la perfección el manual del guión del autoritarismo y totalitarismo. Ha superado con creces a sus precursores. Quienes con inteligencia y astucia corrigen errores que cometieron otros se tornan peligrosos ya no solo para la democracia y el estado de derecho de un país, sino para toda la región.
Dejen de hablar de aprendiz. Su presidente no está experimentando, está aplicando con éxito, corrigiendo errores y logrando resultados.