Un progresivo crecimiento refleja el número de tarjetas que circulan en nuestro país, desde mayo del año pasado al mismo mes de 2020, pasando de 801,822 a 876,197.
En total son 74,375 tarjetas más en el mercado local, lo cual representa un aumento del 9.2 %, según un informe del Observatorio de Tarjetas de Crédito (OTC), de la Defensoría del Consumidor.
Sin embargo, hay que destacar que entre abril y mayo de este año la cantidad de tarjetas pasó de 878,650 a 876,650, reflejando una leve disminución de un 0.2%, debido a que algunos servicios se han visto restringidos, a pesar de que la banca continúa operando.
En cuanto al número de deudores, el reporte de la institución reveló que en mayo 2019 se contabilizaron 610,667 personas con deudas en tarjetas, mientras que este año sumaron 642,507.
Un punto importante que deben tomar en cuenta los consumidores a la hora de tramitar una tarjeta, son las tasas de interés que ofrecen las distintas instituciones bancarias y financieras, las cuales según el observatorio van desde el 15 % hasta el 65%.
Según la Defensoría, las denuncias por tarjetas de crédito son las más recurrentes dentro de la institución. Tal es así que de enero a junio de este año recibió 241 denuncias de consumidores, quienes consideran que se le violentaron sus derechos basados en la Ley de la Defensoría del Consumidor.
Entre las denuncias que más persisten están: cálculo incorrecto y mala aplicación de intereses, cláusulas abusivas, derecho de retracto, prorroga renovaciones automáticas, entre otras
Créditos
El dinero plástico, como también se le llama a las tarjetas, representa para muchas familias salvadoreñas y empresas locales, un instrumento de financiamiento,sobre todo en tiempos de crisis.
Sin embargo, en la actual pandemia no se refleja un aumento en el uso de este producto financiero, en parte debido a los más de tres meses de cuarentena, explica el analista económico Mauricio Choussy.
En una charla virtual llamada “Comportamiento de la economia y el impacto por COVID-19”, Choussy afirmó que a mayo de este año, la demanda de préstamos totales creció un 6%, pero de eso el de las tarjetas de crédito sólo creció 1.86 %.
El dato compara mayo de 2019,cuando los créditos en dinero plástico sumaron $976.22 millones con ese mismo mes de este año cuando totalizaron $994.39 millones.
No obstante, según los datos de Kantar, división Worldpanel, que el el uso de la tarjeta como método de pago incrementó un 61% en los países de Centroamérica durante los meses de confinamiento, es decir, de marzo a junio de este año.
La utilización de tarjetas está impulsado por los niveles socioeconómicos más altos, los que aportan un 48% del crecimiento de tarjetas, según revela estudio Shopper Trends COVID-19.
La firma detalla que en el comportamiento del uso de tarjetas en los países centroamericanos, destacan los costarricenses donde el 44% utilizó este método de pago en los tres meses de aislamiento por el COVID-19; esto es un 27% más de compradores que los 3 meses anteriores al encierro.
El país que más crecimiento tuvo en el uso de tarjetas fue Panamá, 108% más de compradores usando este método de pago, alcanzando a un 33% de panameños utilizando este método de pago para realizar sus compras de consumo masivo.
Un 8% del gasto en productos de consumo masivo se realizó con tarjetas de crédito, especial crecimiento en El Salvador, Panamá y Guatemala, informó Vivian Gálvez, Gerente General de CAM de la División Worldpanel de Kantar.
El pago con tarjetas crece con mayor intensidad en canal tradicional (tiendas o pulperías, minisúper, mercados, entre otros), “la búsqueda de diversificación de los tenderos en estas épocas hace que amplíen sus servicios y muchos incluyen en su negocio este método de pago”, comentó Vivian Gálvez.
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De acuerdo a datos del sistema interactivo de información desarrollado por CentralAmericaData, una instancia que monitorea en tiempo real los cambios de hábitos de los consumidores, en Centroamérica más de 8 millones de personas están buscando acceder a un crédito utilizando las plataformas electrónicas.
De este grupo de consumidores regionales, un 9% explora opciones para contratar un préstamo estudiantil. En El Salvador, un 2 % de los consumidores los busca para comprar un vehículo.
