Más que nunca, la celebración de la victoria de los Aliados sobre el III Reich nazi, contiene un simbolismo muy importante. Fue después de la batalla de Berlín, que terminó el 2 de mayo de 1945 con la victoria soviética sobre las tropas nazis, que el Reich se desplomó. La rendición alemana fue firmada el 7 de mayo en la ciudad francesa de Reims. Los combates debían acabarse el 8 de mayo. Una nueva acta de capitulación fue firmada en Berlín el 8 de mayo a las 11 :01 p.m. Por la diferencia de horas, ya era 9 de mayo en la ex-URSS, razón por la cual se celebra hoy en día en toda Rusia y, por supuesto, con un desfile emblemático sobre la Plaza Roja de Moscú en presencia de Vladimir Putin.
Recordemos que la guerra siguió en el Pacífico hasta la firma de la capitulación japonesa, el 2 de septiembre 1945. La Segunda Guerra Mundial había terminado.
Este año, las conmemoraciones que tienen lugar en la Plaza Roja suenan de manera particular, mientras la guerra en Ucrania sigue con violencia, amenazando el equilibrio de seguridad en Europa, amenazando la economía mundial, poniendo en riesgo la paz global. Vladimir Putin sabe muy bien que estos actos son analizados por todos: aprovecharán esta oportunidad a la vez para mostrar la fuerza de su ejército, que enfrenta una resistencia feroz sobre el terreno ucraniano, inscribiéndose en la lógica de la disuasión. Por cierto, no debemos olvidar la parte trasera de la situación con la amenaza nuclear.
Son más de 11,000 soldados y oficiales que desfilan en Moscú, representando 131 unidades de materiales militares, 77 aviones, helicópteros y drones que estarán puestos bajo la mirada de todos, con un mensaje que será descifrado : escalada, posibilidad de un diálogo, ¿continuación de la guerra? Tantas preguntas que condicionan la forma que tomará en las próximas semanas, meses y, seguramente años, el perfil del equilibrio de seguridad mundial.
Vladimir Putin quería anunciar el 9 de mayo 2022 una victoria en Ucrania. Cuando lanzó su ofensiva sobre varios frentes, el 24 de febrero pasado, afirmó que “la operación militar especial” tenía por objetivo, “desnazificar” Ucrania. Ese pretexto, que aparece como una condición, reveló el abismo ideológico entre el jefe del Kremlin y el oeste.
Afirmando que la desaparición de la ex-URSS había sido uno de los peores eventos de la historia contemporánea, se entendió la diferencia de percepción geopolítica del mundo. Siempre busca proteger Rusia territorialmente, construyendo “unos espacios de contención” como lo fue en Georgia en 2008, Crimea en 2014, ahora el este de Ucrania. El 9 de mayo es un día de victoria en Rusia. Por cierto, para el presidente Putin , aparecer victorioso es una postura política, militar, es esencial. Permite mandar un mensaje de unidad al pueblo entero. Es también un día de memoria y de duelo, recordando a los 22 millones de civiles y soldados soviéticos que murieron durante la Segunda Guerra Mundial.
Día patriótico, Vladimir Putin manda un mensaje de fuerza pareciendo decir “podemos ganar contra el nazismo de nuevo”. Con el simbolismo de identidad a las horas gloriosas, la bandera roja, los retratos de los héroes, muestra la fuerza de un ejército a través de sus equipos modernos: misiles balísticos intercontinentales, y otros materiales. Busca crear un paralelo mítico entre la victoria de 1945, la memoria y una identidad nacional de victoria sobre los que serían los herederos de los derrotados de 1945.
Haciendo este paralelo, espera mantener el apoyo de la población rusa mientras la guerra sigue con su parte de muertos, gastos financieros acelerados por las sanciones y las interrogaciones sobre la organización internacional que surgirá de esta grave crisis que estamos atravesando.
Desde el 18 de abril pasado, el cambio de estrategia rusa en Ucrania se concentró sobre el este del país y el sur. Mariúpol ha vuelto un punto clave mientras combates seguían hasta estas últimas horas en el sitio de Azovstal pero es probable que el Kremlin anuncie haber tomado el control de la ciudad, clave en el este de Ucrania para la toma de control del Mar de Azov y consolidar las posiciones en las regiones del Donbás, nudo de la guerra.
El 9 de mayo de 2022 aparece como el día durante el cual Vladimir Putin intentará demostrar su legitimidad tanto política como de jefe del ejército mientras la guerra en Ucrania está en su tercer mes, acompañándose de sanciones internacionales y de evolución estratégicas haciendo aparecer un nuevo sistema de bloques. Más que nunca para el Kremlin, la victoria contra los nazis está de actualidad, a riesgo de reforzar la inestabilidad para todos.
Politólogo, especialista francés en relaciones internacionales, presidente de la Asociación Francia-América Latina (LATFRAN). www.latfran.fr