Alicia Maher, la voz que preserva la cocina salvadoreña en el mundo
Con calidez, orgullo y sazón impecable, Alicia Maher lleva la cocina salvadoreña a escenarios internacionales y rescata los sabores que nos cuentan quiénes somos.
Por
Betty Carranza
Publicado el 15 de agosto de 2025
Alicia Maher, nacida en Santa Ana y radicada en Los Ángeles desde 1986, es autora del galardonado libro Delicious El Salvador, primer recetario salvadoreño en inglés, ganador del Gourmand Award 2014. Historiadora del arte por UCLA, cocinera y profesora, ha llevado la gastronomía nacional a eventos en EE. UU., Europa, Asia y medios como The New York Times. Sus recetas, como pupusas y ayote en miel, buscan preservar las tradiciones culinarias para la diáspora salvadoreña. Actualmente prepara un nuevo libro, ofrece charlas y sueña con abrir un restaurante, manteniendo viva la identidad cultural a través de la cocina.
Preservar la memoria culinaria de un país puede comenzar en la cocina de casa, entre aromas que abrazan el alma y recetas heredadas con amor. Así lo ha demostrado Alicia Maher, una salvadoreña entusiasta, orgullosa de sus raíces y de representar a El Salvador con excelencia.
Es autora del galardonado libro Delicious El Salvador, el primer recetario de cocina tradicional salvadoreña publicado en inglés. Con esta obra —cuidadosamente elaborada, con recetas fieles a la tradición y fotografías impecables— ganó el premio Gourmand “Best First Cookbook in the World” en 2014, en Beijing. Su versión en español se denomina: El Salvador, Sabores Deliciosos.
Amable y apasionada por su misión, Alicia ha llevado la cocina salvadoreña a escenarios internacionales como el Latin Food Fest en Los Ángeles y San Diego, la Biblioteca Central de Los Ángeles, el prestigioso New York Times,así como festivales en Suecia, Francia, China, Israel y Estados Unidos. En 2021, recibió un reconocimiento especial de la Embajada de El Salvador en Washington D. C. por su labor incansable como embajadora culinaria del país.
Además de excelente cocinera, Alicia es licenciada en Historia del Arte por UCLA, emprendedora, profesora de cocina y madre de tres hijos. Nació en Santa Ana, está radicada en Los Ángeles desde 1986, y para ella compartir una pupusa bien hecha o una sopa de pata es también una forma de contar quiénes somos. Su misión: preservar y celebrar la auténtica cocina salvadoreña para las próximas generaciones.
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A continuación, una conversación íntima y reveladora con la autora que ha hecho del sabor salvadoreño una bandera de identidad mundial.
¿Qué sabor te transporta directamente a tu niñez en Santa Ana?
Las pupusas, sin duda. De niña solo se comían en la tarde. Íbamos con mis primas al puesto de la esquina y ese olor que invadía el aire es uno de los recuerdos más lindos que tengo.
¿Cómo era ir al mercado con tu abuelita o tus tías?
¡Inolvidable! Mi familia es de Ahuachapán, pero vivíamos en Santa Ana. Visitábamos ambos mercados, siempre con canastitas, en esos entonces no había bolsas plásticas. Me marcó el puesto de especias de una tía en el mercado Colón, donde aprendí sobre el tomillo, orégano y laurel. Todo ese mundo cabía en ese pequeño local.
Migraste a los 19 años. ¿Qué fue lo más difícil y lo más hermoso de ese proceso?
Lo más duro fue dejar mi tierra y mi gente. Pero fue hermoso encontrar una comunidad salvadoreña en EE. UU. y descubrir otras culturas. Ahí me di cuenta de la riqueza de nuestras propias tradiciones.
¿Cómo lograste mantener vivas tus raíces?
Con la cocina. Mis tres hijos crecieron aprendiendo a hacer tortillas y pupusas. Para mí, cocinar es una forma de mantener la cultura viva en casa.
¿En qué momento nació la idea del libro?
Mis hijos me pedían las recetas de casa: sopa de pata, tamales, carne guisada. Me di cuenta de que necesitábamos un registro, no solo para ellos, sino para toda la diáspora. Así empezó esta aventura.
