Carta a los empresarios: Los quieren paralizados de miedo

Estimados amigos:

Ya lo habrán sentido, en los huesos como los buenos sustos, pero no estoy seguro si han tomado todos plena conciencia: el golpe a Freddy Cristiani es para ustedes. ¿Han pensado por qué Nayib Bukele le cayó en este preciso momento a todas las propiedades de un empresario, confiscándolas sin previas investigaciones, acusaciones, ni hablar de juicios y sentencias? ¿Creen ustedes que es casualidad que lo hizo en este preciso momento, en que la sociedad civil, de la cual ustedes son parte esencial, tiene que lograr consensuar una candidatura presidencial ciudadana unitaria? No creo en casualidades –y tampoco ustedes, como hombres de negocios, finanzas y estrategias.

Golpeando de esta manera arbitraria y tan personal a uno de ustedes, a uno a quien todos ustedes deben mucho, a uno que fue su líder en tiempos difíciles y tiempos del resurgimiento del país y su economía, tiene un solo propósito: intimidarlos, callarlos -en fin, castrarlos, para que no se les ocurra apoyar o incluso financiar a una fórmula presidencial opositora.

¿Qué otro sentido puede tener un ataque tan descarado, que en lo económico equivale a un ajusticiamiento extralegal a manos del gobierno? Ustedes son los últimos que pueden creer que un gobierno, que incluye a tantos corruptos e institucionaliza tantos esquemas de corrupción sistémica esté de verdad iniciando una "guerra contra la corrupción".

Entonces, ¿qué van a hacer? ¿Van a atender el llamado de atención, que Bukele les hizo con el asalto a Freddy Cristiani? Yo varias veces les he dicho que no es justo esperar que ustedes sean héroes dispuestos a convertirse en mártires. De nada nos sirve un empresario mártir, excepto al régimen, que quiere sembrar aun más miedo. Pero debe haber formas de cumplir con el deber ciudadano, sin poner el pecho para les disparen. Y si no las hay, hay que crearlas.

En este país todavía es perfectamente legal y legítimo apoyar a una candidatura valiente y calificada como la de Luis Parada y Celia Medrano, que representan una alianza entre derecha moderada e izquierda pensante. Es más: Hacerlo es un deber patriótico y un acto de autodefensa.

La decisión de Parada y Medrano es un acto de valentía, es un ofrecimiento a toda la sociedad civil y los partidos a unirse para enfrentar la reelección y defender el Estado de Derecho. Pero es indispensable el apoyo de todos que necesitan que en El Salvador no se institucionalice del todo la dictadura mediante las elecciones del 2024. Lograron hacerlo mucho más difícil para los partidos opositores de presentar, dentro de solo un mes, sus planillas para diputados y concejos municipales, luego del abrupto cambio de reglas que decretó la Asamblea de manera arbitraria, improvisada y extralegal. Es muy difícil que los partidos logren en tan corto tiempo cambiar sus estrategias y formar coaliciones para las elecciones legislativas, que sería la única forma de evitar que la fórmula de asignación de diputaciones D’Hondt, que Bukele escogió, haga imposible que los partidos minoritarios sean representados proporcionalmente.  

Con todo esto, la candidatura opositora unitaria y fuerte se ha vuelto aún más necesaria. Es la única forma de enfrentar los peligros que corre el país, incluyendo la empresa privada, y de garantizar que se consolide una oposición relevante.

Ustedes los empresario son buenos para calcular riesgos. Y se darán cuenta de que el mayor riesgo que corren no es lo que Bukele les puede hacer, sino lo que les pasará si lo dejan salirse con la suya. Obviamente, para no dejarse intimidar y castrar, es indispensable que se unan. Bukele todavía no tiene el poder total que se pueda dar el lujo de declarar la guerra a un empresariado unido. En cambio, uno por uno los puede y los va a fregar.

Bukele escogió cuidadosamente y por razones estratégicas el momento de golpear a don Freddy para asustarlos a ustedes. Necesita parar el proyecto opositor en la fase de su gestión, no dejándolo arrancar y ganar el momento que necesita para que se den los acuerdos amplios. Luis Parada, Celia Medrano y SUMAR actuaron estratégicamente correcto presentando la candidatura para romper la inercia. Nuestro Tiempo hizo lo correcto inscribiendo esta fórmula. Ahora tiene que arrancar bien para provocar el proceso de unificación. Es el momento crítico, y Bukele lo detectó.

Ustedes como sector privado igual tienen que tomar sus decisiones en la lógica de este momento histórico. No es por solidaridad que tienen que actuar, es por su legítima defensa. Hagan sus cálculos y háganlos bien.

Saludos cordiales...

Paolo Lüers