El presidente Nayib Bukele se retractó la noche del domingo y suspendió la fase dos de la reapertura económica, la cual estaba prevista para el 21 de julio. El mandatario se contradijo de sus palabras un día antes, cuando en un evento oficial se comprometió a mantener la fecha para pasar a la siguiente fase.
VER: Fase 2 de reactivación económica inicia el 21 de julio
El sector restaurantes era uno de los contemplados en esta segunda fase. Dentro de los mismos también se permitirá la apertura de ópticas, salones de belleza, peluquerías y barberías, servicios empresariales en la modalidad por citas. Se siguen prohibiendo actividades con fines recreativos.
También la circulación del transporte colectivo se tenía previsto para el 21 de julio. Así como también las industrias del plástico, papel y cartón, de calzado, cosmética, manufacturera (en su totalidad) e industrias creativas.
Para la Cámara Americana de Comercio de El Salvador (Amcham), que representa más del 80 % de la inversión estadounidense en nuestro país, era una muy buena noticia saber que inicia la fase dos, y que el transporte público comenzaría a operar.
Carmen Aída Muñoz, directora ejecutiva la Amcham, dijo que con esta nueva fase pasen de un 58 % a un 60 % a 70 % de sectores ya incorporados a la producción.
“No significa que la actividad estará al 100 % porque siempre habrá distanciamiento, y por lo tanto, el teletrabajo continuará”, expresó.
Javier Simán, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), aseguró que el sector privado sigue promoviendo medidas sanitarias de prevención de contagio, para ir reactivando las diferentes fases de la economía reduciendo el riesgo del Covid19.
Para eso tanto la ANEP como las diferentes gremiales han aplicado y promovido protocolos sanitarios que han sido muy efectivos.
Añadió que ahora que se reactivará el transporte público se requiere que los usuarios de buses respeten estrictamente las medidas sanitarias en las unidades de transporte y en las paradas de buses.
Federico Hernández, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal), considera que es positivo que el sector empresarial tenga claro que existe “una luz al final del túnel”, después de enfrentar meses de pérdidas económicas.
“La recuperación para las empresas será dura y tomará tiempo. Los días de encierro y la incertidumbre han jugado en contra de sus perspectivas de crecimiento a mediano plazo. Si se recupera la confianza, habrá más posibilidades de recuperar buena parte de ese tejido productivo”, afirmó.
Destacó que el tejido empresarial formal está tomando todas las medidas de prevención y merece la oportunidad de seguir trabajando, siempre poniendo como prioridad la salud de trabajadores y clientes.
El chef Leo Guzmán, presidente de la Asociación de Restaurantes de El Salvador (ARES), aseguró que el sector está preparado para la apertura, con los respectivos protocolos de bioseguridad, acatando así las disposiciones establecidas por los ministerios de Salud y Trabajo.
Sin embargo, Guillermo Guidos, presidente de la Unión Mipyme de El Salvador, considera que “abrir por abrir la economía no es una repuesta correcta”, pero “abrir con una estrategia de ataque al virus si”.
En su opinión, los riesgos siempre van a existir, por lo que debe de existir un plan o una estrategia para que la población salga a las calles, pero hasta el momento no se conoce.
“Por supuesto que nos interesa salir a trabajar y ver cómo reconstruimos nuestras economías, pero con seguridad, es decir, trabajo sin contagio. Y como no hay un plan, cada empresa debe de hacerlo”, dijo.