El desfinanciamiento del programa de Ciudad Mujer, un modelo de atención integral para las féminas, ha tenido un recorte de más de $5,000,000 para este 2022 con respecto a 2019, en el cual había una partida presupuestaria de $11,674,540, lo cual ha provocado que haya una disminución en la calidad de servicios de salud, educación y atención a la violencia que se da en las seis sedes del programa de Ciudad Mujer que hay en el país.
La disminución en el presupuesto del Gobierno destinado a programas específicos para el desarrollo integral de la mujer y la implementación de la Ley Especial Integral para una Vida libre de Violencia (LEIV) para las mujeres es una señal que las mujeres no son prioridad para el Gobierno, sostiene Milagro Alvarado, coordinadora del Colectivo Feminista de la región oriental, quien también mantiene un convenio con Ciudad Mujer para la atención a mujeres que sufren de violencia intrafamiliar.
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“Hay muchos hogares que están siendo jefeados por mujeres y hay una baja del presupuesto en relación a los programas destinados para las mujeres. Esto tiene una causa y es el hecho que los problemas que las mujeres enfrentamos no están siendo una prioridad en las políticas públicas del Gobierno y que la reducción del presupuesto es un reflejo de eso”, señaló Alvarado al ser consultada por El Diario de Hoy con respecto al abandono por parte del Gobierno al programa de Ciudad Mujer.
AltavozEs y Panorama Económico, que son organizaciones de participación ciudadana que promueven el debate público en temas esenciales para el desarrollo del país, hicieron un análisis de datos e identificaron una disminución de presupuesto para ejecutar el programa de Ciudad Mujer, el cual ha mantenido recortes en los fondos durante cuatro años consecutivos; y en el último año, bajó de $9.6 millones en 2021 a $6.5 para el ejercicio fiscal del 2022 (ver infográfico).
Mientras que las seis sedes del programa integral para las mujeres no tendrán presupuesto directo para su funcionamiento, en años anteriores, el monto asignado rondaba entre los $30,000 a $50,000 para cada una de las sedes de Ciudad Mujer.
Además, los presupuestos que eran ejecutados por el Ministerio de Trabajo y el Instituto Salvadoreño de Formación Profesional, asignados como líneas presupuestarias directas para la formación laboral de las mujeres para las diferentes sedes de Ciudad Mujer, fueron eliminados.
Así mismo, las sedes de dicho programa no reciben desde hace dos años un monto que era destinado por parte de la Procuraduría General de la República (PGR).
El programa de Ciudad Mujer está dirigido a la atención integral para la población femenina. Inició en marzo de 2011, con la sede de Ciudad Mujer, en Lourdes, Colón, el cual fue creado en la gestión del gobierno del FMLN, bajo el mandato de Mauricio Funes.
El programa de Ciudad Mujer era liderado por la primera dama, Vanda Pignato, bajo la Secretaría de Inclusión Social, que buscaba mejorar la calidad de vida de las mujeres salvadoreñas con la facilitación de servicios especializados ofrecidos en sus centros, a través de los cuales se brindaba servicios integrados y gratuitos en salud, prevención y atención a la violencia de género, empoderamiento, economía y educación colectiva.
Estos centros estaban compuestos por más de 18 instituciones del Estado como la Fiscalía, la Procuraduría General y PNC, que brindaban diferentes servicios en cada sede.
En los centros de Ciudad Mujer de Colón, Usulután, San Martín, Santa Ana, San Miguel y Morazán, las mujeres tenían servicios de medicina interna, ginecología, nutrición, ultrasonografía, odontología, laboratorio clínico, farmacia, mamografías, citologías, transporte gratuito para diligencias de salud y judiciales.
En el mismo lugar las mujeres accedían a cursos de formación técnico-vocacional, bolsa de empleo, asesoría de gestiones sobre protección de derechos laborales, asesoría y acompañamiento de proyectos productivos en microcréditos, los cuales se han visto mermados.
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Los recortes para diferentes servicios integrales para la población fémina están comenzando a pasar la factura a las mujeres de zonas rurales, algunas de la tercera edad, las cuales han dejado de percibir los servicios de salud, educación y atención a las mujeres que sufren violencia intrafamiliar, aseguran Morena Murillo del Foro Nacional de Salud (FNS) y Milagro Alvarado, coordinadora del Colectivo Feminista de la región oriental.
Morena Murillo señala que los servicios de salud han disminuido para las mujeres en el área de salud sexual y reproductiva, odontología, laboratorio clínico y farmacia.
“Los programas de la mujer han sido suspendidos, hubo una reducción en presupuesto; también en el programa Ciudad Mujer estaban garantizados algunos servicios con los derechos que estaban reducidos o no se estaban dando de la mejor manera la atención especializada de algunas instituciones… había atención sexual y reproductiva en la parte ginecológica, en apoyo a la mujer embarazada se les brindaba una atención de llevar y traer a los controles, garantizar el parto en los hospitales, un servicio que se ha visto suspendido y en algunos casos totalmente reducido”, indicó Murillo.
Agregando que Ciudad Mujer brindaba servicios integrales a las mujeres en situación de violencia y en iniciativas económicas; sin embargo, la mayoría de estos servicios que se brindaban se han visto reducidos, “había un apoyo para desarrollar capacidades y habilidades con iniciativas productivas a las comunidades que también totalmente se ha suspendido”, aseguró Murillo.
Morena Murillo sostuvo que durante años ha ido acrecentando una deuda con los programas de salud de la mujer y la pandemia hizo que esta problemática se incrementara más, “tenemos una deuda en citología o seguimiento o atención a enfermedades ginecológicas de las mujeres, hay una poca cobertura, para citología, mamografías, métodos de planificación familiar y otros programas que tienen que ver con la salud de las mujeres, hay una deuda con los servicios de salud sexual reproductivos”.
