Nacido en el puerto de La Unión, el 22 de junio de 1893, Napoleón Viera Altamirano fue hijo de Marcelina Viera Ortiz de Altamirano (San Alejo, 1865-San Salvador, 1944) y de Saturnino Clodoveo Altamirano (Usulután, 1837-¿?), quienes también procrearon a Saturnino y Metta (de Espinoza). Realizó sus estudios básicos en el Colegio de Oriente, en Santiago de María, departamento de Usulután. Los de bachillerato los efectuó en el Instituto Nacional de San Salvador.
Su primer poema le fue publicado en Diario Latino (San Salvador), el 20 de febrero de 1908. Entre 1909 y 1928, publicó más versos y artículos en Vox Populi, Diario del Salvador, el diario migueleño La Noticia, El Día y otros.
En la segunda parte de su texto Nuestros ricos y nuestros gatos (publicada en el diario sansalvadoreño El día y reproducida en la revista Repertorio Americano, San José, Costa Rica, tomo V, no. 26, 12 de marzo de 1923, págs. 343-344), el también poeta y periodista Alberto Masferrer le dedicó una opinión a su entonces amigo:
"Ya se sabe quién es él: poeta, de los cuatro o cinco que en Centro América pueden recibir ese nombre sin caer en pecado de tarasconismo; patriota, sin sombra de codicia ni de ambición; ilustrado, porque no deja nunca de estudiar en las cosas y en los libros; escritor, de los pocos que sienten que la pluma es sagrada, y que la inteligencia se oscurece si no anda a la par con la vida sencilla y honrada; creyente en el bien, hombre de ideas y de ideales, tolerante con todo, exigente consigo mismo (…)".

Fundador del efímero El Diarito (1914, junto con Julián López Pineda), Viera Altamirano se embarcó rumbo a Estados Unidos, en cuya ciudad portuaria de San Francisco cursó estudios de ingeniería y economía, combinados con grandes dosis de lecturas en la biblioteca universitaria.
Vuelto al país en 1925, publicó artículos y poemas en los periódicos de formato estándar o inglés Diario del Salvador, Patria y Reforma Social y se desempeñó como máxima autoridad de la Dirección General de Contribuciones (1930-1932). Entre julio de 1928 y febrero de 1930, las desavenencias personales entre Viera Altamirano y Masferrer crecieron y se produjo una ruptura insuperable.
A juicio del poeta, recopilador y editor salvadoreño Lic. Vladimir Amaya, don Napoleón bajo su alias poético Enrique Rey Solares fue un "modernista de tono menor, pero muy suelto e imaginativo. De los periodistas que se animaron a escribir poesía en su época, fue uno de los más interesantes, pero lastimosamente hubo otros quehaceres que le quitaron tiempo al poeta para perfeccionarse en el arte de la poesía. Intuición y musicalidad, las tenía, como también oído para el corte de versos. Animador del Modernismo en el país en la segunda década del siglo XX. Su poesía fue fiel reflejo de un espíritu culto y amplio."
Don Napoleón contrajo matrimonio con Mercedes Madriz y Cobos (1906-2006), hija del político y abogado nicaragüense Dr. José Madriz, fallecido en la capital mexicana. De esa unión nacieron Enrique (ingeniero y actual director-editor de El Diario de Hoy) y Marina (fallecida en su niñez, en 1939, mientras su padre se encontraba en el exilio).
El primer ejemplar del tabloide El Diario de Hoy comenzó a circular por las calles de San Salvador y otras localidades salvadoreñas en la mañana del sábado 2 de mayo de 1936. En su portada llevó un experimento fotográfico, realizado con el rostro de Francisco Gavidia por el fotógrafo nacional Aníbal J. Salazar.
