A la fecha, la deuda del gobierno alcanza la cantidad astronómica de $29,994 millones, siendo la última operación la colocación de $1,000 millones en bonos, lo que supone endeudarse con esa cantidad, por la que pagará hasta un 16% de interés de no cumplirse con condiciones bastante complicadas como un acuerdo con el FMI, para saldar una deuda por la que paga un interés mucho menor.
Esta semana las autoridades de la UES informaron con expresión bastante patética, haber alcanzado con el GOES un arreglo para que la cantidad de $52 millones que se le deben a esa casa de estudios, como parte de los presupuestos de 2022 y 2023, que tienen a la UES en condiciones de lipidia. Pero le pagarán esta deuda por sustos, tal como lo hacen las comerciales populares en las ventas de colchones, sillas y electrodomésticos. Aunque no se ha mencionado el pago de intereses moratorios como se acostumbra en tales transacciones.
Las condiciones de pago son abonar $1 millón semanal, lo que completa las 52 semanas de un año calendario, sin que se establezca una penalización más que justa por el deterioro de las instalaciones, que el gobierno ha ocupado como “un hotel para extranjeros” según reza una pancarta portada por uno de lo pocos estudiantes, que de manera tímida se han atrevido a protestar ante el Ministerio de Hacienda, ya que el régimen de excepción los tiene totalmente amordazados. Tiempos aquellos en que el estudiantado de la UES estaba compuesto por jóvenes luchadores, que hasta por causas injustas y apoyando ideologías perniciosas, se pronunciaban en las calles causando temor a quienes se les opusiera. ¿Recuerdan los ataques a pedradas contra la antigua Embajada de los Estados Unidos, en la 25a. Avenida, que para protegerse colocó maceteras a la mitad de la calle, que fue entonces bautizada como la 12.50?
El daño a la UES es grave, pues las instalaciones actuales dejan mucho qué desear con restos de los dormitorios para los Juegos Centroamericanos, los edificios destruidos, así como equipo y material dañado, sin contar lo que los estudiantes han perdido tras dos años sin clases presenciales, suspensión de becas y personal de apoyo para catedráticos y la suspensión de proyectos de investigación científica. Tampoco se ha mencionado si también el GOES reconocerá la deuda que la UES tiene con sus proveedores que alcanza varios millones y ha puesto en riesgo de quiebra a muchas pequeñas empresas. Sin embargo, nuevamente el MOP ha pedido a la UES el uso de sus instalaciones para alojar periodistas nacionales y extranjeros, pero sin especificar en qué actividad participarán estos profesionales. ¿Será que el gobierno de Bukele ya no tiene crédito en la red hotelera nacional para alojar a sus invitados?
Según el portal de Transparencia del Ministerio de Hacienda, el gobierno adeuda más de $1,000 millones a proveedores del Estado, fondos que no se han pagado a empresas o personas que prestaron sus servicios a instituciones gubernamentales. Esta falta de pago ha afectado sobre todo a pequeñas y medianas empresas que han entregado su trabajo, pero la falta de pago les ha obligado a contraer préstamos para cumplir con las entregas. Grupos de emprendedores han denunciado al MINED por no haberles pagado los uniformes y zapatos confeccionados en 2023, aunque ya les exigió la entrega del producto para 2024, amenazándolos con multas si no cumplen con las fechas estipuladas. En igual situación se encuentran los proveedores de paquetes de útiles escolares en las escuelas públicas.
Y con la perspectiva negativa de crecimiento y falta de inversión extranjera, los salvadoreños vemos con temor que los próximos 5 años de Bukele nos lleven a una situación de impago, que redundará en hambre y aumento de los niveles de pobreza entre la población más vulnerable.
Maestra.