Carlos Ponce: "La pandilla ahora tiene un canal directo no solo con un partido, sino con la Asamblea Legislativa"

En la investigación de El Faro se menciona a dos diputado de Nuevas Ideas que actuaron en el acuerdo con las pandillas, Denis Salinas y Víctor Manuel Martínez Santana, conocido como Scar; así como el director de Tejido Social, Carlos Marroquín.

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El 10 de febrero de 2020, una cámara de seguridad captó dos líderes de la MS-13 saliendo de sus celdas para encontrarse con dos encapuchados que entraron al penal junto con el director Osiris Luna. Los dos pandilleros son Borromeo Henríquez, alias Diablo de Hollywood y a Ernesto Cedillos, alias Renuente de Abriles. Foto Cortesía El Faro

Por Wiliam A. Hernández @walexhernan

2021-08-24 9:15:06

Las fotos y otras pruebas que mostró El Faro la noche del lunes solo evidencia más el acuerdo entre la MS, y las pandillas 18 con el Gobierno de Nayib Bukele.

El Diario de Hoy habló con el criminólogo Carlos Ponce, sobre el pacto que ahora deja mal parado a Bukele que una vez dijo que los que negociaran con pandillas son: “no son basura, son peor que eso. Negociaron con la sangre de nuestro pueblo. Mil veces malditos”.

¿Qué opinión tienes de las pruebas reveladas sobre la tregua de las pandillas con el Gobierno de Bukele’

La información revelada es sumamente importante, especialmente para los analistas y académicos que damos seguimiento al tema de seguridad en el país. Proporciona insumos que ayudan a interpretar y dimensionar la extraña reducción en la cantidad homicidios registrados en el país.

La publicación devela datos abundantes y difícilmente refutables, que incluyen imágenes y otro tipo de evidencias recolectadas en el contexto de una investigación iniciada por el exfiscal general, Raúl Melara, para indagar un posible pacto entre cabecillas pandilleros, funcionarios gubernamentales y figuras políticas.

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Según los detalles descritos, existen suficientes indicios para descartar el discurso oficial que atribuía la reducción en las estadísticas de homicidio a un supuesto plan de seguridad. Más bien, la publicación provee una base sólida para quienes hemos sostenido que ese descenso es resultado de un acuerdo entre cabecillas pandilleros, el Estado y políticos.

El reportaje es importante porque nos da una mejor idea del panorama de la posición en la que se encuentra el país.

“La maquinaria de propaganda oficial intenta vender que el gobierno ha recuperado el control de los territorios cuando, en realidad, ha decidido cederlo a las pandillas”.

Carlos Ponce, .

El tipo de entendimientos descrito en la publicación, depende de la capacidad de los grupos criminales para ejercer control e influencia en el territorio. Las autoridades acceden a compartir la gobernanza y entrar en una interacción distinta con criminales a cambio de ciertos beneficios.

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Es común que los Estados que entran en esta clase de arreglos con estructuras criminales, los nieguen y hasta adopten un discurso extremadamente represivo mientras negocian clandestinamente. Evidentemente, esto es lo que pasa en el país. La maquinaria de propaganda oficial intenta vender que el gobierno ha recuperado el control de los territorios cuando, en realidad, ha decidido cederlo a las pandillas. Parte importante del país es gobernado por las pandillas con la anuencia del Estado.

¿Es ficticia la baja de homicidios?

La reducción en homicidios se puede interpretar, por lo tanto, como algo endeble y posiblemente efímero. Durará hasta que algo dificulte un entendimiento entre las pandillas, el Estado y los políticos. Hasta entonces, las pandillas continuarán fortaleciendo su control e influencia en el territorio porque de eso depende su acuerdo con las autoridades. El descenso en las estadísticas no es más que un disfraz con el que no solo se esconde el problema sino que se alimenta. Silenciosamente se está creando un monstruo que toma el control del país a un paso relativamente acelerado.

El 2 de abril de 2020 (lámina 30) una foto grande del “ComedS6/3” que muestra a más de 20 pdl frente a cuatro encapuchados y Osiris. Ese mismo día, según consigna la lámina 32, bloque 6, llegó Osiris en su land cruiser sin placas, seguido de otro carro, el P844-233, con “4 personas no identificadas y con gorro navarone”. Llevaron juegos de dominó, ajedrez y biblias, incluyendo “4 biblias especiales”. Se entrevistaron con José Alberto Rivera Delgado, William Alexánder Argueta Mejía, Marcelino Antonio Guillén Molina, Víctor Manuel Figueroa León, Víctor Antonio García Cerón y Jeffry Isaac Pérez López. Informe rendido por el inspector Isabel Martínez Sánchez al director de Zacate.
El 2 de abril de 2020. Cámara de seguridad registra a Osiris Luna y una comitiva de encapuchados en el sector seis del penal de Zacatecoluca, La Paz. Foto EDH/Cortesía El Faro

¿Cómo se interpreta atacar actores pasados de la tregua y seguir pactando con las pandillas?

