Estamos perdiendo la carrera, pero aún podemos ganarla

"La emergencia climática es una carrera que estamos perdiendo, pero es una carrera que podemos ganar. La crisis climática está causada por nosotros y las soluciones deben venir de nosotros. Tenemos las herramientas: la tecnología está de nuestro lado”, declaró con justa razón el secretario general de las Naciones Unidas.

Este mundo, y la vida en este mundo, es un sistema cerrado de delicados equilibrios en que un impacto en una de sus partes inevitablemente afecta a todas las demás. El hábitat de muchas especies ha desaparecido o está por desaparecer, muchas especies han se han extinguido o están en peligro de hacerlo, y todo provoca desequilibrios en todo el ecosistema de vida del planeta. Los científicos dicen claramente que hay que dejar de emitir gases nocivos que calientan el planeta, recuerdan la larguísima lista de consecuencias y hacen hincapié en que la ha de ser integral, pues incluye nuestro comportamiento personal, los métodos de producción de alimentos y de objetos industriales, la responsabilidad de empresas, la aplicación de nuevas tecnologías, la responsabilidad de gobiernos y de organismos internacionales y la voluntad de financiar los cambios que son indispensables para ganar la guerra contra el cambio climático.

¿Qué se puede hacer a nivel personal para luchar contra el cambio climático? Mucho. Medidas que pueden parecer pequeñas pero que ayudan muchísimo, por ejemplo, evitar las bolsas de plástico de un solo uso; cambiar los bombillos por los de bajo consumo; disminuir la cantidad de basura; desenchufar los aparatos eléctricos; solo tener luces encendidas en sitios donde hay personas; no desperdiciar el agua; reemplazar la carne bovina de alta producción de gas metano, por otras carnes; apoyar el uso de energías renovables; separar las basuras biodegradables de las no biodegradables; no lanzar basuras a la vía pública, ríos, lagos y mares; gastar un poco en ajustar el motor de los vehículos para que contaminen menos; practicar las 3 Rs, es decir, reducir, reutilizar, reciclar; y como ciudadanos exigir a gobiernos y empresas que adopten medidas efectivas para luchar contra el cambio climático.

En relación con otras medidas, hay que hacer cambios en la agricultura adoptando métodos menos contaminantes, que mejoren el uso de suelos y que usen sistemas de riego que no desperdician el agua; cuidar los bosques, reforestar y remplazar el uso de la leña como combustible por métodos que no contaminen; hacer mejor uso del agua y evitar que se pierda por fugas en sistemas de distribución deficientes; disminuir el uso de contaminantes como los que se usan en la minería; mejorar el uso de energía, por ejemplo, en el alumbrado público; cambiar la matriz energética y hacer mayor uso de energías renovables; y dar un lugar privilegiado al medio ambiente en la educación.

La forma en que se produce y se consume necesita, sin duda, una importante revisión para hacer frente al cambio climático. Así, el objetivo # 12 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecen que se debe “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”. En 1994, el Ministerio del Medio Ambiente de Noruega definió Consumo y Producción Sostenibles (SCP, por sus siglas en inglés), como: “El uso de servicios y productos conexos que den respuesta a las necesidades básicas y aporten una mayor calidad de vida, reduciendo al mismo tiempo al mínimo el uso de recursos naturales y de materiales tóxicos, así como las emisiones de desechos y de sustancias contaminantes durante el ciclo de vida del servicio o producto con el fin de no poner en riesgo la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. Así, los Objetivos de Desarrollo Sostenible buscan desvincular el desarrollo económico de la degradación ambiental, adoptar una visión del ciclo completo de vida de un servicio o producto, y aprovechar oportunidades para que los países en desarrollo erradiquen la pobreza y den el dilatado salto al desarrollo.

El entendimiento sobre cómo funciona este universo y el avance de la ciencia son impresionantes. Así las cosas, una de las medidas que están planteando los científicos es modificar el efecto Albedo de la tierra para lograr un efecto enfriador en la lucha contra el calentamiento global. La tierra recibe calor del sol, una parte la absorbe y otra parte la refleja, es decir, la devuelve al espacio, y esto es importante para la temperatura terrestre. La relación entre el calor que se absorbe y el que se refleja es de equilibrio, pero puede modificarse. Las capas de hielo permanente reflejan el calor, pero los bosques lo absorben. Así, con el derretimiento de capas de hielo, menos calor se devuelve al espacio y más queda en la tierra. Esta relación, de acuerdo con un estudio de Geophysical Research Letters publicado en 2021, también puede ser responsable de que la tierra esté brillando menos porque más calor del sol se está quedando en el planeta y no se está devolviendo al espacio.

Ex Embajador de El Salvador en Francia, y Colombia; ex Representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Argelia, Colombia, Tayikistán y Francia, y exrepresentante adjunto en Turquía, Yibuti, Egipto y México. También fue jurado del premio literario Le Prix des Ambassadeurs en París, Francia.