OTAN: el dilema del apoyo militar a Ucrania

Los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN, creada en 1949 con aliados de los Estados Unidos y Europa) se reunieron en el marco del Grupo de contacto para la defensa de Ucrania el pasado 20 de enero, en la base aérea de Ramstein, en Alemania. Los ministros de defensa y altos oficiales de los ejércitos involucrados se juntaron con el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Loyd Austin, para decidir del apoyo logístico que se tenía que otorgar a Ucrania, mientras la invasión rusa está entrando en su primer año. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, había afirmado un poco antes, en Davos, cuán importante era para el reforzamiento del suministro de la ayuda militar a Ucrania.

El debate sobre el material militar otorgado a Ucrania se volvió central, con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski llamando a aumentar la velocidad para armar su ejército. El debate se trasladó hacia el tema de los tanques pesados, con la OTAN esperando convencer a Alemania de otorgar tanques de asalto Leopardo. Pero no se logró mientras desde hace varios días se generaron muchas expectativas en Kiev para que se refuerce este tipo de equipamiento.

Estos últimos días se había generado una dinámica en favor de materiales blindados, en Europa y Estados Unidos. Francia anunció la semana pasada el suministro de tanques “ligeros” AMX10, esperando crear un movimiento en favor de Ucrania. Por cierto, las autoridades ucranianas expresaron la necesidad de 300 tanques y 700 blindados para poder a la vez defender las posiciones y contestar a una posible contraofensiva rusa que concentró, por el momento, sus respuesta militar sobre Bakhmut y su periferia, la ciudad de Soledar. Esto volvió cruciales los combates en la región del Donbass.

Los Estados Unidos anunciaron el envío de blindados de infantería tipo Bradley, el Reino Unido con sus famosos Challenger 2. Berlín oficializo 40 “Marder”, Polonia y Finlandia afirmaron estar dispuestos a tomar sobre su propio material tanques “Leopardo 2” no más Alemania otorgue su autorización en favor de una transferencia de re-exportación. Pero, la reunión de Ramstein no logró el acuerdo alemán: no se enviarán por el momento tanques pesados que podían reflejar un compromiso reforzado en contra de Rusia para una Alemania y aliados que parecen todavía graduar su apoyo. Ha sido el elemento clave de una reunión que subraya varias interrogantes tanto políticas como logísticas. Por cierto, sobre este punto, no se trata de solamente aumentar el número de material de guerra sino de crear de alimentar una cadena coherente de municiones, de mantenimiento para poder contestar a los ataques y fortalecer las posiciones ucranianas.

El tanque Leopardo 2 es uno de los vehículos blindados más potentes del mundo con los “Leclerc” franceses y “Challenger” británicos. Mide 11 metros de largo, teniendo una autonomía de 450 kilómetros. Sirvió en el Kosovo, en Siria y en Afganistán. Alemania construyó más de 3,200 de tanques de tercera generación. Por supuesto, ilustra un compromiso militar amplio, cuando el tema en la guerra entre Rusia y Ucrania lleva, para aliados occidentales, temas sumamente políticos. El margen de maniobra sigue estrecho: el jueves pasado, un grupo de 11 países, entre los cuales Polonia y Gran Bretaña anunciaron aumentar el suministro de armas a Ucrania. Pero el viernes, el canciller alemán Olof Scholz no quiso “cruzar el Rubicón” mandando sus tanques Leopardos.

La decisión se ha postergado, lo cual revela un punto ultimo del compromiso en la ayuda militar que no tiene paso atrás. Quizás unos países quieren o no pueden involucrarse más, guardando un margen de maniobra eventual. Mientras tanto, los Estados Unidos sumaron una nueva ayuda a Ucrania de 2.5 mil millones de dólares sin otorgar a sus tanques M1 Abrams que solicito de manera expresa Ucrania tal como lo hizo para los Leopardo 2.

Dentro de esta nueva ayuda, se incluyen, 90 vehículos blindados de transporte de tropas Stryker, 59 vehículos de combate Bradley, millones de cartuchos de munición, decenas de miles de cartuchos de artillería o equipos de visión nocturna, según ha detallado el Pentágono. También cuentan con 115 millones de euros en fondos para apoyar la infraestructura energética de Ucrania.

La reunión del “Grupo de Ramstein” tenía vocación de moldear una nueva linea estratégica, todavía más ofensiva, ante Rusia. La posición alemana limita el alcance de dicha posición. Unos pensarán que siendo muy cercana en materia de seguridad a los Estados Unidos, es una forma de proteger a Washington de una posición guerrera irreversible frente a Rusia mientras ambas partes quieren evitar una confrontación directa.

Contener una ofensiva rusa en Ucrania y mantener las posiciones parecen ser bases estratégicas adquiridas. La posición alemana muestra que todavía el debate existe sobre las acciones para hacer retroceder a los rusos. Parece ser el límite de peligro al cual unos no quieren llegar.

La ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, dijo en una entrevista al canal francés LCI que si Polonia pide autorización para enviar a Ucrania los tanques alemanes Leopard2, Berlín "no se opondrá".

"Es cierto que hay reglas de control, pero, de momento, no nos han preguntado, pero si ocurriese, nosotros no nos opondríamos", dijo Baerbock, procedente de los Verdes alemanes y quien concedió esta entrevista en el marco de la Cumbre franco-alemana celebrada hoy en París.

¿Será la contención la nueva frontera estratégica para poder controlar el riesgo de escalada al cual Washington y probablemente Moscú no quieren llegar? Mientras tanto, el presidente ucraniano pide “velocidad en las tomas de decisiones”.

El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, habla de “combate para nuestros valores”. Afirmó que “la democracia debe ganar contra la tiranía”.

El debate sobre los tanques pesados ilustrado con los Leopardo 2 demuestra la fuerza del dilema y la importancia estratégica del apoyo a Ucrania. Mientras tanto, los combates siguen fuertes en el este de Ucrania y el próximo 24 de febrero se habrá llegado a un año de guerra.

Politólogo francés y especialistas en temas internacionales