Mentiras y traiciones abundaron en la última plenaria de la Asamblea Legislativa (AL) del 30 de abril, y la primera del 1° de mayo, mancillando nuestra Constitución, para reformarla según el aberrante capricho de un puñado de serviles funcionarios, indignos de ser los representantes del pueblo que los eligió, en unos comicios plagados de irregularidades y previas maniobras para que el partido único NI tomara total control de los tres poderes del Estado, destruyendo así nuestra débil democracia.
El presidente de la AL en una entrevista de TV se atrevió a decir que “ En 1983 ELLOS rompieron la Constitución existente para hacer una nueva”, demostrando su total desconocimiento de la historia. La de 1983 fue una Asamblea compuesta por diputados de brillante trayectoria, de notoria probidad, constitucionalistas reconocidos, cuya Constitución fue ratificada por la siguiente legislatura, con elecciones legislativas entre ambas, en las cuales el pueblo con su voto aprobó las reformas. ¿Se atreverán los diputados de NI a compararse con aquella Asamblea de lujo? Sería interesante que hoy en que se sienten los dueños del país se atrevieran a publicar el CV de cada uno, para demostrar su deficiente formación académica y su escasa experiencia profesional.
Mintiendo con aplomo, la diputada Suecy Callejas afirmó que “el pueblo exige una reforma constitucional, para reformar otros artículos…” ¿Y cuándo han escuchado al pueblo, si en la votación reciente no se dijo que pretendían cambiar la Carta Magna? Los diputados de NI no han leído los acertados análisis del Dr. Óscar Picardo, ni las encuestas de la UFG que han demostrado que un elevadísimo porcentaje de los salvadoreños no tiene idea de lo que es la Constitución y le sale sobrando que el bukelismo la destruya.
Los diputados cyan nunca leyeron la Constitución que juraron cumplir y han osado reformar y así declaran: “Son solo 14 palabras que se agregan. No le estamos quitando nada a la Constitución. Aquí la mayoría manda, les guste o no”.
Christian Guevara no entiende que esas 14 palabras son parte de una Cláusula Pétrea, no reformable y que aunque NI tenga mayoría en la AL no son el soberano pueblo salvadoreño. Para la diputada Ana Figueroa, de NI, “esta es una decisión soberana que nos corresponde a nosotros como salvadoreños: no le corresponde a la OEA ni a la BBC”. Ella cree que la bancada de NI es el pueblo salvadoreño y no sabe que la BBC no es un organismo internacional, sino un medio de comunicación del Reino Unido, al que nada le interesan las mentiras del bukelismo. Rodrigo Ayala, que abusa del uso de la palabra y siempre mete la pata, afirma: “No se ha propuesto modificar, ni cambiar, ni tocar las Cláusulas Pétreas. Decir que se están vulnerando es falso”. Y como desconoce dichas cláusulas, no entiende que esas 14 palabras forman parte de esas Cláusulas Pétreas.
Opinan los entendidos: Lic. Sarahí Molina: “El artículo 248 es la cláusula más sólida de la Constitución, que establece cuáles artículos no pueden ser reformados”. Y el Dr. Daniel Olmedo: “Se violó el proceso de reforma, al aprobarse después de las elecciones que eligieron a la siguiente Asamblea”. Lic. Erika Saldaña: “No se puede reformar el Art. 248 porque establece el proceso de reforma constitucional, que no puede aplicarse a sí misma”. Una verdadera traición perpetrada en 48 horas: Reformar el 30 de abril un inciso del Art. 248 de la Constitución, para que la nueva legislatura, a partir del 1° de mayo, pueda hacer todas las modificaciones que le convengan. La Patria en manos de mentirosos y traidores.
Maestra
Mentiras y traiciones
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