El salvadoreño Rossemberg Rivas se encuentra celebrando 20 años de carrera artística, un creador que ha dedicado su vida a transformar El Salvador a través del arte, el diseño y la gestión cultural. Y para homenajear estás dos décadas presentó la exposición “Nunca me fui, yo me quedé y estoy aquí”, en el recién inaugurado Centro de Desarrollo Artesanal Interactivo (CEDART Interactivo), en el Centro Histórico de San Salvador, en donde funcionó el antiguo Hotel Nuevo Mundo.
La muestra es un reflejo de la amplia labor artística de Rossemberg, donde deja clara su creatividad, un talento que mostró desde muy pequeño, y cómo lo convirtió en una herramienta poderosa para abrirse camino entre las adversidades y las limitaciones.
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Rossemberg afirmó que esta muestra fue una iniciativa de CEDART Interactivo, espacio cultural que abrió las puertas al público el 30 de abril, y bajo la curaduría del Museo de Arte de El Salvador (MARTE).
"La exhibición 'Nunca me fui, yo me quedé y estoy aquí' ha sido curada por el Museo de Arte de El Salvador (MARTE), quienes hace 10 años también custodiaban la obra de solamente 10 años y ahora están custodiando la obra de 20 años", explicó el creativo.
La exposición, que estuvo a cargo de Jaime Izaguirre, director artístico del Museo de Arte de El Salvador (MARTE), brinda al público una mirada profunda de la obra del polifacético artista. Cada pieza es testimonio de su paso por diferentes disciplinas, donde hace una introspección de su vida y cómo le ha tocado transformarla.
Izaguirre comentó que se puede evidenciar el enorme trabajo que Rossemberg ha realizado y eso se puede ver a través de los premios, reconocimientos, diplomas, capacitaciones y proyectos que forman parte de la muestra.

"Es importantísimo que como salvadoreños lo conozcamos, porque de verdad es un representante importante de este trabajo artístico a distintos niveles, no sólo a nivel local, a nivel internacional, a nivel privado y a nivel público. Es un orgullo", comentó el representante de MARTE durante la inauguración de la exposición.
En la muestra se presentan tres grandes modalidades: la primera es diseño de vestuario para espectáculos, teatro, ópera y ballet. Luego, es arquitectura efímera, intervención de espacios por medio de atmósferas, decoraciones, elementos sociales y corporativos. Y la tercera es la parte editorial, el desempeño de Rossemberg, tanto en ponencias, colaboraciones con universidades, así como su faceta de catedrático.
Condesar todo lo anterior en un espacio fue todo un reto para el artista. "De verdad que las paredes no bastan. Y se ha querido presentar proyectos que tengan que ver precisamente con estos conceptos, en donde la artesanía y el diseño se unen. Soy el primer diseñador que está en el nivel 3, del CEDART", dijo.

También busca dignificar al artesano y de alguna manera llevarlo a otras latitudes, como lo hizo cuando fue parte de la Ópera Nacional de Cuba y La Flauta Mágica.
"Todos los vestuarios se elaboraron en El Salvador y se embarcaron hacia La Habana para celebrar los 50 años de la Ópera Nacional de Cuba. Y así un gran montón de proyectos que nunca habían sido vistos a la luz pública - hasta ahora- y que la gente no se imagina pues toda esta multiplicidad de trabajo que se ha hecho durante 20 años", recordó el Embajador de la cultura salvadoreña.

Un viaje de risas y llantos
Rossemberg además reconoció que este homenaje permitió revivir los altos y bajos de la carrera, traer a la memoria ese niño creativo que nunca deja de jugar, donde un dibujo de una manzana y un burro, que tuvo dos de calificación en la escuela, fue el inicio de una energía que fluye y se transforma hasta el día de hoy.
"Yo tenía tres años, en 1983, y fue uno de mis proyectos (el dibujo de la manzana y el burro) que se rescataron. El proyecto era no salirse de la línea, y yo siempre me salía. El curador decidió empezar toda la exhibición con este punto principal, en la cual la maestra me pone dos y todavía resalta lo malo. O sea que si yo hubiera sido un niño un poco más aprehensivo a las emociones, ahí se hubiera acabado el ser artista, porque ahí se hubiera truncado todo lo demás", aclaró.

"Abrir tanto archivo, de 20 años de vida, y darme cuenta de cada dificultad, cada alegría, cada momento que se solucionó... Cada uno de los proyectos que están acá puntualizan una pequeña muestra de ese gran universo. Es una energía que fluye y se transforma, y le da vida... Es mi niño interior que pide a todos toquen su trabajo con ternura", agregó el Premio de Cultura 2014 .
En cuanto al nombre de la exposición, “Nunca me fui, yo me quedé y estoy aquí”, es el sentir de gestor cultural: "Te comprometes por amor, construí el legado aquí en el país, inspirar a las nuevas generaciones y heredando mi trabajo que es tan múltiple y amplio".
Este universo también festeja el legado de Rossembert, así como el amor por la belleza salvadoreña, donde da un espacio especial al pueblo de San Sebastián, SanVicente, donde son originarios sus padres, con la instalación interactiva "Amor arácnido".

"Hemos simulado unos elementos orgánicos que son fractales e inspirados un poco en el pespunte. El pespunte es una puntada, para dar término a las piezas que se usan mucho en San Sebastián, y al mismo tiempo, está el urdimbre, la urdimbre es la colocación de hilo por hilo para luego, en el telar de palanca, ir tejiendo sábanas y hamacas, de las que ustedes disfrutan. Entonces, cada una de esas estructuras es un macro del punto donde coincide un hilo con el otro, y eso somos nosotros. Así que es un tributo a nuestro pueblo San Sebastián", destacó.
"Yo no nací ahí, pero todos mis antecedentes son de ahí, y me siento muy orgulloso. Las cintas de tela, que formaron parte de mis vestuarios a lo largo de 20 años, las sacrifiqué y los hice retazos, porque de alguna manera los retazos ya vienen impregnados de esas fiestas, de esas alegrías, de ese trabajo, cada uno con su energía. Agarrando un retazo, va a empezar a tejer ese 'Amor arácnido' que nos va a unir a todos. Al finalizar, yo espero que en los tres meses que va a estar esa exhibición, esas piezas estén completamente tejidas y también de esta manera se hace un tributo a los tejedores, a nuestros tejedores de mi ciudad", expresó.
La exposición es posible, gracias a la colaboración de CONAMYPE, CEDART Interactivo, Rossemberg Rivas y el Museo de Arte de El Salvador (MARTE).
- El Centro de Desarrollo Artesanal Interactivo (Cedart Interactivo) abrió sus puertas al público el 30 de abril. Está ubicado en la 1a. calle oriente, entre 2da y 4ta avenida norte #13, en el Centro Histórico de San Salvador, donde funcionó el antiguo Hotel Nuevo Mundo.
- Cuenta con tres niveles. Nivel 1: Tienda de artesanías, Gran Sala, Premio Nacional de Artesanías. Nivel 2: Bistro Café, Sala Privada, talleres. Nivel 3: Galería, Sala inmersiva, Realidad Virtual.
- Horario. Lunes y martes cerrado. Miércoles y jueves - 10:00 a.m. - 5:00 p.m. / Viernes y sábado - 10:00 a.m. - 10:00 p.m. / Domingo: 10:00 a.m. - 6:00 p.m.
Admisión. Salvadoreños $1 / Centroamericanos y extranjeros residentes $3 / Extranjeros no residentes $5 / Entrada Plus $5 / Estudiantes con carné vigente, personas con discapacidad, adultos mayores y niños menores de 7 años - Gratis.
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