Voceado por canillitas en las calles y plazas, El Diario de Hoy surgió a la vida editorial en medio de la fuerte censura derivada de la Ley de Imprenta de 1933, desarrollada por las tijeras de las jefaturas policiales y bajo la dirección de intelectuales como Arturo Ambrogi Acosta y Gilberto González y Contreras. De esa censura estrecha sólo se libraban las publicaciones de las potencias aliadas (1941-1945) y las de corte teosófico, disciplina espiritual de la que era adepto el mandatario y brigadier Maximiliano Hernández Martínez.
Debido al hostigamiento desatado en su contra por la dictadura martinista, Viera Altamirano salió del país y su periódico cambió de nombre a Centro América, período durante el cual fue dirigido por su esposa Mercedes, con el apoyo del químico y poeta migueleño Dr. Julio Enrique Ávila Villafañe (del 31 de julio de 1941 hasta el 14 de marzo de 1944), el empresario santaneco José Bernal (del 15 de marzo al 10 de junio de 1944. Fue fundador y propietario del diario Patria, dirigido de 1920 a 1930 por Masferrer) y el químico, escritor y político Dr. Adolfo Pérez Menéndez (del 19 de junio al 29 de octubre de 1944).

Desde el 20 de junio de 1939, la radiodifusora Estación Para Ti, en San José, capital de Costa Rica, difundió un noticiario libre, dirigido por Viera Altamirano, el cual era retransmitido hacia El Salvador, en emisiones diarias de las 10:30 p.m. a través de la banda de 49 metros o 6165 kilociclos. A la vez, y con el patrocinio de La Constancia, en San Salvador se difundía El Diario de Hoy del Aire, que se transmitía en emisiones diarias desde la radio privada YSP La voz de Cuzcatlán, desde las 5:45 hasta las 6:00 de la tarde.
Intelectuales destacados, de diversas tendencias ideológicas, que colaboraron con las páginas de El Diario de Hoy fueron Claudia Lars, Lilian Serpas, Lilliam Jiménez, Matilde Elena López, Rafael Alberti, Alberto Guerra Trigueros, Manuel José Arce y Valladares, Jorge Lardé y Larín, Ricardo Dueñas van Severén, Roque Dalton, Ítalo López Vallecillos, Jorge Arias Gómez, Ricardo Bogrand, Gómez, Roberto Armijo, Antonio Gamero, Orlando Fresedo, Serafín Quiteño y más. Un espacio dedicado durante décadas a la promoción del intelecto nacional e internacional lo constituyó la sección Filosofía, Arte y Letras.
Debido a la crisis económica generada por la Segunda Guerra Mundial, El Diario de Hoy incrementó en 40% los salarios de sus empleados, en el período comprendido entre el 1 de enero de 1942 y el 31 de octubre de 1943, en momentos en que sus tirajes diarios oscilaban entre los 327,645 y 392,847 ejemplares totales.
En la década de 1940, El Diario de Hoy se convirtió en el medio de comunicación entre El Salvador y los cientos de salvadoreños que vivían y laboraban en la Zona del Canal de Panamá.
Dentro de ese mismo espíritu intelectual y antifascista, en la mañana dominical del 11 de enero de 1942, en las instalaciones de El Diario de Hoy fue fundado el grupo literario SEIS. Diversos autores piensan que ese nombre eran las siglas del Grupo Social en Ideas Superiores-, en el que participaron Antonio Gamero, Cristóbal Humberto Ibarra, Oswaldo Escobar Velado, Alfonso Morales Morales, Manuel Alonso Rodríguez Herrera, Matilde Elena López, Tránsito Huezo Córdova, Pilar Bolaños, Ricardo Trigueros de León y otros.
Durante los sucesos cívico-militares de abril y mayo de 1944, El Diario de Hoy no circuló y se unió a la Huelga de brazos caídos. El 8 de mayo se adelantó en 24 horas y anunció la salida del Poder Ejecutivo del "brujo de las aguas azules", tras casi trece años de férrea y sangrienta dictadura.
