Estados Unidos ve con preocupación el lento ritmo que llevan las autoridades salvadoreñas para resolver las solicitudes de extradición de salvadoreños que tienen cuentas pendientes con la justicia estadounidense, entre estos cabecillas de la pandilla MS-13.
“Tenemos un tratado de extradición desde hace tiempo con El Salvador que ha beneficiado a ambos países, sin embargo, nos preocupa la lentitud con que se procesan nuestras solicitudes de extradición”, dijo un vocero de la Embajada en el país cuando se le solicitó información sobre las miembros de pandillas que ha reclamado judicialmente.
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El vocero de la Embajada declinó ampliar, aunque la semana pasada y de manera pública, la encargada de Negocios de dicha nación, Jean Manes, demandó a El Salvador “cumpla con el tratado de extradición” que ambos países mantienen.
Desde la embajada declinaron dar identidades de los salvadoreños reclamados oficialmente, nada más dijeron que uno de los que han requerido a las autoridades de El Salvador es un “hombre salvadoreño que atacó brutalmente a una mujer salvadoreña en Estados Unidos y la dio por muerta antes de huir a El Salvador. Milagrosamente, ella sobrevivió y Estados Unidos quiere que el individuo sea juzgado en Estados Unidos”, manifestó el vocero.
Ese caso se relaciona con Armando Eliú Melgar Díaz, conocido por el alias “ Blue”, un reconocido pandillero de la MS, quien supuestamente guarda prisión luego de haber sido capturado en noviembre de 2018.
A la preocupación expresada desde la Embajada, se suma el recordatorio de los beneficios que se derivan de este tipo de ayuda mutua. “La cooperación entre Estados Unidos y El Salvador en materia de extradición hace que ambos países estén más seguros al llevar a los presuntos delincuentes ante la justicia en ambas naciones”, externó el vocero.
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Las declaraciones del vocero de la Embajada surge luego de conocerse la decisión del Pleno de la Corte de detener la extradición de un pandillero reclamado por Estados Unidos alegando la necesidad de emprender una investigación o un análisis más amplio para abordar el tema de las extradiciones, lo cual fue a petición del abogado José Ángel Pérez Chacón, uno de los magistrados impuestos por el partido del presidente Nayib Bukele, cuando tomó control de la Asamblea Legislativa y dio un golpe al Poder Judicial.
En esa sesión, realizada el 10 de junio anterior, fueron abordados dos casos de extradición. Uno de ellos fue el de Armando Eliú Melgar Díaz, apodado “ Blue” o “Cliper”, reclamado por el Tribunal del Distrito Este de Virginia, de los EE. UU., un proyecto de resolución que pasó sin problemas, con el voto de 13 magistrados presentes ese día.
El escollo vino cuando llamaron a votar por la extradición de Edwin Mauricio Rodríguez Morales, también reclamado por EE. UU. pero los magistrados se metieron en un debate de si lo entregaban o no pues el país norteamericano no garantizaba que lo juzgaran como menor de edad, pues siendo menor cometió el delito, y pudieran condenarlo a penas diseñadas para adultos, algo que no concuerda con las leyes salvadoreñas.
“Tenemos un tratado de extradición desde hace tiempo con El Salvador que ha beneficiado a ambos países, sin embargo, nos preocupa la lentitud con que se procesan nuestras solicitudes de extradición”.
En el acta queda constancia cómo Pérez Chacón, quien trabajó para la Presidencia de Bukele y fue impuesto como magistrado, intentó revertir la decisión ya tomada en Corte Plena para entregar a pandillero “Blue” partiendo del otro caso del otro pandillero reclamado, argumentando que debe haber un mayor control constitucional sobre los convenios (en este caso de extradición), pues a la fecha no existe.
En lo que tuvo éxito el magistrado Pérez Chacón fue en trabajar en un proyecto para fundamentar mejor la decisión a tomar, pero no así revertir la extradición del peligroso pandillero acusado de matar a una compatriota en Virginia.
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Se consultó a la Corte Suprema si se abordado este tema o decisiones tomadas hasta el momento pero no respondieron a la petición de información. En las actas de Corte Plena tampoco aparece ese punto en agenda entre el 10 de junio a la fecha.
Cabecillas acusados en EE. UU.
Además del pandillero apodado “Blue , no se sabe con exactitud cuáles son los pandilleros que Estados Unidos ha solicitado extraditarlos.
La Embajada negó esa información a El Diario de Hoy, mientras que la Corte Suprema de Justicia no respondió a la solicitud sobre el tema hecha desde el pasado miércoles. De igual forma se llamó a la Cancillería, en vista de que es esta la instancia por la que se canalizan las solicitudes de extradición a nivel de Estados.
Desde la oficina de prensa de Cancillería dijeron que gestionarían la solicitud, pero no se obtuvo respuesta.
En enero de este año, Estados Unidos anunció que había acusado a los altos dirigentes de la MS-13, por los siguientes delitos: “conspiración para prestar y ocultar apoyo material a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras nacionales, conspiración para financiar el terrorismo y conspiración de narcoterrorismo en relación con la dirección de los acusados de la organización delictiva transnacional durante las últimas dos décadas en El Salvador, Estados Unidos, México y otros lugares”.
En su comunicado, las autoridades estadounidenses hacían mención especial de Borromeo Enrique Henríquez, alias “Diablito de Hollywood”, señalado como el “más poderoso de la Ranfla Nacional”, entre los principales acusados y que guarda prisión en El Salvador por varios delitos.
Pero además destaca algo importante: “tres de los acusados, Fredy Iván Jandres-Parada, alias “Lucky de Park View” y “Lacky de Park View”; César Humberto López-Larios, alias “El Greñas de Stoners” y “Oso de Stoners”, y Hugo Armando Quinteros-Mineros, alias “Flaco de Francis”, siguen en libertad y deben ser considerados como armados y peligrosos.
“La MS-13 es responsable de una ola de muerte y violencia que ha aterrorizado a las comunidades, dejando a los barrios de Long Island y a todo el Distrito Este de Nueva York inundados de sangre”, dijo el fiscal en funciones del Distrito Este de Nueva York (EDNY), Seth D. DuCharme en esa ocasión al justificar la acusación.
Añadió que incluso estando en prisión, la llamada “Ranfla Nacional” continuó dirigiendo las operaciones globales de la MS-13, reclutando nuevos miembros en la MS-13, incluyendo niños, y orquestando asesinatos y caos en todo el mundo, por lo que acusar a esta alta dirigencia significa una vía para “demolerla”.
En el Salvador no ha sido secreto que los cabecillas de pandillas como la MS-13 han obtenido privilegios dentro de las cárceles. La tregua entre esta pandilla y la 18 con el apoyo del gobierno de Mauricio Funes, destapó incluso el poder de negociación y la consecución de privilegios de estas estructuras delictivas.
A cambio de esos privilegios, hubo una reducción de homicidios, pero se dio otra realidad: un incremento de las desapariciones y el posterior hallazgo de cementerios clandestinos que operaban estas organizaciones criminales.
Algunos analistas y han comparado incluso la situación actual a la época de la tregua realizada entre 2012-2013, en que hay una reducción importante de los homicidios pero las desapariciones no paran. Incluso este es un tema que el gobierno ha intentado ignorar o minimizar, pero las familias de estas personas que buscan a sus parientes ponen sobre el relieve que el fenómeno es real y de dimensiones grandes.