Acaba de comenzar diciembre y las comilonas de la temporada no se han hecho esperar. Las cenas con familiares, las reuniones con amigos y las fiestas con compañeros de trabajo ya se están poniendo a la orden del día.
Ya todos saben qué es lo que hay en esas fiestas: aperitivos, postres, boquitas, golosinas, refrescos, bebidas “espiritistas”, tamales y mucha carne, ya se de pavo, de pollo, de res, de cerdo… Antes todas esas deliciosas viandas y bebidas es muy fácil caer en tentación y resulta bastante difícil decir “¡no, gracias!”. Es ahí cuando saltan en la mente aquellas típicas frases “una vez al año no hace daño” o “en enero hago dieta”.
La gran mayoría de esos alimentos y bebidas hace que se ingieran más calorías de las que deben. En estos casos, aplicar el sentido común es uno de los mejores consejos, si no el mejor. ¿Pero cómo hacerlo? Una buena idea es a través de menús saludables que te harán disfrutar de las fiestas de la misma forma y sin esos remordimientos que luego planearás quemar en el gimnasio.
A continuación, la nutricionista española Iria Reguera ofrece cinco consejos para evitar los atracones navideños.
1- Come despacio y en pequeñas cantidades
Está claro que comer produce placer, por eso, debes disfrutar cada bocado, saborearlo y ser consciente de ello. Esto es más placentero que comer de prisa y sin disfrutar.
Durante la Navidad se pone mucha comida en la mesa y es casi imposible que te quedes con hambre. Sabiendo eso, es buena idea que intentes consumir pequeñas cantidades de cada cosa en vez de empezar comiendo mucho. Esta tendencia provocará que cuando llegues a los últimos platillos ya estarás muy lleno.
Si, por el contrario, desde los primeros entrantes consumes pequeñas cantidades de cada cosa, no solo podrás probarlo todo, sino que llegarás al final de la cena sin sentirte embotado e incapaz de dar un solo paso.
2- Come solo lo sano
Si llegas a la cena con el estómago completamente vacío, seguramente acabes con todo lo que te pongan al frente. Prueba comer un yogurt o una pieza de fruta antes de cenar, es un buen truco para evitar abalanzarte sobre la comida porque ya te sentirás más saciado, ya que tu cuerpo ha ingerido nutrientes.
3- Bebe agua antes o durante la comida
Existen numerosas teorías sobre en qué momento de las comidas se debe beber agua. Algunos expertos aconsejan que sea durante la comida, otros que sea después, mientras que un reciente estudio de Health.com confirma que tomar un vaso de agua como una media hora antes de la comida te ayudará a sentirse más saciado.
4- Evita mezclar alimentos
El problema de los platos de fin de año es que, además de que resultan calóricos, en ellos se mezclan diferentes tipos de nutrientes que te hacen sentirte más hinchado que de costumbre. Si en tu casa la tradición es comer tamales, gallina, carne o pavo en salsa lo ideal sería combinarlo con vegetales y evitar los carbohidratos. De esta forma lograrás comer saludable y evitarás las temidas digestiones pesadas.
5- A la hora del postre
Es muy difícil dejar de lado los deliciosos postres. Por eso, y porque al fin y al cabo es Navidad, no es necesario prescindir de ellos si se hace con sentido común y moderación. Un truco es espaciar la ingesta de dulces del último plato de la cena, dejar pasar al menos media hora entre el final del menú y los postres. En ese espacio de tiempo es bueno activarse, caminar y al regresar, disfrutar sin excesos de los ricos postres.