Empezá el año conectando con lo más importante tu bienestar

Este enfoque propone dejar atrás los clásicos objetivos de bajar de peso o hacer más ejercicio, y en su lugar poner en el centro de nuestras intenciones el bienestar emocional. "Ponernos retos relacionados con nuestro bienestar y calma mental debería ser un objetivo prioritario", señala la psicóloga sanitaria Diana Sánchez, en entrevista con EFE Salud.

Según la especialista, si dedicamos tiempo a fortalecer la salud mental de forma intencionada, lograremos con mayor coherencia y disfrute otros objetivos. "La calma mental y el estar en conciencia plena, hace que todo lo demás cobre incluso más valor", afirma. Y agrega: "Hemos normalizado vivir con ansiedad y estrés como si fueran el precio del éxito, pero no debería ser así. La verdadera conquista es estar en paz con uno mismo".

El arte de pausar y escucharse

Diana Sánchez recomienda hacer una pausa diaria: "Igual que todos los días pensamos en que hay que ducharse o hacer ejercicio, el tiempo para la conciencia plena y estar con nosotros mismos debería ser un hábito". Esta práctica va más allá del ocio pasivo. Tener un espacio diario para el descanso consciente no se trata de ver series o estar inactivos, sino de dedicarnos unos minutos a respirar, agradecer y revisar el día sin juicio.

La psicóloga sugiere hacerlo al despertar y al final del día, conectando con logros, emociones y aprendizajes desde la amabilidad. "No se trata de tener todos los días mil objetivos… pero sí tener tiempo para parar, pausar y respirar de forma consciente sin sentir urgencia en ello", apunta la especialista.

Una herramienta sencilla es escribir las metas emocionales y acompañarlas con frases que expliquen por qué las queremos alcanzar. Verlas a diario en un espejo o espacio visible ayuda a mantenerlas presentes. "Cuando le das forma escrita a tu deseo de cuidarte, dejás de postergarlo. Lo convertís en un compromiso contigo mismo", destaca Sánchez.

Diez propósitos emocionales para cultivar en 2026

1. Autoconciencia o autoconocimiento:
   Conocerse y entenderse debería ser un objetivo vital. Llevar un diario para registrar emociones, pensamientos y sensaciones ayuda a observarnos desde fuera, revisar creencias y entendernos sin juicio.
   
2. Empatía:
   Fomentar la empatía mejora nuestra comprensión hacia los demás y también regula nuestras propias emociones. "El ponernos en el lugar de los demás… nos puede ayudar a controlar nuestro propio enfado y mal humor", dice Sánchez.
   
3. Asertividad:
   Expresar lo que sentimos sin agresividad ni pasividad es esencial. "Trabajar la asertividad… hará que te sientas mejor, y que la gente te entienda mejor, te hará sentir más respetado", señala.
   
4. Resiliencia:
   La capacidad de adaptarse a situaciones difíciles y encontrarles un sentido fortalece la estabilidad emocional. "Estar preparados significa trabajar la capacidad de estar en el momento presente", comenta la experta.
   
5. Autoestima:
   La autoestima se cultiva observando cómo nos hablamos internamente. "Aprender a aceptarse… pero, sobre todo, mirarnos con amor", propone Diana Sánchez.

6. Control de la ansiedad y el estrés:
   Combinar el mindfulness con un estilo de vida saludable ayuda a reducir tensiones. Es clave también revisar pensamientos irracionales y evitar el exceso de control. "Respirar profundo no soluciona todo, pero sí es el primer paso para salir del modo alerta y entrar en el modo presente", afirma.
   
7. Reconocer miedos conscientes e inconscientes:
   Sánchez recomienda hacer una lista de miedos, incluso los que no sabemos que tenemos. "Explorar esas sensaciones nos ayudará a dejar de evitarlos", afirma. "Detrás de muchos bloqueos está el miedo. Si lo nombrás, deja de dominarte".
   
8. Poner límites y saber decir no:
   Cuidar el tiempo y energía personal requiere aprender a decir no sin culpa. "Aprender a protegernos… comunicándonos de forma clara y honesta con los demás", es fundamental. Y añade: "Decir que no también es un acto de amor propio".
   
9. Gestionar emociones incómodas:
   Aceptar y entender emociones como el miedo, la rabia o la tristeza ayuda a usarlas como herramientas de autoconocimiento. "Identificarlas, ponerles nombre y canalizarlas de forma saludable", sugiere la experta.
   
10. Respiración consciente y mindfulness:
    Ejercicios diarios de respiración ayudan a anclarse al presente. "La respiración… ayuda a que el sistema nervioso se calme y podamos ver la realidad con más claridad", concluye la psicóloga.

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Iniciar el año con propósitos emocionales es una forma de cuidarse desde adentro. La propuesta no busca la perfección, sino la coherencia y la presencia. Al centrar nuestras metas en el bienestar mental, generamos una base sólida para todo lo demás: trabajo, relaciones, salud física. Como señala Diana Sánchez, "la salud mental no nos viene dada, se cultiva a diario con pequeños actos de conciencia y autocuidado". Y deja una reflexión final: "Empezar el año desde la escucha interna no es egoísmo, es sabiduría emocional".