La longevidad del pacto entre las pandillas, los políticos y el Estado depende, en gran medida, de dos cosas. La primera es que las pandillas mantengan o fortalezcan su ya sofocante control territorial y su estructura organizacional. El debilitamiento de la capacidad de las pandillas para ejercer influencia territorial de forma coordinada las haría incapaces de mantener cualquier acuerdo y, por tanto, las autoridades y políticos no tendrían un incentivo para crear o mantener pactos.

La relativa estabilidad generada con la baja en homicidios no sería posible y, es probable, que se regresaría a un escenario caótico. Esto no le conviene al Estado. La apuesta oficial, bajo este esquema, es propiciar el control ejercido por las pandillas en el territorio y su hegemonía al interior de dichas organizaciones.

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El segundo elemento asociado a la longevidad del pacto es la capacidad de contar con interlocutores capaces de mantenerlo. El Faro revela que tanto el Estado como las pandillas ejecutaron acciones explícitamente orientadas a esconder la identidad de las personas que participan en la negociación. La mecánica para desarrollar estos encuentros descrita en la publicación, es mucho más sofisticada y compleja que la empleada por David Munguía Payés.

También revela que el acuerdo depende de ciertos funcionarios y políticos dispuestos a participar, encubrirlo y operarlo: Osiris Luna, Carlos Marroquín y Dennis Fernando Salinas. Creo que no es aventurado decir que no es fácil encontrar a personas lo suficientemente desesperadas y ambiciosas para hacerse cargo de esto, pero que además tengan la capacidad para hacerlo. La participación de estos funcionarios se pone en riesgo si se hace pública la negociación y su involucramiento.

Es común que los Estados que establecen este tipo de acuerdos con estructuras delincuenciales adopten un discurso totalmente opuesto, atacándolas públicamente con posturas excesivamente punitivas para crear distancia. Esto ayuda a mantener las negociaciones secretas y proteger a los involucrados.

¿La pandilla siempre ha tenido el poder y el control territorial?

Este tipo de negociación depende precisamente del poder y control que ejercen las pandillas en el territorio. Es precisamente esto lo que sirve de incentivo para atraer a políticos y agentes estatales. En otros países se ha visto que los Estados incluso le apuestan al fortalecimiento de las estructuras criminales con las que establecen arreglos. Algunas veces esto, por ejemplo, lleva a que las autoridades enfoquen sus esfuerzos en desarticular a los grupos criminales que no son parte del entendimiento o que representan una amenaza para el poder de las estructuras con las que tienen tratos.

¿Qué interpreta de los ahora diputados de Nuevas Ideas sean actores de la negociación?

La participación de diputados de Nuevas Ideas es relevante por dos cosas. En primer lugar, incrementa la influencia de las pandillas sobre el aparato estatal. Puede interpretarse como un canal directo que tienen ahora las pandillas no solo con un partido político, sino también con la Asamblea Legislativa. Esto abre la oportunidad para influenciar desde la creación de leyes hasta el nombramiento de funcionarios. En segundo lugar, la participación de diputados, considerando que son de una de las figuras más influyentes de la bancada oficial, revela el nivel de compromiso del oficialismo con el pacto establecido con las pandillas.

¿Somos un Estado fallido con este acuerdo con las tres pandillas?

Los gobiernos que crean pactos con estructuras delincuenciales ceden, en algunos casos, su rol de autoridad en partes importantes del territorio. El pacto en El Salvador parece darse en este tipo de contexto.

¿Los recursos del plan Control Territorial para qué han servido?

El reportaje publicado por El Faro debiese de empujar al gobierno a hacer público el presunto plan al que atribuye la disminución de las estadísticas de homicidio. Si no lo hace, es porque simplemente no existe. Es importante considerar que un plan de este tipo puede ser público, no hay razón para esconderlo.

Carlos Ponce es criminólogo y experto en seguridad militar, desarrolla investigaciones en Estados Unidos, Canadá y El Salvador. Foto EDH / Archivo.

 

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