La factura ambiental

La historia de la represa El Chaparral es larga. Nació en la administración de Saca, con estudios ambientales coordinados, un proceso de casi 15 años hasta su finalización en este quinquenio. Como siempre, los spots cinematográficos muestran la belleza de dicho sitio y el majestuoso río Torola. Que con dicho embalse ha formado una laguna la que el presidente Bukele enfatizó es navegable y también con potencial turístico, pero quiero recalcar que muchas veces el turismo con la preservación ambiental no es amigable, por la razón de que el turismo evita ser sostenible.

Antes de seguir abordando el tema de esta megaobra que abarcó 4 quinquenios, es decir, 20 años para su culminación, es preciso mostrar la matriz energética nacional, como lo refleja la del año 2020 sobre la capacidad eléctrica instalada total de El Salvador fue de 2360 MW y se desglosa así: Alimentada por Combustibles Fósiles (32.67%), Energía Hidroeléctrica (24.31%), Solar (20.10%), Biomasa (12.44%), Geotérmica (8.66%), Eólica (1.53%) y Biogás (0.29%).

En la inauguración de esta magna obra de infraestructura el pasado 19 de octubre, resaltó en el discurso el cambio de nombre de Central Hidroeléctrica el Chaparral a C. H. 3 de Febrero, la cual se espera que reduzca hasta en un 14% el precio de la energía eléctrica. Cabe mencionar que la energía hidroeléctrica desde que se concibió en las administraciones de los gobiernos militares, décadas atrás, hace que nuestro país lleve la batuta a nivel regional en producción de esta energía limpia, algo que hasta ahora ha sido visionario.

Semanas atrás el mismo gobierno había anunciado el incremento de la tarifa de energía eléctrica y que aumentaría un 9% algo que preocupó a la población que en los últimos meses estuvo en vilo por varios factores, la sequía y la débil estación lluviosa, la vulnerabilidad alimentaria en el país, la inestabilidad y crisis política en Guatemala que provocó bloqueos e impidió el tránsito de camiones con frutas y verduras a El Salvador específicamente al mercado La Tiendona. Eso hizo que los precios de estos productos se elevaran y el inminente incremento de la energía eléctrica vendría a ser devastador para la endeble economía de los salvadoreños. Con la inauguración de esta represa y el anuncio presidencial de la reducción de la tarifa calmó el sentimiento de zozobra en la población.

Durante los dos quinquenios del FMLN dicha obra tuvo sus pausas y terminando el quinquenio de Sánchez Cerén el abandono, y algunas investigaciones de medios digitales obtuvieron datos alarmantes como que el lugar donde la represa se construía era inviable. CEL alegaba que la empresa constructora no había hecho bien los estudios, NI LAS PREVISIONES DE SEGURIDAD INDICADAS (algo muy serio y preocupante), el suelo arcilloso y que la montaña se movía. Hasta ese entonces la obra costaba $119 millones de dólares. Dicho medio digital denominó que El Chaparral es la obra en la historia de la producción hidroeléctrica de El Salvador, la represa terminó costando $800 millones de dólares.

Con respecto a una publicación de El Diario de Hoy de junio de 2022 sobre el impacto ambiental hay que recalcar que el informe técnico sobre la represa fue hecho por La Agencia de la Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la empresa Electric Power Development, el embalse se desplazaría 11 kilómetros río arriba desde el dique, los municipios afectados serían: San Juan Moscoso, San Luis la Reina y Carolina. Especies nativas entre flora y fauna quedaría bajo el agua o buscaría refugio en otras localidades.

El río Torola cuenta con varios tramos inexplorados cuasi vírgenes, además de ser un afluente importante para esa zona: La Unión, Morazán y hasta San Miguel. En 2004 CEL realizó el primer estudio de impacto ambiental para la construcción de la represa,

El Diario de Hoy consultó al biólogo salvadoreño Néstor Herrera, quien afirmó que el panorama sería apocalíptico ante los altos niveles de materia vegetal putrefacto que se irían al fondo del embalse y que liberarían metano, gas de efecto invernadero, aparte de la deforestación y la desaparición de ausoles de origen volcánico. Entre las especies en riesgo de desaparecer por dicha construcción e inundación se registraron 19 mamíferos, 6 bajo amenaza y 5 en peligro de extinción.

Los proyectos hidroeléctricos como la Central Hidroeléctrica 3 de Febrero generarán energía barata, beneficiarán a la población pero a costa también de una factura ambiental alta.

Experto en descarbonización y ambientalista.