Tras su retorno al territorio nacional, el 21 de junio de 1944, el partido político Frente Social Republicano lanzó la candidatura presidencial de don Napoleón Viera Altamirano. Tras unos meses de campaña, renunció a la candidatura el 7 de enero de 1945. En mayo de 1945, don Napoleón fue nombrado embajador de El Salvador en México y Cuba (1945-1946) y ministro de Economía (1946).
Entre 1943 y 1955, El Diario de Hoy mantuvo El magazine, una revista publicada los jueves, con excelente calidad gráfica y magníficos contenidos. Al finalizar sus entregas, a inicios de 1955, fue reemplazada por la revista internacional Hablemos del hogar y de la moda, que tras su bancarrota fue mantenida localmente bajo el nombre de la revista dominical Hablemos, que perduró activa durante seis décadas más.

Por la misma época, El Diario de Hoy mantuvo un periódico hermano, Últimas noticias, que difundía espacios de noticias en El panorama del mundo desde el aire (6:00 a 6:15 pm), a través de los 1250 kilociclos y por cortesía de la empresa alemana Telefunken. En la actualidad y desde hace poco más de tres décadas, otro medio hermano del grupo lo constituye Más!
Decidido defensor de causas civiles y centroamericanistas, miembro fundador de la sociedad ecológica Amigos de la Tierra e integrante de la Academia Salvadoreña de la Lengua, don Napoleón también dio a conocer mucho de su pensamiento progresista a través de varios libros, publicados en su mayoría por el sello editorial de su empresa periodística. Entre ellos destacan La Ciudad Universitaria en Centro América (1945), La batalla contra la miseria (1945), Las fronteras malditas (1947), Mediodía en México (1950), Integración económica de Centro América (1957), La libertad de prensa en El Salvador (1957), El vaivén de las antologías y otros apuntes (1961) e Instituciones y revoluciones (1963).
Algunas de estas publicaciones fueron reunidas por la Dirección de Publicaciones e Impresos (DPI) del Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura) en el volumen Obras escogidas (1998), sistematizado y prologado por Carlos Sandoval. Pese a ello, aún están pendientes de recopilación y sistematización miles de páginas dedicadas a ensayos, artículos de opinión y polémicas, poemas, editoriales, escritos de protección al medio ambiente, cuentos y más que Viera Altamirano escribió en los 69 años que le dedicó al periodismo activo en El Salvador.
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Su esposa Mercedes fue una innovadora en la importación de tecnologías para el mejor desarrollo de las impresiones en blanco y negro y a color del diario, así como en su registro histórico mediante microfilmes, ahora digitalizados y puestos a disposición mundial mediante Internet. Ella reunió sus recuerdos de la dictadura martinista en diversos artículos, aparecidos en El Diario de Hoy a fines del siglo XX, aunque todo ese material aún sigue sin ver la luz editorial en formato de libro.
Entre 1976 y 1977, don Napoleón trató de escribir sus memorias, de las que dio a conocer algunas páginas en ediciones varias de El Diario de Hoy, pero esa labor se vio interrumpida por su muerte, ocurrida en la capital salvadoreña, el 8 de agosto de 1977. Además, reunió algo de su poesía en un libro, Fuego de Guayacán, aún inédito. Publicarlo constituye una tarea obligada.
En la actualidad, el legado de don Napoleón y doña Mercedes continúa en las manos de sus nietos Fabricio, Julián y Héctor. Desde 1995, El Diario de Hoy dio el salto al ciberespacio y se constituyó en el primer periódico centroamericano en aparecer en edición cibernética mediante su propio sitio web elsalvador.com.
En ruta a su aniversario número 90, el Grupo Editorial Altamirano ha dado un nuevo salto de calidad al establecer 1936 Media, una visión de conjunto de todos sus esfuerzos empresariales en periodismo impreso y digital, dentro de una lógica innovadora de modernización de cara a las exigencias cambiantes de las audiencias salvadoreñas transnacionales del primer cuarto del siglo XXI y las décadas venideras.
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