Eterno Surf: una escuela costera que busca profesionalizar el surf salvadoreño
Eterno Surf es una nueva escuela en El Zonte que ofrece clases de surf y busca profesionalizar el deporte con inclusión, estructura y visión comunitaria.
Por
Evelyn Alas
Publicado el 06 de noviembre de 2025
Eterno Surf es un emprendimiento salvadoreño fundado por tres amigos en Playa El Zonte. Ofrece clases de surf para principiantes, intermedios y niños, con un enfoque profesional y comunitario. Su propuesta busca generar empleo local, capacitar instructores y compartir una metodología propia con otras escuelas. Además, impulsa actividades de educación ambiental y mentorías informales sobre marketing y administración. Con alianzas estratégicas y visión a largo plazo, esta escuela busca consolidar el surf como un motor de desarrollo para la zona costera salvadoreña. Su lanzamiento oficial está previsto para el 6 de noviembre.
En la costa de El Zonte, en el departamento de La Libertad, una nueva escuela de surf está generando conversación por su enfoque poco común: clases profesionales, inclusión comunitaria, capacitación técnica y un modelo de negocio que apuesta por el crecimiento compartido.
Se trata de Eterno Surf, un emprendimiento impulsado por tres salvadoreños con trayectorias distintas pero con un mismo sueño. Luis Morales, exjugador de la selección nacional de voleibol, decidió dar un giro total a su vida y mudarse al litoral hace cinco años. "El surf se volvió una terapia, una nueva forma de vida", comenta.
Fue allí donde conoció a Jeffrey Chapetón, joven instructor con formación en administración turística, y a Jonathan, surfista con más de 17 años de experiencia y trayectoria internacional.

La escuela ofrece clases de surf para principiantes, intermedios y niños de entre 7 y 9 años, con un enfoque recreativo pero profesional. "Queremos que los salvadoreños aprendan a surfear como parte de su identidad costera. Esto debería ser como comer pupusas: algo que todos hayan probado al menos una vez", dice Luis entre risas.
Lo que distingue a Eterno Surf de otros negocios similares es su intención de crear una metodología de enseñanza propia y registrarla, para compartirla con otras escuelas en la zona costera. "Muchos instructores tienen experiencia empírica, pero no certificaciones. Nosotros queremos cambiar eso", explica Jeffrey, quien actualmente lidera la parte logística y de clases.

Jonathan, por su parte, aporta el componente técnico. Como expresidente del Comité de Desarrollo Turístico (CDT) de La Libertad y surfista que ha entrenado con campeones como Gabriel Medina en Brasil, considera que "es el momento de profesionalizar el surf salvadoreño, para que en el futuro tengamos nuestros propios campeones mundiales".

El contexto les favorece. La iniciativa Surf City del gobierno salvadoreño ha posicionado a El Salvador como un destino global para el surf. De acuerdo con el Ministerio de Turismo, el país cerró 2023 con más de 2.8 millones de visitantes y una derrama económica que superó los $2,900 millones. La mayor parte de esa actividad se concentra en la zona costera.
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"Estamos viendo apenas la punta del iceberg. El auge de turistas y escuelas de surf va a triplicarse. Pero si no nos organizamos desde lo local, todo ese crecimiento lo van a capitalizar los extranjeros con mayor capacidad económica", advierte Jonathan.
Por eso, Eterno Surf también funciona como un semillero de talento local. Actualmente, trabajan con entre 10 y 15 instructores, muchos de ellos en proceso de certificación. "Algunos ni siquiera terminaron el bachillerato, pero son excelentes surfistas. Nosotros los ayudamos a capacitarse y a mejorar su perfil profesional", explica Jeffrey.

El emprendimiento no solo da clases, también ofrece una especie de mentoría o ayuda a otras escuelas, compartiendo aprendizajes sobre estructura administrativa, marketing, seguridad y buenas prácticas. "No somos una agencia de marketing, pero como ya vivimos el proceso de montar la escuela, podemos ayudar a otros a evitar errores comunes", aclara Luis.
Otro de los pilares de Eterno Surf es el compromiso ambiental. "Queremos promover una cultura de respeto por la playa. Muchos visitantes dejan basura, y eso termina afectando el ecosistema marino", comenta Jonathan. Parte de su plan incluye organizar jornadas de limpieza y educación ambiental, especialmente con niños.
Eterno Surf se encuentra ubicado en Playa El Sonte, pero tiene una alianza estratégica con Litoral Surf, la escuela que Jonathan ha desarrollado en El Tunco. "Compartimos la misma metodología, los mismos valores. Para nosotros, esta es una familia", afirma Jeffrey.

Las clases están disponibles de lunes a domingo, desde las 5:45 a.m. hasta las 5:00 p.m., y se pueden agendar por WhatsApp. Aunque ya están operando, el lanzamiento oficial de la marca y su sitio web está previsto para el 6 de noviembre.
La visión de Eterno Surf va más allá del negocio. "Queremos inspirar a más gente local a emprender, a crear algo propio. Si logramos que la industria del surf sea más inclusiva y profesional, todos ganamos. Es una economía circular donde las familias pueden prosperar", resume Luis.
En un país con más de 300 kilómetros de costa y olas de clase mundial, el surf es mucho más que una moda: es una oportunidad de desarrollo. Eterno Surf apuesta por un modelo que une pasión, comunidad y profesionalismo. Y ese tipo de olas, cuando se saben leer, se convierten en trayectorias ganadoras.
CATEGORIA: Dinero y negocios | Voces de emprendimiento