¿Cómo fue ese proceso de creación?
Fue un proceso largo, de mucha investigación. Viajé a El Salvador varias veces para consultar con mi mamá, tías y primas. La cocina salvadoreña es una tradición oral y visual, sin medidas. Yo quería traducir eso a un lenguaje universal. Por ejemplo, la sopa de pata la cociné unas 25 veces para lograr la receta perfecta.
¿Qué te enseñó tu formación en historia del arte sobre la gastronomía?
Mucho. El arte y la cocina son reflejo de la sociedad. En ambos se refleja la historia, la migración, la economía. Mi enfoque ha sido presentar nuestra cocina como expresión cultural.
“Nuestra gastronomía compite con cualquier otra en el mundo” , Alicia Maher
¿Qué significó ganar el Gourmand Award en China?
Fue una emoción indescriptible. Estábamos siete finalistas de diferentes países. Cuando dijeron mi nombre, no caminé… volé al escenario. Lloré de emoción. Fue un reconocimiento a nuestra identidad y a nuestra comida tradicional.
Tu receta de ayote en miel fue publicada en The New York Times. ¿Cómo fue esa experiencia?
Me contactaron para una receta de calabaza. Les di el ayote en miel, pero con el contexto cultural del Festival de la Calabiuza en Tonacatepeque. Recordé cómo mi abuela nos llevaba vestidos de blanco a pedir ayote. Esa memoria se convirtió en historia viva publicada en uno de los periódicos más importantes del mundo.
¿Qué recetas no deben faltar nunca en una casa salvadoreña?
Frijoles, arroz, plátanos fritos, una buena salsa para los huevos, tortillas, semita alta, horchata, quesadillas y, por supuesto, pupusas.
¿Qué le dirías a los jóvenes salvadoreños que no crecieron comiendo pupusas hechas a mano?
Que aprendan a hacerlas. Cocinar es una experiencia sensorial. Es sentir, ver, oler. Es una conexión profunda con nuestras raíces.
¿Cuál ha sido tu momento más emotivo compartiendo comida salvadoreña?
Ganar en China y ver el libro en manos de mis hijos. Ellos son mi inspiración y mi motor.
¿Qué platos servirías para invitar al mundo a conocer El Salvador?
Una mariscada, unos tamales y pupusas. Tres platillos que cuentan nuestra historia.
Alicia Maher, orgullosa embajadora de la gastronomía salvadoreña, autora de 'Delicious El Salvador', recetario galardonado que celebra con excelencia la tradición y sabores de nuestro país. Video: Ever Flores
¿Quiénes han valorado más tu libro?
Todos. Desde salvadoreños en la diáspora hasta estadounidenses, europeos y asiáticos. Tengo reseñas con 4.7 estrellas en Amazon, y una chica solo me bajó el puntaje porque no incluí el chilate (risas). Pero vendrá en el próximo.
¿Qué mensaje tenés para los salvadoreños fuera del país?
Que nunca olviden sus raíces. Que celebren su cultura, su cocina y que se sientan orgullosos de quiénes son.
Proyectos en el horizonte
Actualmente, Alicia trabaja en un nuevo libro junto a una institución cultural salvadoreña, mientras imparte charlas en Estados Unidos y planea abrir su propio restaurante. Además, sueña con escribir un libro dedicado exclusivamente a la panadería salvadoreña.
Su legado, sin embargo, ya está en marcha. Cierra la plática con esta reflexión: “Nuestra cocina refleja el mundo entero. Y al compartirla, también compartimos nuestra historia”.
Tiro al plato
¿Pupusas de queso o revueltas? ¡Ah, revueltas!
¿Dulce típico favorito? El de nance.
Comida salvadoreña que nunca falta en tu casa. ¡Frijoles!, frijoles cocidos.
Lugar de El Salvador al que siempre quieres volver. La Unión, el Golfo de Fonseca.
Libro, cocina o jardín. ¿Cuál te hace feliz? La cocina.
¿Querés conocer más sobre su libro? Podés encontrar Delicious El Salvador en Amazon y otras plataformas.
TAGS: Recetas de cocina
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