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Xi pretende indoctrinar a chinos con sus estériles ideas

Por eso no es fácil creerle a Xi cuando le dice a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que “buscamos forjar una buena amistad y sociedad con Honduras mediante el respeto, la igualdad, el beneficio mutuo y el desarrollo común... convirtiendo la hermosa visión de cooperación entre los dos países en resultados concretos

Por El Diario de Hoy |

Llevar una “coleta”, el pelo recogido en una trenza atrás de la cabeza, era obligatorio para los hombres en China hasta hace un par de siglos, lo que condujo a una forma de discriminación: cuando un chino era culpable de diversos delitos —aunque no homicidios—  que se castigaban con la muerte, le cortaban la coleta, lo que impedía al sancionado conseguir comida o bienes, ser contratado para un trabajo, huir a otra comarca.

Al igual que la Flor de Lis con que en Francia marcaban, con un hierro al rojo vivo, a los delincuentes y como se expone en Los Tres Mosqueteros de Alejandro Dumas, siempre se les reconocía, la marca era imborrable.

La “coleta” de entonces equivale, en la China de hoy, ser miembro del Partido Comunista, fundado en su momento por el desquiciado mental Mao Zedong, “pico de oro”, en parte para encubrir el estruendoso desastre de su “Gran Salto Adelante”, que condujo, con la “revolución cultural”, al desquiciamiento de la China tradicional, la destrucción de muchos tesoros artísticos y la muerte de millones de chinos.

Para encubrir el fracaso de los cierres para contener el covid, que en una de tantas torpezas del régimen se reconoció como resultado de un virus que se cree fue fabricado en un laboratorio de Wuhan, Xi ha lanzado una masiva campaña de indoctrinación, para que todo el partido unifique su voluntad, unifique su pensamiento y unifique sus acciones, ciñéndose a las ideas, si así pueden llamarse, del “gran líder”, como por su lado aunque no lo expongan en tal forma, deben pensar los castristas, el criminal de guerra y envenenador Putin, Ortega y Maduro, este último en sus estertores a causa de un cáncer terminal.

Lo que pretende Xi es robar a sus desafortunados súbditos de su capacidad de pensar por su cuenta, actuar siguiendo sus propios intereses, convertirse en el equivalente de animales ungidos a un solo yugo...

Por todo lo anterior no es fácil creerle a Xi cuando le dice a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, que “buscamos forjar una buena amistad y sociedad con Honduras mediante el respeto, la igualdad, el beneficio mutuo y el desarrollo común... una perspectiva a largo plazo, convirtiendo la hermosa visión de cooperación entre los dos países en resultados concretos”... como Sri Lanka, Pakistán, Kenia, Zambia, Laos, Mongolia y los demás países pobres al borde de derrumbe por los préstamos que ha contraído con el régimen chino.

El avance de las sociedades es obra de la libertad intelectual

El hombre pudo salir de las cavernas, labrar civilizaciones, crear arte gracias a la inventiva de muchos de ellos, a poder explorar “distintas maneras de hacer cosas”, adentrarse en nuevos senderos, ir más allá de la montaña, escapar de las aldeas del espíritu.

El arte, en cualquiera de sus formas, es una manifestación de la libertad interna, al igual que las reflexiones que conducen a nuevas interpretaciones sobre el mundo que nos rodea. No existen “grandes obras” diseñadas por comités, que según el dicho “se proponen crear un caballo y sale un camello con cuatro jorobas...”

Los avances en todos los órdenes de la vida se dan siguiendo espacios de libertad intelectual, como son sofocados cuando dictadores, sectas religiosas, supersticiones controlan sociedades, como persiguieron los tatas curas medioevales a Giordano Bruno, a quien quemaron vivo, o al gran pensador danés Soren Kierkegard la casta de fanáticos protestantes que se enseñorearon sobre la Dinamarca de entonces...

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China Honduras Opinión

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